“A mí no me gusta la Teología, lo importante es amar y seguir a Jesús”
Dentro de esta frase se esconde una “excusa” en aquellos que no les interesa escudriñar las escrituras ni conocer al verdadero Dios que se revela en ellas. NO ES POSIBLE AMAR ALGO QUE NO SE CONOCE. Estas personas, cuando se les pregunta ¿quién es Jesucristo, cuál es su Evangelio?, no saben que responder. Pregunta básica que cualquier creyente debería saber si se dice cristiano, no es una pregunta para un maestro en Teología (Heb 6:1).
Dicen ellos, que no son “teólogos”, que ellos solo siguen y aman a Jesús. ¿a cuál Jesús?, ¿al de los Mormones?, ¿al de los Testigos de Jehová?, ¿al de los Adventistas? ¿al de los Católicos? ¿al Jesús de los documentales? ¿al ídolo del Dios solo Amor que le han inventado en sus congregaciones?. Lo más triste es que se sienten orgullosos de su “analfabetismo bíblico”, no les interesa conocer a Dios, y el que no quiere conocer a Dios, no es un hijo de Dios, pues el que es de Dios oye la palabra de Dios – Jn 8:47. Esto demuestra el lamentable estado de la iglesia moderna de Laodicea, la cual se ufana en decir que es seguidor de Cristo, que creen que ser cristiano es asistir a una iglesia y estar metido en todas sus “actividades lúdicas”. La verdad es que han dejado al Señor por fuera de sus templos, por eso es tibia, cobarde, desventurada, miserable, pobre, ciega y desnuda (Apoc 3:16-17).
El llamado a todo cristiano es a crecer en la Gracia y el “conocimiento” de Dios (2 Ped 3:18). De hecho la palabra Teología, significa estudio/conocimiento de Dios (Theos: Dios. Logos: Estudio). La Vida eterna consiste en “conocer” al único Dios verdadero y a Jesucristo Su hijo (Jn 17:3). Y esto sólo se logra escudriñando las escrituras con la guía del Espíritu Santo. En el libro de los Hechos las personas se quedaban admiradas del “conocimiento profundo” que tenían de las escrituras unos simples pescadores (Hch 4:13). Debemos estar preparados para dar razón de nuestra esperanza a todo aquel que lo demande (1 Ped 3:15). Mi pueblo se pierde porque le falta conocimiento (Os 4:6). Por eso, abundan los “falsos maestros”, porque no hay creyentes como los de Berea, que todos los días examinaban las escrituras para ver si lo que les decían era verdad (Hch 17:11).
Preguntó ¿cómo evangelizan estas personas entonces?, ¿a qué salvador presentan?, ¿hablan del pecado, del arrepentimiento, del juicio venidero para el que rechace al glorioso redentor?, ¿Cómo van a valorar a Cristo, si ni siquiera saben de qué los rescató?…, como dicen ellos también, que predican sólo con su “testimonio”. El testimonio no convence a nadie. La Fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios (Rom 10:17), Dios dispuso salvar por la locura de la predicación (1 Cor 1:21). El testimonio simplemente respalda nuestras palabras.
No hay verdadera pasión por Cristo y Su Santa palabra. No hay verdadero dolor por las almas que se pierden todos los días, por eso no predican, y a los que lo hacemos, los llaman “religiosos y fariseos”, sin embargo, los religiosos y fariseos mataron a Jesús y a sus seguidores por que no soportaron la predicación del verdadero evangelio. No les importa cuando es atacado Cristo, sin embargo cuando uno de sus “ídolos” es atacado y expuesto por enseñar herejías, o por sus actitudes No cristianas, ahí si salen de primeros a defenderlos y excusarlos. ¡Qué contradicción!
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana
Comments