«Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó» (Éxodo 20:8-11).
“El cuarto mandamiento se refiere al tiempo de adoración. Dios debe ser servido y honrado diariamente, pero un día de cada siete debe dedicarse particularmente a su honor y gastarse en su servicio” (Matthew Henry).
Los judíos guardaban el día Sábado; los cristianos guardamos el día Domingo, en honor a la resurrección de Cristo. “Sábado” significa “reposo”, no significa “séptimo”.
1. ¡EL DÍA DE REPOSO JUDÍO!
“Las razones determinantes del cuarto mandamiento, son: el habernos concedido Dios seis días de la semana para nuestras propias ocupaciones; el haberse reservado para sí mismo una propiedad especial sobre el séptimo; el haber bendecido el día de descanso, y finalmente su propio ejemplo” (C. M. Westminster).
UN MEMORANDO (V8). “Acuérdate”, que fue instituido en la creación, después que Dios creara todo (Gn 2:3), antes de la Ley. Matthew Henry dice: “Leemos acerca de la bendición y santificación de Dios en el 7º día desde el principio (Gn 2:3). Esto no fue la promulgación de una nueva ley, sino el resurgimiento de una ley antigua”.
SU OBSERVANCIA (V9-10). El séptimo día es el día para guardar, después de 6 días de trabajo. Se debe guardar: 1. Como día de descanso, no debían hacer ningún tipo de trabajo o negocios en este día. 2. Como día santo, apartado para la honra del Dios santo y dedicarlo a santos ejercicios. Debía ser guardado con solemnidad, como fiesta solemne (Lv 23:2-3). Debían observarlo en la familia, el hombre, la esposa, hijos, sirvientes, extranjeros prosélitos, y animales. Fue hecho para beneficio del hombre (Mc 2:27; Mt 12:8).
LAS RAZONES DE OBSERVARLO (V11). Tiempo suficiente tenemos para nosotros en 6 días, el séptimo día sirvamos a Dios. Es el día de Dios, es el sábado del Señor tu Dios, no sólo instituido por él, sino consagrado a él. Diseñado como memorial de la creación del mundo. Era señal entre Dios y su pueblo Israel (Éx 31:13, 17). Dios nos ha dado ejemplo, después de 6 días de trabajo, descansó el séptimo día. Dios bendijo el día de reposo y lo santificó. Sin embargo, Israel se rebeló profanando los días de reposo que Dios les había dado por señal (Ez 20:12-13). Dios les había mandado santificar sus días de reposo (Ez 20:20). Y lo profanaron (Ez 20:21). Jerusalén menospreció el santuario de Dios profanando sus días de reposo (Ez 22:8). Israel y Judá profanaron sus días de reposo (Ez 23:38). Dios castigó a esa generación no dejando que entraran a la tierra prometida (Ez 20:15-16). Los esparció entre las naciones (Ez 20:23-24).
2. ¡EL DÍA DEL SEÑOR!
“Dios ha señalado particularmente un día de cada siete como día de reposo, para que sea guardado santo para Él; el cual desde el principio del mundo hasta la resurrección de Cristo fue el último día de la semana, y desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana, que es llamado el Día del Señor (en honor a la Resurrección de Cristo), y debe ser perpetuado hasta el fin del mundo como el día de reposo cristiano, siendo abolida la observancia del último día de la semana” (CBL 1689).
Ya había destellos de un cambio en este día en Deuteronomio 5:15, al hacer alusión a la liberación de la esclavitud de Egipto, así como sería nuestra liberación de la esclavitud del del mundo y satanás. Cristo resucitó un domingo (Jn 20:1). Con su resurrección nos liberó (Ro 4:25). Mayor es la gloria de la redención, que la gloria de la creación. En honor a su resurrección, la iglesia empezó a reunirse el domingo. Cristo es Señor del Dia de Reposo, por tanto puede cambiarlo (Mc 2:28). Quedó abolida la parte ceremonial del día de reposo (el día, ritos, sacrificios, etc.). Pero permanece la parte moral el día (sigue siendo un decálogo), el apartarse de las cosas terrenales, para dedicarse en exclusivo a las cosas del Señor. El Sábado judío era sombra de lo que iba a venir (Col 2:16-17). El Espíritu Santo vino en Pentecostés un domingo al estar reunida la iglesia (Hc 2:1-3). El primer día de la semana se reunían a partir el pan y escuchar la Palabra (Hc 20:7). Los domingos recogían ofrendas (1 Co 16:2). Los apóstoles iban los sábados a las sinagogas a predicar a los judíos, lo que muestra que al parecer no estaban guardando el sábado, como lo hacían el domingo (Hc 13:42).
Archibald A. Hodge: “Los cristianos primitivos llamaban a su propio día (daban preeminencia, obligación exclusiva): “el Día del Señor”, “el primer día de la semana”, “el octavo día” y, en su comunicación con los paganos, llegaron a llamarlo, como lo hemos hecho nosotros, según su antiguo uso popular: “dies solis”: “domingo”… todos se definen como aplicándose al día después del día de reposo judío o al día en que Cristo resucitó”.
Richard Baxter: “Ha sido la práctica constante de todas las iglesias de Cristo en el mundo, siempre desde los días de los apóstoles, hasta este día, reunirse para la adoración pública en el día del Señor, como un día apartado para ello por los apóstoles. Tan universal era este juicio y práctica que no hay ninguna iglesia, escritor o hereje que recuerde haber leído, que pueda probarse que haya siquiera disentido de él o lo haya contradicho hasta tiempos recientes”.
3. ¡SANTIFICADLO!
“El día de reposo (cristiano) se guarda santo para el Señor cuando los hombres, después de la debida preparación de su corazón y de haber ordenado de antemano todos sus asuntos cotidianos, no solamente observan un santo descanso durante todo el día de sus propias labores, palabras y pensamientos acerca de sus ocupaciones y diversiones seculares, sino que también se dedican todo el tiempo al ejercicio público y privado de la adoración de Dios, y a los deberes que son por necesidad y por misericordia” (CBL 1689).
“Dado que nuestro día de reposo no es exactamente como el de ellos, sino similar sólo en una proporción apropiada, nuestra santificación del Día del Señor, no es, en todos sus detalles, lo mismo que se requería de los judíos. Guarda una proporción que tiene que ver con las cosas que no son ceremoniales ni son una carga para nuestra libertad cristiana” (Ezekiel Hopkins).
Entonces, ¿cómo debemos guardarlo?
1. DEBEMOS ABSTENERNOS DE HACER NUESTRA VOLUNTAD, PARA DELEITARNOS EN LAS COSAS SANTAS (Is 58:13-14). “El cuarto mandamiento prohíbe la omisión o cumplimiento negligente de los deberes exigidos: la profanación del día por la ociosidad, o por hacer lo que es en sí pecaminoso, o por innecesarios pensamientos, palabras u obras respecto a nuestros empleos o recreaciones mundanas… Hemos de santificar el día de reposo, absteniéndonos en todo este día, aún de aquellos empleos o recreaciones mundanales que son lícitos en los demás días; y ocupando todo el tiempo en los ejercicios públicos y privados del culto de Dios (incluyendo obras de necesidad o de misericordia)” (C. M. Westminster). Hagamos como Juan, que estaba en el Espíritu en el día del Señor, cuando Cristo le reveló Apocalipsis (Ap 1:10).
2. NO DEBEMOS TRAER CARGA AL DÍA DE REPOSO, COMO COMPRAR, VENDER, O HACER NEGOCIOS (Neh 13:15-22). En tiempos de Amós los codiciosos, querían que pasara el día de reposo para poder abrir sus negocios (Am 8:4-6). Si es esclavo de un trabajo que le impide guardarlo bien, procure liberarse; si ya se libró de un trabajo así, no busque de nuevo un trabajo así, no vuelva atrás; si es joven, o está buscando, no busque una profesión o trabajo así (1 Co 7:21-23). No debemos vender ni hacer negocios en el Dia del Señor; tampoco debemos comprar, pues así, promovemos el comercio en este día, lo cual condenó Nehemías.
3. DEBEMOS HACER LAS OBRAS DE DEVOCIÓN, PROPIAS DEL DÍA DEL SEÑOR. Los sacerdotes trabajan en la obra de Dios, matando, despellejando, dividiendo, hirviendo, quemando los sacrificios en el Templo (Mt 12:5-6). Asimismo para los pastores, el día del Señor, es el mayor día de trabajo de la semana (Sermón, predicar, exhortar, edificar, orar, enseñar y leer la Biblia, cantar, servir). Los miembros también hacen muchas de estas cosas, como la iglesia neotestamentaria, que se reunían a partir el pan, escuchar la Palabra, recoger ofrendas, cantar, tener comunión, servir, evangelizar, etc. Cristo iba en día de reposo a la sinagoga a predicar (Lc 4:16).
4. PODEMOS HACER OBRAS DE NECESIDAD, NECESARIAS, O BENEFICIOSAS. Los discípulos de Cristo recogieron espigas para calmar el hambre (Mt 12:1-4). Podemos hacer obras que sin las cuales no podríamos subsistir, o subsistir bien, como comer, calentar o preparar alimentos, desplazarse, arreglarse, cuidar la salud; en caso de un incidente, que pueda afectar nuestras vidas o pertenencias, podríamos, si las circunstancias lo ameritan, ir a una clínica, a la policía, a una autoridad civil, a los bomberos, etc.
5. DEBEMOS DEJAR TODO LISTO DESDE EL DÍA ANTERIOR (Éx 16:22-23). Cosas relacionadas con el cuerpo, la casa, lo material, el trabajo, negocios, etc. Seís días tenemos para dejar todo listo. Debemos asegurarnos de prepararnos lo mejor posible el día del Señor y que nada entorpezca nuestras almas en ese día. Por eso Dios castigó al hombre que recogió leña en el día de reposo (Nm 15:32-36).
6. PODEMOS HACER EL BIEN, OBRAS DE MISERICORDIA. Jesús sanó al hombre de la mano seca (Mt 12:9-13). En casa de un gobernante, en sábado, sanó a un hombre hidrópico (Lc 14:1-5). Podemos salvar una vida, aliviar el dolor de alguien, sanar enfermos, ayudar al necesitado, hacer algún favor especial, dar de comer a los animales si tenemos, pagar alguna deuda al prójimo, sanar un alma (consolar, exhortar, reprender, orar). La circuncisión en el día de reposo, mostraba que podemos y debemos hacer el bien en este día (Jn 7:23). Sin embargo, por “hacer el bien”, no busquemos excusas para dejar de congregarnos.
Hermanos, somos extranjeros traídos al Pacto, guardemos su día (Is 56:6-7). Su día será guardado acá hasta que vuelva (Is 66:22-23). ¿Ya está en el reposo de Cristo? Si en verdad es así, tendrá reposo eterno (He 4:9-10). Si no, procure entrar rápido (He 4:9-11). Entréguese al reposo de Cristo (Mt 11:28).
¡Acuérdate del Dia de Reposo! “Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo 18 de Febrero de 2024: CUARTO MANDAMIENTO: "ACUÉRDATE DEL DÍA DE REPOSO".
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