«y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará» (Mateo 24:12)
La maldad aumentará conforme se acerca la venida de Cristo. El aumento de la maldad, incluyendo en la iglesia, hará que el amor a Dios de muchos creyentes se enfríe.
1. La multiplicación de la maldad
Habrá aumento de falsos cristos, falsos profetas, guerras, rumores de guerras, pestes, hambres, terremotos, persecución (Mt 24:4-12). Empezaron a suceder en ese momento y continúan incrementándose hasta el final, hasta que sea predicado el evangelio a todo el mundo y “entonces vendrá el fin” (V14). Esto es claramente verificable también en la historia y la realidad actual.
Los 4 primeros sellos de juicio en apocalipsis fueron desatados por Cristo a la humanidad (Ap 6:1-8). El caballo Blanco, sale cuando nace el Papado, con su falso evangelio de paz, y un arco y corona para vencer, creció en poder, y aunque disminuido desde tiempos de la Reforma, hoy su herida mortal ha sido sanada (Ap 13:3), y ha revivido de las tinieblas en este último tiempo. Al caballo bermejo, se le dio poder para quitar la paz de la tierra con una gran Espada; vemos guerras sin parar en la historia hasta hoy. El caballo negro, con su balanza, afecta la economía, los precios se inflan, excepto el aceite y el vino, es decir, el evangelio de la Gracia de Dios se sigue adquiriendo sin dinero. El caballo amarillo, con la muerte y el Hades, sale con la espada (guerras), desata hambre (pobreza), mortandad (plagas, virus, enfermedades) y las fieras de la tierra (persecución-iglesia). ¿No vemos estos sellos desatados en la historia, y aumentando hasta el día de hoy?
El mundo antes que Cristo vuelva será como en los días de Noé, comiendo, bebiendo, casándose, distraídos en lo terrenal, sin entender el juicio de Dios (Lc 17:26-27; Mt 24:37-39). Era grande la maldad de esa generación entregada a los placeres temporales del mundo; una sociedad pervertida, inmoral, libertina, maldita por Dios, los designios de su corazón inclinados al mal (Gén 6:4-7). ¿No es nuestra sociedad igual, incluso peor? Con leyes cada vez más contrarias a la Biblia, una sociedad que no entiende. Será también como en los días de Lot, comiendo, bebiendo, comprando, vendiendo, plantando, edificando, en la tierra (Lc 17:28-30). Como Sodoma, con soberbia, saciedad de pan, abundancia de ociosidad, sin misericordia, abominable (Ez 16:49-50). Una sociedad pervertida, inmoral, desde el mas pequeño hasta el mayor, que aborrece al pueblo de Dios, sin justos; su pecado llena la copa de Dios (Gén 18:20, 32; 19:4-13). ¿No es nuestra sociedad igual, incluso peor?
Una sociedad apartada de Cristo. Con apariencia de piedad: Religiosa, pero llena de pecado e iniquidad, aún en la iglesia, tiempos peligrosos (2 Tim 3:1-5). ¿No vemos esto cada vez más marcado? La maldad aun en los niños desobedientes, el moralismo, las falsas religiones, el falso cristianismo, los falsos maestros. Una sociedad buscando paz y seguridad: Buscando desesperadamente bienestar, fuera de Cristo, en tinieblas (1 Ts 5:2-6). ¿No vemos al mundo buscando paz y seguridad? Exigiendo al Estado benefactor “derechos”, distraída en esto, con miedo a morir. Una sociedad con la apostasía en aumento: En cabeza del Papado, del hombre de pecado, unidos a Él en sus engaños (2 Ts 2:3-4, 9-11). ¿No vemos cada vez más al Papa engañando al mundo? Ecumenismo, falso cristianismo, apostasía en el protestantismo, protestantes que ya no protestan contra la Ramera, al contrario, se unen en sus mentiras, los defienden, justifican y toleran. Una sociedad sin profetas: La sana doctrina será escasa, difícilmente se encontrarán iglesias o pastores a quien acudir (Am 8:11-13). ¿No vemos la iglesia visible cada vez más llena de apostasía? Falsa doctrina, herejías, falsos maestros, engañadores, ovejas descarriadas, sin saber a dónde ir. Una sociedad sin Fe: Cristo vendrá en un momento en el cual la Fe prácticamente no será hallada (Lc 18:7-8) ¿No vemos un mundo sin Fe? Ateísmo, agnosticismo, cristianos incrédulos dudando/negando doctrinas fundamentales (Creación, 2ª Venida, Cristo único camino, infierno)
¡Se ha multiplicado la maldad!, aun en la iglesia visible. Es una generación maligna y perversa, pero debemos andar sin mancha, alumbrar (Fil 2:15-16)
2. El amor se enfriará
Dios reprendió a Jerusalén por infiel, por olvidarse de Él, de amarlo, e irse tras la vanidad, andando en lo que no aprovecha (Jer 2:2-9). Aunque fueron fieles al principio, en medio del desierto, en tierra no sembrada, despoblada, seca, en de sombra de muerte, perseguidos por los enemigos, y llevados a una tierra de abundancia; no obstante, contaminaron la tierra, sus sacerdotes no buscaron al Señor, sus Pastores se rebelaron, sus profetas profetizaron en nombre de Baal. Se olvidaron del amor de su desposorio, de su juventud, del primer amor. Muchos hoy se olvidaron de su arduo trabajo y paciencia del principio por amor de Su nombre, de su combate a muerte contra los ministros de Satanás, de sus sufrimientos sin desmayar, se olvidaron de su primer amor (Ap 2:2-4) Cuidado, ¡El amor de muchos se enfriará!
Cuidado con una religión externa. Cuidado con confiar en los ritos y ceremonias como requisito para la salvación y la sana doctrina (Formalidad, coberturas, títulos, confesionalismo, bautismo, lenguas, sacramentos), con una religión sacramental, no del corazón, con una “fe” sin amor. ¡No sea y caiga de la Gracia, que nada de esto nos estorbe! (Gál 5:4-9). Cuidado con servir al “dios” dinero, ir tras lo material, el yo, la justicia propia, por encima de Cristo (Lc 16:13-15). Cuidado con confiar en su moralidad, no ver su inmundicia y pecaminosidad pasada, por haber llegado al cristianismo siendo moralmente correcto; esto puede llevarlo a una entrega parcial, pues al que poco se le perdona, poco ama (Lc 7:44-47). Cuidado en afirmar su fe en acciones y evidencias externas; de nada sirven los dones, profetizar, la elocuencia, la erudición, el conocimiento, ayudar al necesitado, ser incluso un mártir, si no tenemos amor a Cristo (1 Cor 13:1-3).
3. ¿Nuestro amor se enfriará?
Iglesia ¡El amor de muchos se enfriará! ¿Nuestro amor se enfriará también?
El amor a Dios se resume en los primeros cuatro mandamientos de la Ley. El gran mandamiento, amarlo sobre todas las cosas (Mt 22:36-38). Quien lo ama, guarda sus mandamientos, quien no obedece Su Ley es porque no lo ama (Jn 14:15, 23-24). Quien lo ama, lo obedece libremente, no por temor, bajo yugo, pesadamente, si no, por amor (1 Jn 4:18-19). Quien ha sido salvo, es impulsado por el amor de Cristo, a vivir para Él, no para sí mismo (2 Co 5:14-15). Quién ha conocido a Cristo, tiene este mundo por basura, no le importa perderlo todo por amor a Él (Fil 1:8-9). Quien no ama a Cristo nos es de Su Pueblo, es maldito, anatema (1 Cor 16:22).
Perseveremos en amarlo. Seamos fieles, aunque el amor de muchos se enfríe, no hagamos lo mismo. Solo el que persevere hasta el fin, será salvo (Mt 24:13-28). ¡El amor de muchos se enfriará! Aunque veamos una iglesia fría, sin fruto, ovejas dispersas, nosotros desechados, excluidos, la higuera sin florecer, casi consumida por las puertas del hades, seamos fieles, amemos al Dios de nuestra salvación (Hab 3:17-18). Muchos serán infieles, nosotros muramos por Él, vivamos para Él, suframos por Él, no lo neguemos, nos recompensará (2 Tm 2:11-12). Anunciémoslo sin temor en esta generación adúltera y pecadora, si no, Él nos negará en el Dia del Juicio (Mc 8:38). Seamos pacientes, perseveremos contra los ataques del reino maldito, seamos valientes, fieles, ya descansaremos perpetuamente (Ap 14:12-13). Aunque el amor de muchos se enfríe, nosotros digamos “Mi amado es mío, y yo suya…” (Cant 2:16). Pidamos a Dios que nuestro amor a Él abunde más y más, para dar frutos de justicia, para obedecerlo fielmente (Fil 1:9-11). Pidamos al Señor que encamine nuestros corazones a amarlo (2 Ts 3:5).
Iglesia, si nos hemos enfriado, recordemos nuestro amor y celo del principio, no vaya y sea quitado nuestro candelero (Ap 2:5-7). Se lo hemos negado, lloremos amargamente como Pedro, y digamos “Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo” (Jn 21:17). Estamos persuadidos de cosas mejores, Dios no se olvida de nuestro amor; si realmente lo amamos, Él es fiel, no nos abandonará, seamos fieles, perseveremos hasta el fin (Heb 6:9-12). Todo acabará, pero el amor nunca acabará (1 Cor 13:8).
Iglesia, ¡El amor de muchos se enfriará! ¿El nuestro también? ¿Heredaremos sus promesas? ¿Será quitado el candelero? ¿Seremos de estos? “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana
Escucha el sermón del domingo (18 de Octubre de 2020): «¡EL AMOR DE MUCHOS SE ENFRIARÁ!»
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