“Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros” (Josué 7:13).
1. El anatema en medio de los israelitas
Los israelitas habían conquistado Jericó, sin embargo, alguien del pueblo, Acán, había tomado del botín. Dios manda a Josué a hacer una investigación e identificar quién lo había hecho. Le dice que solo cuando el anatema sea quitado, podrán hacer frente a sus enemigos.
Los israelitas fueron derrotados por los de Hai (V1-5). Cuidado con confiarnos, el amor al mundo, permitirnos pecados, abusar de la Gracia. ¡Seremos vencidos! Josué lamentó las derrotas enemigas, lamentó la deshonra de Dios, se humilló (V6-9). Debemos lamentar que Dios sea deshonrado, que su nombre sea blasfemado, tengamos celo por su casa, y seamos exigentes con nuestros pecados. Dios ordena a Josué que investigue quién tomó el anatema (V10-15). Actuemos contra el pecado ¡Dios pide una investigación! ¿Hay anatemas en nuestras vidas, hogares, e iglesia? ¿Hay cosas que no hemos sacado? ¿Pecados sin confesar? ¿Estamos también como en tiempos de Ezequías con muchos en la congregación sin purificarse? (2 Cr 30:17-20).
2. ¿Tenemos anatemas?
Debemos examinar que está estorbando nuestro caminar, qué anatemas tenemos. Esto no solo lo afecta a usted, también su hogar e iglesia.
Cuidado con las raíces de amargura: estorban, pueden llevar a la apostasía (Heb 12:12-17). ¿Tenemos odio, rencor, falta de perdón, resentimiento, envidia, celos, contiendas, homicidios en el corazón, frustraciones, tristezas, amargura por dejar cosas terrenales, sueños, proyectos, amigos, o el mundo? Tiene anatemas en su alma, cuidado, no sea que estas cosas lo estorben, contaminen, y sea desechado como Esaú.
Cuidado con las piedras (temor, cobardía): hacen tropezar al venir la persecución (Mt 13:20-21). Cuando empezamos a predicar se levanta familia, amigos, conocidos, el Estado, leyes contra nuestra libertad. ¿Tememos a estas cosas? ¿nos ponen a dudar, pensar? ¿creemos exagerar? ¿Sucumbiremos? Hay anatemas en su vida, tenga cuidado, debe quitar esas piedras, de lo contrario, tropezará.
Cuidado con los espinos (avaricia, codicia): ahogan la palabra y la hace infructuosa (Mt 13:22). ¿Estamos ahogados, con deseo de poseer, tener, éxito profesional, estatus, ¿tememos la escasez, la pobreza? ¿Estas cosas son sus mayores preocupaciones? ¿Por lo que más ora, piensa, habla, se preocupa? Tiene anatemas, mucho cuidado, quite esos espinos que lo están ahogando, pues seguirá estéril.
Cuidado con la levadura de los fariseos, la hipocresía: se opone a la verdadera santidad, no permite crecer (Lc 12:1-2). Cuidado con la apariencia de piedad, el moralismo, la religión externa, en confiar en el formalismo, sacramentalismo, coberturas, denominaciones, títulos, elocuencia, el buen nombre, el reconocimiento, las buenas obras. ¿Su confianza está en esto? ¿Prefiere esto que morir a su pecado? ¿Confunde moralismo con santidad? Tiene anatemas, no confíe en lo externo, muera, entréguese a Cristo de corazón, todo saldrá a la luz.
Cuidado con la mundanalidad secreta: con participar de las obras de las tinieblas (Ef 5:3-13). Fornicación, Inmundicia, malos pensamientos, malas palabras, adulterios, fornicaciones, perversiones, lujurias, avaricia, amor al dinero, la codicia, Idolatría, malas conversaciones, palabras deshonestas, mentiras, engaño, falsos testimonios, chismes, murmuración, necedades, tonterías, sandeces, banalidades, chistes groseros, el doble sentido, las truhanerías, trampas, engaños. ¿Se deleita en estas cosas secretamente? ¿Cuándo no lo ven en la iglesia? ¿ríe, conversa, piensa, lo tolera en otros? ¿Qué diferencia hay con el mundo? Tiene muchos anatemas, cuidado, es vergonzoso que lo haga, no participe de las obras de las tinieblas, no los tolere, repréndalos, ande como hijo de luz.
Cuidado con pecados secretos, con estos anatemas, lo destruirán. Judas estaba en la iglesia, con el Señor, aparentaba preocupación por los pobres, pero robaba en secreto, era avaro (Jn 12:5-6). ¿Estamos haciendo estas cosas en secreto, hipócritamente? ¿Tenemos raíces de amargura, cobardía, avaricia, apariencia de piedad, inmundicia de corazón y pensamiento, mundanalidad secreta? ¿Las alberga en su corazón? ¿Lo dominan? ¿No lo dejan avanzar? ¿lo tienen estancado espiritualmente? ¿Tiene una doble vida? ¿No quiere arrepentirse? “Anatema hay en medio de ti, Israel”. Lo están consumiendo, contaminará la iglesia y su hogar, lo van a llevar a la muerte, como a Judas.
3. ¡El anatema debe ser quitado!
¡Debemos quitar el anatema! De lo contrario no podemos esperar victorias contra nuestros enemigos, no podremos enfrentar eficazmente el pecado, a Satanás y el mundo. Si los toleramos, estamos en la carne, moriremos (Rom 8:13). No podremos resistir a Satanás, nos hace presa fácil de él (1 P 5:8). No podremos vencer al mundo, es traición al Señor, como hizo Acán; nos hacemos enemigos de Dios (Stg 4:4). Nuestro hogar, iglesia y vida se arruinarán si no sacamos esas pequeñas zorras (Cnt 2:15). No podremos combatir contra los enemigos de la iglesia, el mundo, seremos hollados por ellos (Mt 5:13). ¡El anatema debe ser quitado!, de lo contrario “no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros”.
Saquemos todo anatema: saquemos todo lo que estorbe de nuestras vidas, familias e iglesia, como hicieron los hechiceros que se convirtieron (Hc 19:18-20). Saquemos del corazón: amor al mundo, idolatría, vanagloria, superstición, falsa doctrina. Saquemos del hogar: lo que tenga inmundicia, películas, música, libros, colecciones, pornografía, tv, recuerdos, ídolos, saquemos iras, peleas, rebeldía en nuestros hijos, saquemos la mentira y la hipocresía. Saquemos de la iglesia: doctrinas erradas, prácticas erradas, superstición, tibieza, pecado. ¡El anatema debe ser quitado!
No traigamos nuevos anatemas: a nuestras vidas, casas, iglesia, no podemos permitirlos, es aborrecible al Señor (Dt 7:25-26). ¿Qué estamos trayendo a nuestras vidas?: ¿malos pensamientos, amistades, conversaciones, lecturas, música, hobbies, deleites? ¿permitimos tibieza, adulterios de corazón, fornicación, inmundicia?… ¿Qué estamos trayendo al hogar?: ¿pecado, mundo, banalidad, vanagloria, sueños, proyectos, tibieza, herejías, confusión?… ¿Qué estamos trayendo a la iglesia?: herejías, falsa doctrina, estrategias mundanas, consejos humanos, mundo, moralismo, tibieza, oraciones frías (afectan hogar e iglesia). ¡El anatema debe ser quitado!
Guardémonos de los falsos maestros: Un poco de sus falsas doctrinas, nos pueden llevar a la apostasía (Mt 16:6, 12). Guardémonos de la levadura de los Fariseos: formalismo, moralismo, erudición sin corazón, lo ceremonial, sacramental, lo externo. Cuidado, no nos dejemos engañar y seducir por su aparente piedad. Son sepulcros blanqueados, limpios por fuera, pero por dentro llenos de huesos muertos, inmundicia, hipocresía e iniquidad, generación de víboras que no escaparán a la condenación del infierno (Mt 23). Guardémonos de la levadura de los Saduceos: antinomianismo, libertinaje, mundo, tibieza, intelectualismo, doctrinas novedosas. Cuidado, no nos dejemos engañar, prometen libertad, pero son esclavos de corrupción (2 P 2:19), está reservado la más densa oscuridad (Jud 1:3, 10, 13). Saquemos estos anatemas, sus enseñanzas, apartémonos de ellas y ellos, no los escuchemos, desechémoslos, ¡A estos evita! ¡El anatema debe ser quitado!
Debemos sacar al pecador obstinado en la iglesia: mancha la iglesia del Señor, debe ser sacado de en medio (1 Cor 5:1-11). No se puede tolerar al practicante del pecado: el fornicario, avaro, idólatra, maldiciente, borracho, ladrón. No nos envanezcamos, utilicemos los métodos de Dios. ¡El anatema debe ser quitado!
Examinémonos: veamos graves nuestros pecados, mortifiquémoslos; no condenemos en otros lo que también hacemos, tengamos real amor fraternal; saquemos orgullo, justicia propia, odio, celos, nuestra propia viga, entonces veremos bien para sacar la paja del hermano (Mt 7:3-5), ayudaremos a edificar a otros, para que crezcamos en la Gracia. Hagamos una investigación minuciosa en nuestras vidas, examinémonos, pidamos la ayuda del Espíritu Santo, identifiquemos los anatemas, y quitémoslos. ¡El anatema debe ser quitado!… No seamos obstinados…
De todos modos, Dios sacará el anatema: el pecado no quedará impune, como con Acán (Jos 7:24-26). No hay pecado secreto para Dios. Un pecado secreto en la tierra es un escándalo en el cielo. Los pecados de algunos saldrán tarde o temprano acá (1 Tim 5:24). Es preferible que así sea, hay esperanza. Saquemos los anatemas acá, y no que sean expuestos en el Dia del Juicio (Rom 2:16).
Todo anatema debe ser quitado de nuestras vidas, hogares e iglesia, de lo contrario no podremos hacer frente a nuestros enemigos. Busquemos diligentemente, hagamos una investigación. “Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque JHV el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana
Escucha el sermón del domingo (15 de Noviembre de 2020): «¡EL ANATEMA DEBE SER QUITADO!»
Comments