«Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles» (Apocalipsis 17:14).
Hendriksen & Kystemaker comentan: “Es un lenguaje de seguridad, porque Cristo, al haber triunfado sobre Satanás con su muerte y resurrección, es el vencedor. Cuando las fuerzas que lidera el Anticristo libran la guerra contra el Cordero, están condenadas a una derrota aplastante. El tiempo futuro de este verso no es una simple profecía, es una garantía de lo que va a suceder. El nombre Rey de reyes denota soberanía y autoridad; el nombre Señor de señores significa majestad y poder. Todo gobernante, toda nación y pueblo le están sujetos; y cualquiera que pertenezca a un mundo angélico, como a la humanidad que decide luchar contra él, se enfrenta a una batalla perdida y a destrucción total. “Y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”. Dios espera que ellos muestren gratitud por su gracia al elegirlos. Ellos confían en él al aceptar su palabra en fe y muestran su amor por él al obedecer fielmente sus preceptos… “los que están con él”, indica que los santos están en la presencia del Señor. Y debido a que el Señor es victorioso, ellos comparten su victoria. Son los vencedores que reciben sus bendiciones y heredarán todas las cosas (Apoc. 15:2; 21:7)”.
1. Pelearán contra el Cordero.
Los reinos de la tierra, sus reyes y súbditos, la ramera religiosa, son enemigos de Cristo, pelean contra el Cordero.
El Cordero es el Señor Jesucristo, de quien se habla varias veces en el Nuevo Testamento. Juan el Bautista vio a Cristo y proclamó que era el Cordero de Dios que quitaba el pecado del mundo (Jn 1:29). El apóstol Juan lo vio en la visión celestial como un Cordero inmolado (Ap 5:6). Los millones de ángeles en el cielo le cantan a gran voz por su Gloria (Ap 5:12). El Cordero fue el único digno de abrir los sellos (Ap 6:1). Su pueblo clama al que está sentado en el Trono y al Cordero, por la salvación y gloria eterna (Ap 7:9-10). El Cordero se para como Cabeza y Rey de la iglesia (Ap 14:1). En el Libro de la Vida del Cordero está escrito su pueblo, no están escritos los que adoran a su contendor, a la Bestia, al Anticristo (Ap 13:8).
La Bestia y su reino pelearán contra el Cordero y Su reino. En Daniel y Apocalipsis la Bestia hace guerra contra los santos y los vence (Dn 7:21; Ap 11:7-8). Habla blasfemias contra Él, Su tabernáculo, hace guerra a su pueblo (Ap 13:6-7). Los reyes de la tierra sirven a la Bestia, pelean contra el Cordero (V12-14). Los reyes y gobernantes de la tierra se levantan contra Jehová y contra Su Ungido (Sal 2:2-3). Estado, políticos, reyes, poderosos, Organismos Internacionales (ONU, OMS, FMI, BM), elites, globalismo, promueven leyes opuestas a las leyes del Cordero (Familia, predicar libremente, aborto, Lgbti, adoctrinamiento en escuelas: Psicología, Humanismo, progresismo, ciencia como Dios, dictadura sanitaria, control de alimentos, qué comer y qué no, población desarmada, idolatría a animales, manipulación con el cambio climático, leyes fascistas con la pandemia, congregarse es peligroso). Son solapados e hipócritas, con la excusa de la ayuda social, el bien común, cuidar nuestra salud, darnos educación, proteger la vida, pero violando cada vez más nuestras libertades. Así persiguen al pueblo de Dios. Deberían ser servidores y vengadores de Dios, infundir temor al malo, no al pueblo de Dios (Rm 13:3-4). Hasta que Cristo vuelva estarán en guerra contra el Cordero (Ap 19:19). Los reyes de la tierra son gobernados por todo el imperio del mal, por la trinidad satánica con sus tres espíritus inmundos (Ap 16:13-14).
La falsa religión, la ramera, junto a ellos, pelea contra el Cordero, se pasa por buena pero habla como dragón, y hace que el mundo se oponga a Cristo (Ap 13:11-12). Ecumenismo papal, uniendo todas las religiones y filosofías contrarias a Cristo. Como manso Cordero promueve unidad, tolerancia, respeto, amor, paz, misericordia, pero niega al Cordero, como único camino de Salvación. Ha perseguido a los verdaderos cristianos por siglos, y perseguirlos a ellos, es perseguir a Cristo (Hc 9:1-5). Los falsos maestros, hijos de la ramera, son enemigos del Cordero (Fil 3:18-19). Predican varios caminos, varias cruces, otros redentores; enseñan un falso cristianismo (sin cruz).
No solo los Reyes malos, la ramera religiosa, los falsos maestros pelean contra el Cordero. También el impío, inconverso, idólatra, mundano, moralista, ateo, agnóstico, el indiferente, tibio, light, el falso creyente. El que no ha nacido de nuevo, el que no vive por y para el Cordero. El mundo adora a la Bestia y su reino del mal, por tanto pelea contra el Cordero (Ap 13:8). Todo el que no está con y en Cristo, es enemigo de Cristo (Mt 12:30). Todos los que no sirven a Cristo, están contra Él, no se han querido someter a Él, están en guerra, no han pedido condiciones de paz, no han hecho la paz con el Cordero. El mundo es enemigo del Cordero, porque Cristo le muestra su maldad (Jn 7:7). Están cautivos bajo el lazo del Diablo, adoran a la Bestia, se rinden a los reyes, su rey es el César, no Cristo, están embrujados con las mentiras de la ramera.
Todo estos son enemigos de la cruz de Cristo, pelean contra el Cordero, su fin es perdición.
2. El Cordero los vencerá.
La victoria del Cordero está asegurada, el vino y venció en la cruz a todos los principados y potestades, venció al Diablo y su imperio de la muerte, y terminará de someter bajo sus pies a todos sus enemigos. El Cordero vencerá a todos sus enemigos.
Él venció en la cruz a sus enemigos, por nosotros (1 Cor 15:25-26). Él venció al Diablo al venir (Hb 2:14). Vencerá a todos los reyes de la tierra que se oponen a Él (Sal 2:4-9). Se levantará el Reino del Cordero y los desmenuzará y destruirá, y su reino prevalecerá para siempre (Dn 2:44-45). Vencerá a la ramera religiosa, quedará desolada y desnuda, traicionada incluso por la Bestia y los reyes de la tierra, la que los había embrujado a ellos y al mundo con sus fornicaciones, para perseguir al pueblo de Dios (V15-18). Vencerá a todo el reino del mal, los juzgará con justicia, con la Espada que sale de su boca los herirá (Ap 19:11-15). Todos los que no se entregaron a Cristo, reyes, lideres religiosos, falsos creyentes, hipócritas, mentirosos, idolatras, mundanos, libertinos, los que nunca nacieron de nuevo, serán juzgados por el Cordero (1 P 4:5). Serán vencidos por el Cordero si no se arrepienten, prediquémosles (2 Tm 4:1-2). Todos sus enemigos serán vencidos, incluso la muerte (1 Cor 15:25-26).
El Cordero es Señor de señores, y Rey de reyes, y vencerá a todo rey y señor de la tierra. Juan utiliza para Cristo, lenguaje del Antiguo Testamento que exalta al Señor Dios Todopoderoso como único Dios y Rey (Dt 10:17; Sal 136:3; Dn 2:47). Dios ha puesto Su Rey sobre Sion (Sal 2:6). Ya no vendrá manso como Cordero inmolado y humillado por los hombres, ahora vendrá como el León de la tribu de Judá a juzgar al mundo, se despertará su ira, y ejercerá todo su poder. Los reyes, señores, y grandes de la tierra se esconderán de él (Ap 6:15-17). Todos los reyes de la tierra, todos los señores del mundo, la Bestia, el falso profeta, todos serán devorados por el justo furor del Rey de reyes y Señor de señores (Ap 19:16-21). Los reyes y jueces de la tierra deberían servir a Cristo, obedecer sus leyes, promoverlas, y como no lo hacen, deben temer a su furor (Sal 2:10-12).
Si no se arrepienten y someten al Rey de reyes y Señor de señores, tarde o temprano serán destruidos con el resplandor de su Venida, destrucción repentina les vendrá, su destrucción no tarda, el Cordero los vencerá. Es el Soberano, inmortal, que habita en luz inaccesible, Rey de reyes y Señor de señores, es el Cordero Vencedor (1 Tm 6:15-16).
3. Los que están con el Cordero.
Su pueblo es llamado, elegido, por tanto es fiel. Son llamados a esta guerra, equipados para ella y serán fieles en ella. Estos son los que están con Él.
Están escritos en el Libro de la Vida del Cordero, a diferencia de los que adoran a la Bestia y su reino (Ap 17:8). El Cordero hará juicio, quitará todo dominio a sus enemigos, los destruirá y arruinará, y dará el Reino eterno a su pueblo (Dn 7:21-22, 26-27). Hagamos firme nuestra vocación y elección (2 P 1:10). Fuimos elegidos y predestinados para ser a la imagen del Cordero, y llamados para salvación y gloria (Rm 8:29-30). Dios nos escogió desde antes de la fundación del mundo para ser sus hijos por medio del Cordero (Ef 1:4-5). Venceremos sobre la Bestia y su reino (Ap 15:2). Reinaremos con Cristo (Ap 20:4). Heredaremos todas las cosas (Ap 21:7). Hemos creído en el Cordero, tenemos la fe que vence al mundo (1 Jn 5:4-5). Estas son palabras de ánimo para los llamados y elegidos, para que seamos fieles, valientes, y no lo neguemos. Cristo ya venció, y nosotros somos más que vencederos por medio del Cordero (Rom 8:35-37).
¿De qué lado está? ¿Del lado del Cordero o del lado de sus enemigos? ¿del Reino de Cristo o del reino del Anticristo? ¿Es usted fiel a Cristo? Asegúrese de estar contado entre sus llamados, elegidos y fieles. ¿Será hallado entre los vencedores o entre los enemigos del Cordero? ¿Será hallado entre los fieles a Él? ¿Nos rendiremos ante los enemigos del Cordero? ¿Sucumbiremos, desmayaremos?
No importa lo que nos hagan, estamos del lado del Cordero Vencedor, ellos están destinados a perder, nosotros predestinados a vencer. “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo (14 de Noviembre de 2021): «¡EL CORDERO VENCEDOR!».
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