«Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis» (Génesis 3:4)
La serpiente engañó a nuestros primeros padres para que desobedecieran al mandato de Dios. Pecaron y su consecuencia fue la muerte a toda la raza humana. El hombre debe volver a la vida. La Serpiente quiere que pequemos, que desobedezcamos los mandamientos de Dios (Gén 3:1-6). Satanás nos quiere tentar. Es muy astuto. Busca hacernos dudar de los mandatos de Dios, de Su Ley, de la Biblia. Quiere convencernos que desobedecer la Ley de Dios no es pecado, y que no hay consecuencias. Nos presenta el pecado como algo bueno, agradable, y codiciable. Nos lleva negar la Ley de Dios, a desobedecerlo, y a pecar; y también a hacer pecar a otros, como Eva con Adán. Pero si hay consecuencias, la muerte (Gn 3:7-8).
La serpiente mintió. Dios dijo la verdad. El hombre desobedeció al mandato del Señor, fueron abiertos sus ojos, conocieron el bien y el mal, tienen conciencia, la cual los deja sin excusa delante del Señor. Ahora el hombre está desnudo delante de un Dios tres veces Santo que todo lo ve, se quiere esconder de Él, quiere evitarlo, pero no puede, quiere cubrir la desnudez de su pecado con sus obras de justicia, y no es posible. El hombre ha sido expulsado del Reino de la vida al reino de la muerte; y debe volver allá, de lo contrario morirá eternamente. “No moriréis”, este es el gran engaño de la Serpiente. Que podemos desobedecer al Señor, ignorar sus mandamientos, desecharlo, y no hay consecuencias. Quiere al final negar la necesidad del Salvador. Que el hombre pecó, y que morirá eternamente en el infierno, a menos que vaya a la fuente de Vida y redención. ¡Amigo, vaya a Cristo!
La serpiente engaña al mundo, esa es su función, fue arrojada a la tierra junto con sus ángeles (Ap 12:9). Lo hace mediante TV, radio, cine, periódicos, revistas, publicidad, educación, el gobierno, la moralidad, las religiones, e incluso con la iglesia. La serpiente oculta la luz del Evangelio, la Verdad (2 Cor 4:3-4). Roba la Palabra sembrada (Mt 13:19). Dice: No moriréis así no creas en Cristo. Mentiras de la Serpiente, “Si moriréis”, si no cree en Cristo. La paga del pecado es muerte (Rom 6:23), y todo ser humano ha pecado, por tanto, está destituido de la Gloria de Dios (Rm 3:23). Solo en Cristo hay reconciliación, vida, salvación (Jn 14:6; Hc 4:12). ¿Seguirá creyendo al engaño de la serpiente? ¿Cree que no morirá eternamente si niega a Cristo? Si moriréis amigo. Viva, no se deje engañar por la serpiente, la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo (Rm 6:23).
La serpiente tentará con los tesoros terrenales, convenciéndonos que con el Evangelio los hallamos (Mt 4:8). Mentiras de la serpiente. Satanás es quien ofrece este tipo de cosas. “Si moriréis” si corre tras ellas. Cristo nos ofrece riquezas espirituales, una herencia incorruptible, una patria mejor, una ciudadanía celestial, un reino inconmovible. Su Reino no es de este mundo. Sirvamos a Él en cuerpo y alma. Si no tenemos nada, pero tenemos a Cristo, lo tenemos todo ¿Quiere vida o muerte? La serpiente engaña también con el modelo de familia que Dios diseñó, distorsionando los roles (1 Tim 2:9-15). Si moriréis mujer, si por rebeldía, vive egoístamente para usted, pues sus frutos mostrarían, que ha sido seducida por la serpiente. Si moriréis hombre, si como cabeza, es cobarde, no asume su responsabilidad, y sucumbe ante este engaño ¿Creemos que no moriremos si seguimos rebelde a la voz de Dios?
La serpiente engaña con la falsa religión y el moralismo, haciéndoles creer a los que son hijos del Diablo que son hijos de Dios (Jn 8:39-45). Mentiras de la Serpiente. “Si moriréis” si ama su moralismo de obras muertas, si no arde por Cristo, si no lo ama; es usted anatema (1 Cor 16:22). Su moralismo y religión vacía no le alcanzan. El verdadero hijo de Dios se conoce por sus frutos. Las obras de Abraham hace, es fiel al Señor, le cree, le obedece; estaba dispuesto a sacrificar a su propio hijo (Stg 2:21-23). No es una confesión de labios y mente, es una confesión genuina del corazón. La serpiente engaña a través de los falsos maestros, que como su Padre el Diablo, se disfrazan de ángeles de luz (2 Cor 11:13-15). Por medio del Anticristo, su obra maestra, el hombre de pecado, el Papado, engaña al mundo impío (2 Tes 2:8-12). Ellos tratarán de apartar de la Fe a los que escuchan la palabra, como hizo el mago Elimas con el procónsul; confrontémoslos como hizo Pablo (Hch 13:9-10). Denunciémoslos, tapémosle la boca (Tit 1:11). No nos dejemos engañar por la serpiente
La serpiente quiere engañar al pueblo de Dios. Nos va a perseguir con todo su reino (Ap 12:9-13). Estemos en guardia contra el anticristo y sus ministros. Nos tentará en la prueba, en alguna necesidad, para que sucumbamos a sus ofrecimientos (Mt 4:1-13). Nos intentará también engañar con las riquezas. Intentará llenarnos el corazón de codicia como hizo con Ananías y Safira (Hch 5:3-5). Intentará engañarnos como hizo con Judas para que vendamos a Cristo, la perla de gran precio, el tesoro escondido, por unas cuantas monedas de plata (Jn 13:27). No podemos servir a dos señores. No nos dejemos engañar por la Serpiente. Cristo vale mucho más que todas las riquezas, su reino es mas grande que todos los reinos de la tierra, Su gloria es más grande que la gloria de la creación. ¿Dejaremos que Satanás llene nuestro corazón de cosas que se van a destruir? ¿Cree que no morirá si sigue tras la codicia y la avaricia?
La serpiente nos intentará extraviar de la sincera fidelidad a Cristo (2 Cor 11:1-4). Nos dirá: No moriréis así vivas en la carne. Mentiras de la serpiente, si moriréis “porque si vivís conforme a la carne, moriréis” (Rm 8:13). La fe sin obras es muerta (Stg 4:17). Nos tratará de engañar haciéndonos tener lástima de nosotros mismos, que no suframos, como hizo Pedro con Cristo. Apartemos a Satanás (Mt 16:22-23). Moriremos si no somos fieles a Cristo, si no estamos dispuestos a padecer por Él, a negarnos, obedecerlo ¿Cree que no morirá si vive para su carne? La serpiente intentará estorbarnos la predicación (1 Ts 2:18), nos llenará de argumentos para acobardarnos. Debemos incomodar, predicar a tiempo y fuera de tiempo, por todos los medios que tengamos, confrontemos a los que quieran impedirlo, a los falsos maestros, a los que distorsionan la religión de Cristo, sus mandatos. Ellos propagan por el mundo las mentiras de Su Padre el Diablo. Prediquemos la Luz de la Verdad de Cristo. Seamos valientes y fieles.
Usemos las armas que el Señor nos dio. Pongámonos toda la armadura de Dios, para estar firmes contra las asechanzas del Diablo (Ef 6:11). Pongámonos el escudo de la Fe para apagar sus dardos de fuego (Ef 6:16). Saquemos la Espada de la Palabra de Dios cuando Satanás intente engañarnos, como hizo el Señor en el desierto, digamos “Escrito está” (Mt 4:1-11). Seamos sobrios, no juguemos con el pecado, velemos, la serpiente estará rondando para devorarnos (1 P 5:8-9). Si estamos en la carne seremos devorados, pero si estamos en el espíritu, sometidos a la voluntad del Señor, Satanás huirá (St 4:7). No menospreciemos su poder, no ignoremos sus maquinaciones, ella es muy astuta (2 Co 2:11).
Finalmente recordemos que Dios es soberano, digamos “que el Señor te reprenda Satanás”, pues somos unos tizones arrebatados del infierno (Zac 3:2). Vayamos a Cristo, vivamos. No caigamos en el engaño de la serpiente: “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis”
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana
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