«Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego» (Mateo 3:10).
“Debían esperar ira futura si no daban buenos frutos… “el hacha” del juicio y la venganza de Dios, por su certeza y cercanía, “ya está puesta”. No sólo a algunas ramas para cortarlas, sino "a la raíz". Estaba a punto de escribir sobre ellos "Lo Ammi" (no pueblo mío. Os 1:9). No debían esperar nada por ser simiente de Abraham, israelitas o circuncidados. El tiempo estaba cerca, cuando el Señor tomaría su "cayado de Gracia y lo quebraría, para romper su pacto” (Zac 11:10). En poco tiempo su gobierno civil y eclesial llegaría a su fin. Los romanos, pronto vendrían y los cortarían; destruiría por completo su templo, ciudad y nación. Esta ruina y destrucción no sería solo contra un árbol, persona o familia, sino “a la raíz de los árboles”. A la nación. Roto el pacto con ellos, quedaron expuestos a los jabalíes del bosque. “Por tanto, todo árbol”, cada persona, aunque fuera linaje de Abraham, “que no da buen fruto”. buenas obras (frutos dignos de arrepentimiento); en especial, no creer en el Mesías… “es cortado y echado en el fuego”. Vendrá sobre él ruina y destrucción; no escapará aquí de la venganza divina, y en el futuro, será arrojado a las llamas eternas… por los méritos de Abraham, no serían librados del fuego del infierno” (John Gill).
Este texto es para derribar el orgullo de aquellos que hacen parte del pueblo visible de Dios, pero que no han dado frutos dignos de arrepentimiento, pero se rodean de justicia propia, por sus privilegios externos.
1. JUAN EL BAUTISTA.
SU VIDA, PREDICACIÓN, BAUTISMO (V1-6). La vida de Juan era sencilla, no vestía pomposamente como los fariseos (V4a). No era un glotón, era sobrio (V4b). Su mensaje era el arrepentimiento del pecado (V2). Muchos se convirtieron de sus malos caminos por su predicación (V5-6). Fue encarcelado por denunciar el adulterio de Herodes (Mt 14:3-4). Fue decapitado (Mt 14:10-11). Sin embargo, según Cristo, fue el más grande hombre y profeta que hubo (Lc 7:28a). J.C Ryle dijo de él: “Bueno sería a la Iglesia de Cristo tener más ministros que hablaran claro, como Juan el Bautista, en estos últimos días. Una enfermiza aversión al lenguaje fuerte, un excesivo temor a ofender, una constante cobardía para la sinceridad y el hablar claro son, por desgracia, las características predominantes del púlpito cristiano moderno”.
JUAN REPRUEBA A LOS FARISEOS Y SADUCEOS (V7-12). Matthew Henry nos dice: “Los fariseos ponían el énfasis en observancias externas, descuidando los asuntos de más peso de la ley moral, y el significado espiritual de sus ceremonias legales. Eran hipócritas detestables que hacían con sus pretensiones de santidad un manto de iniquidad. Los saduceos estaban al extremo opuesto, negando la existencia de los espíritus y el estado futuro. Ellos eran los infieles burladores de esa época y país…. Pero, si no dan fruto, son buenos como combustible”.
2. ¡EL HACHA YA ESTÁ PUESTA A LA RAÍZ!
“El juicio está cerca. El hacha ya está frente o, como diríamos, a la raíz, con intención fatal, lista para talar un árbol tras otro… ahora mismo es el momento propicio para arrepentirse y creer” (Hendriksen & Kistemaker).
HAY QUE DAR FRUTOS DIGNOS DE ARREPENTIMIENTO. No debían confiar en los privilegios externos (V8-9). Ellos confiaban en su genealogía, en ser hijos de Abraham, en ser de una de las 12 tribus de Israel, de Judá, confiaban también en bautizarse. Ser de familia cristiana, hijo de pastor, venir a la iglesia con toda la familia, estar en una iglesia bíblica, la cobertura, la denominación, haberse bautizado, haber hecho una oración de fe, hablar en lenguas, tener dones espirituales. Nada de esto libra de la ira de Dios. Debemos dar frutos dignos de arrepentimiento. El fruto muestra quienes somos ante Dios (Mt 7:16-20). Si hemos nacido de nuevo, debemos dar buen fruto, no malos frutos, frutos dignos de arrepentimiento, el fruto del Espíritu Santo, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza (Gál 5:22-23). ¿Cómo es nuestro carácter? ¿Hemos crucificado la carne con sus pasiones y deseos? No debemos producir el fruto de la carne, adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías (Gál 5:19-21). Miremos si hemos sido sembrados en pedregales (Mt 13:20-21). Si hemos sido sembrados entre espinos (Mt 13:22). La primera obra es creer en Cristo (Jn 6:28-29). Si no nos hemos entregado a Él, no hay nada. Los fariseos y saduceos, que iban al bautismo de Juan, como el moralista, pueden hacer ciertas cosas buenas, ser buenos padres, hijos, trabajadores, ayudar al necesitado, no decir malas palabras, ser correctos, pacíficos, calmados; pero si estas cosas no provienen de la fe en Cristo, le cuenta como pecado (Ro 14:23), es fruto malo. Solo en Cristo podemos llevar buen fruto (Jn 15:2-5). Debemos ser buena tierra, para dar buen fruto (Mt 13:23). El Padre es glorificado así (Jn 15:8).
¡EL HACHA YA ESTÁ PUESTA A LA RAÍZ! Hoy es el día de arrepentirse. Juan no era el único que enfatizaba la inminencia del juicio y la necesidad de convertirse inmediatamente (también: salmistas, profetas, apóstoles, Cristo). Iglesia, ¡El hacha ya está puesta a la raíz! Busque al Señor mientras vive (Is 55:6-7). Ha escuchado el evangelio, le han predicado, hablado, sabe de la condenación eterna, del infierno, de Cristo, del pecado, pero no quiere entregarse a Cristo, no quiere abandonar sus pecados, el mundo, su vida. ¡El hacha ya está puesta a la raíz! Si escuchamos hoy el llamado de Dios, no endurezcamos el corazón (Sal 95:7b-11). No importa si se congrega, si va a una iglesia bíblica, si viene con su esposo, esposa, hijos, hermanos, primos, tíos, si es de la iglesia visible; los fariseos, saduceos, los israelitas del desierto, también lo eran, también iban con su familia a la asamblea pública. ¡El hacha ya está puesta a la raíz! Si no damos fruto nos cortará (Jn 15:2).¡El hacha ya está puesta a la raíz! Ya es hora de levantarnos del sueño (Ro 13:11-12). ¡El hacha ya está puesta a la raíz! Hoy es el día de la salvación, que la gracia no sea en vano en nosotros (2 Co 6:1b-2). ¡El hacha ya está puesta a la raíz! Estamos en el último tiempo, no vayamos a desertar (1 Jn 2:18-20). ¡El hacha ya está puesta a la raíz! A todos los que no fueron plantados por Dios (Mt 15:13). ¡El hacha ya está puesta a la raíz! El cumplimiento pleno de las profecías bíblicas se vienen cumpliendo (Ap 1:3). ¡El hacha ya está puesta a la raíz! La mies ya está casi madura (Jl 3:13).
3. EL FUEGO.
“El fuego al que se echan los árboles sin fruto, evidentemente es símbolo del derramamiento final de la ira de Dios sobre los malvados” (Hendriksen & Kistemaker).
EL FUEGO DEL INFIERNO. Si el Señor no halla fruto en nosotros, nos cortará tarde o temprano (Lc 13:6-9). Malaquías habla del día ardiente de Jehová (Mal 4:1). La cizaña será arrojada y quemada en el fuego (Mt 13:40). Los que se separen de Cristo serán arrojados al fuego ardiente (Jn 15:6). Jesús habló acerca de la “Gehena del fuego”, del infierno de fuego. Hablando de la ira (Mt 5:22). Hablando del adulterio (Mt 5:29). Hablando de los tropiezos (Mt 18:9). Hablando de hacer tropezar a los niños (Mr 9:43-48). La Biblia nos habla del fuego que nunca se apaga, reservado para los que no dan buen fruto, como dijo Juan el Bautista (V12; Lc 3:17). Cristo también lo advierte (Mt 18:8). Al hablar de los que hacen tropezar a los niños (Mr 9:43). No es solo un fuego que nunca se apaga en la Gehena, sino que Dios hace arder al impío con un fuego que no se puede apagar, el fuego preparado para el diablo y sus ángeles (Mt 25:41).
DIOS ES BUENO Y PACIENTE. Hendriksen & Kistemaker nos dice: “Advertir a la gente que la condenación es inminente y que los alcanzará a menos que se arrepientan y crean, ¿no es un acto de benignidad? ¿No indica que Dios no es cruel, ni está ansioso de castigar, sino que es paciente? ¿No mostró su paciencia a los antediluvianos (Gn 6:3; 1 P 3:20); a Lot (Gn 19:12-22); a David (2 S 23:5); a los israelitas (Ex 33:12-17; Is 5:1-2; 63:9; Jer 8:20; Ez 10:19; 18:23, 33:11); y a Pedro (Jn 21:15-17)? ¿No es el mismo atributo divino glorioso revelado en la parábola de la higuera estéril (Lc 13:8, “déjala todavía este año”); en 2 P 3:9 (“Dios es paciente para con vosotros”); en Ro 9:22 (“Dios soportó con mucha paciencia”); en Ap 2:21 (“le he dado tiempo para que se arrepienta”); y en Ap 8:1 (“hubo silencio en el cielo por media hora”)?”. Pero su paciencia tarde o temprano se agotará. Si definitivamente no damos buen fruto (Lc 13:9; Jn 15:2). Si miramos atrás como la mujer de Lot (Lc 17:32; Gn 19:26). No escapará del juicio de Dios, si no se arrepiente (Ro 2:3-5). Pronto las uvas estarán maduras (Ap 14:18-20). Solo Dios puede librarlo del infierno de fuego, como lo hizo con los amigos de Daniel (Dn 3:17). Solo Cristo puede librarlo del infierno de fuego (Jn 3:36). Sus frutos deben verse en Cristo quien nos libra de la ira venidera (1 Ts 1:9-10).
Iglesia: “Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo 24 de Marzo de 2024: ¡EL HACHA YA ESTÁ PUESTA A LA RAÍZ!
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