«Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno» (Lucas 16:23).
Esta cita nos muestra el lugar de tormento y el estado miserable en el que las almas de los impíos entran inmediatamente después de morir. En el infierno se les abren los ojos (eran ciegos espirituales en vida), ven sus errores en cuanto al Evangelio, están en tormentos, bajo espantosos remordimientos de conciencia, con una terrible sensación de la ira divina, y sin ninguna esperanza de ser librados. Allí permanecen reservadas para el juicio del gran día. Cristo fue quien mas habló de la realidad del infierno. Por tanto, debemos prestar mucha atención a esta realidad.
1. La realidad del infierno.
El mundo tratar de negar la realidad del infierno, muchos tienen una concepción muy errada de lo que es verdaderamente. La iglesia moderna ha sido cómplice de este engaño.
Seol y Hades son sinónimos, y describen el infierno (Sal 16:10; Hc 2:27). Seol es la palabra hebrea que describe en el Antiguo Testamento el reino de los muertos (“lugar de los muertos”, “lugar de las almas/espíritus difuntos”). Hades es la palabra griega usada en el Nuevo Testamento para “infierno”, también se refiere al “lugar de los muertos”. La palabra griega “Gehena” se utiliza también en el Nuevo Testamento para “infierno”, y se deriva de la palabra hebrea “Hinnom”. Un vertedero de basura cercano a Jerusalén (Valle de Hinnom), donde quemaban cosas contaminadas, inmundas, cadáveres, huesos, un lugar, abominable, con un hedor con fuegos ardiendo continuamente. Otras Escrituras en el Nuevo Testamento indican que el Hades (Seol) es un lugar temporal donde se guardan las almas de los incrédulos mientras esperan la resurrección final y sentencia en el juicio del Gran Trono Blanco. Aquellos que han rechazado a Cristo y están en la morada temporal de los muertos en el Hades/Seol, tienen al lago de fuego como su destino final.
El mundo dice del infierno cosas como estas: “El infierno es acá en la tierra”; “nosotros nos creamos nuestro propio infierno”; “La guerra es un infierno”, “mi vida es un infierno”. Hablan de manera trivial, con ligereza, para negar su realidad. Un segundo en el infierno no se compara con toda una vida de sufrimiento. El infierno no es un estado de ánimo o una vida muy dura en esta tierra (puede cambiar, el infierno no). El infierno no es un simple castigo, es un insufrible castigo eterno en las manos de un Dios airado. Al hombre caído le molesta por un entendimiento errado de 3 cosas: la naturaleza de Dios, del hombre y del pecado. Ven a Dios sólo como un Ser amoroso y misericordioso, cuyo amor oculta sus demás atributos. Dios es Santo, no puede tolerar el pecado; y Justo, no puede dejar sin castigo el pecado. El infierno es la manifestación de la justicia de Dios, que Él no dejará sin castigo al culpable, la altivez del hombre será abatida (Is 2:17). Su ira arde sobre el impío (Sal 7:11; 5:5), sobre los que desobedecen (Is 5:25; Os 8:5; Zac 10:3) y sobre el pecado (Prv 6:16-19). El Hombre está corrompido por el pecado y ese pecado está dirigido contra Dios (Sal 51:4). El castigará al pecador impenitente.
Cristo fue quien más habló del infierno, no era algo que Él cuestionara o debatiera, siempre advirtió sobre éste. Casi toda la enseñanza bíblica sobre el infierno viene de sus labios. La Iglesia moderna ha hecho muchos esfuerzos para minimizar su realidad, eludirlo, suavizar el mensaje. Dicen: “El infierno es la separación de Dios”. Eso no es ninguna amenaza para el impío; pues éste aborrece a Dios, quiere estar separado de Él, es antes, un consuelo. La realidad es que Dios estará presente (Ap 14:10, Pr 15:11; Job 26:6; Sal 139:8). Muchos dicen, que Dios no es cruel, que no puede castigar eternamente a un ser creado por Él, a su imagen. Bueno, la crueldad implica infligir un castigo más severo que el crimen (Injusticia. Dios no es injusto). El Juez de la tierra, hará lo justo. Ninguna persona inocente sufrirá bajo su mano. Es mucho más fácil concentrarse en una hermosa eternidad de bondad. Pero NO es así, pues si hay vida eterna, hay también castigo eterno (se usa la misma palabra: “eterno”). Todo pecado es en última instancia contra Dios (Sal 51:4), Dios es un Ser infinito y eterno, por tanto, el castigo por el pecado, la muerte, también debe ser infinito y eterno. No es bíblico aceptar la realidad del cielo mientras se rechaza la realidad del infierno. La mayoría del mundo no cree en el infierno, lo niegan, pero sí creen en el cielo.
Unas 150.000 personas mueren cada día (4.5 millones/mes). ¿Qué destino les espera? Añada los muertos de todas las épocas. ¿Realmente descansan en paz? La triste y terrible realidad bíblica es que si murieron sin haber entregado su vida a Cristo, hoy están en el infierno eterno, y les espera el lago de fuego eterno, pues no hay paz para el impío.
2. El infierno antes del Juicio (hoy).
El infierno es el lugar al que hoy van las almas de los inconversos al morir. El rico y Lázaro nos enseña los dos destinos de cualquier alma al morir, el lugar de tormento o el lugar de consuelo (Lc 16:19-31).
Algunos dicen que el Hades/Seol es el lugar donde están todos los muertos (creyentes, incrédulos), separados por dos compartimientos, uno de consuelo (Seno de Abraham. Hoy vacío), y otro de tormento (infierno). Otros decimos que el Hades/Seol es un lugar diferente del Seno de Abraham, es el Infierno (lugar de tormento), y el otro, el Seno de Abraham, es el cielo, paraíso, o lugar de consuelo. Lo cierto es que los impíos al morir estarán atormentados y verán a los justos en felicidad. Existe una “gran sima” entre ellos, que no les permite cruzar.
Unos dicen que el Rico y Lázaro es una Parábola, otros nos inclinamos a pensar que es una historia real. Parábola o historia, nos enseña que después de la muerte, los injustos son eternamente castigados, atormentados, recuerdan su rechazo al Evangelio, y sin ninguna esperanza de salir; y los justos son consolados y recompensados. Hay un destino inmediato, un juicio personal para todo hombre, después de morir (Hb 9:27), las almas de los justos van al lugar de consuelo, a la presencia de Dios (cielo/paraíso/seno-Abraham). Las almas de los impíos van al lugar de tormento (Seol, Hades, Infierno), un lugar de tormento, con memoria y la conciencia atormentando, sin posibilidad de salir, valorando lo que despreciaron en vida (Evangelio).
EL SEOL. Los rebeldes de Coré descendieron vivos al Seol (Núm 16:33). El Seol es la morada del impío (Sal 49:14). Los malos son llevados al Seol (Sal 9:17). La mujer extraña lleva al Seol (Prv 5:5). La casa de la ramera es camino al Seol (Prv 7:27). Los que se enredan con la mujer insensata van a parar al Seol (Prv 9:16-18). El impío desciende en “paz” al Seol (Job 21:13). La muerte los sorprenderá, descenderán vivos al Seol (Sal 55:15). Abajo, al espanto del Seol, caen los soberbios, como el Rey de Babilonia (Is 14:9-15). Nadie puede subir de allí (Job 7:9-10). El Señor está presente en el Seol (Pr 15:11; Job 26:6; Sal 139:8). En muchos casos significa simplemente “la tumba” (Gn 37:35; 42:38). El entendimiento de la vida después de la muerte en el AT era mucho menos claro que en el NT.
EL HADES. Cristo condenando a Capernaum, menciona al Hades en contraste con el cielo (Lc 10:15; Mt 11:23). Cristo le dijo a Pedro que nada prevalecería, ni el Hades, contra su iglesia (Mt 16:18). El Hades, en el Juicio final, entregará a sus muertos (Ap 20:13). El Hades será lanzado al lago de fuego (Ap 20:14).
EL INFIERNO. Los ángeles que pecaron están hoy en el infierno, en prisiones eternas de oscuridad esperando el Juicio (2 P 2:4; Jud 1:6). Sodoma y Gomorra sufren hoy el castigo del fuego eterno, ejemplo para falsos maestros (Jud 1:7). Allá están los que no escucharon a Noé antes del Diluvio (1 P 3:19-20). Allá están los malvados como Judas (Hch 1:24-25). Alla están los judíos que rechazaron al Mesías, en las tinieblas de afuera, en llanto y crujir de dientes (Mt 8:11-12). Allá están reservados los injustos para castigo en el Día del Juicio (2 P 2:9). Es descrito como un abismo lleno de humo y demonios (Ap 9:1-2, 11). Los demonios del Gadareno rogaron a Cristo que no los mandara a ese abismo (Lc 8:30-31). El poder del abismo trajo a la Bestia (Ap 17:8). Satanás es-será atado allí antes del Dia del Juicio (Ap 20:3).
3. El infierno después del Juicio (Lago de fuego eterno).
Los que hoy están padeciendo en el infierno (sus almas), seguirán padeciendo y siendo atormentados (alma y cuerpo), después del juicio final en el lago de fuego, cuando vuelva Cristo a juzgar a vivos y muertos.
El alma y el cuerpo padecerán en el infierno (Mt 10:28). Los adúlteros serán echados al infierno (Mt 5:28-30). Los que hagan tropezar a los que creen en Cristo, serán echados al fuego eterno, al infierno de fuego (Mt 18:7-9), donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga (Mc 9:42-48). Los escribas y fariseos, y los que son como ellos, no escaparán de la condenación del infierno (Mt 23:33). Los falsos maestros tienen reservada la mas densa oscuridad de las tinieblas (Jud 1:12b-13). Será el infierno de fuego para los asesinos de corazón (Mt 5:22). Es la cárcel de Dios de dónde nunca saldrán los que afrentan al hermano y no se arrepienten (Mt 5:25-26). Los que no entren por la puerta estrecha en vida, El Señor les cerrará la puerta al final, no los conocerá, caerán en desespero, lamentarán en llanto y crujir de dientes (Lc 13:27-28). En la fiesta de bodas, al que quiso entrar sin las vestiduras de Cristo, será echado a las tinieblas de afuera (Mt 22:12-13). Cuando el Señor pida cuentas de los talentos, el siervo inútil será echado a las tinieblas de afuera (Mt 25:30). Será vergüenza y confusión perpetua para los injustos (Dn 12:2). El infierno fue creado para el Diablo y sus ángeles (Mt 25:41). El diablo, la Bestia y el falso profeta serán lanzados al lago de fuego y azufre al final, serán atormentados eternamente (Ap 20:10). Con ellos estarán los condenados, los que se rindan a la Bestia, a este mundo y su sistema, no tendrán reposo (Ap 14:10-11). Allá estarán todos los pecadores no arrepentidos (Ap 21:8). En el juicio del gran Trono blanco, el Hades será lanzado al lago de fuego, junto con usted si no se arrepiente (Ap 20:13-15).
Debe creer al mensaje de la Biblia, debe arrepentirse y creer al evangelio, en vida, no hay segunda oportunidad (V29-31). Dios levantó a Cristo del Seol/Hades para que nosotros también fuéramos librados del infierno eterno (Sal 16:10; Hch 2:17). Él salva de la perdición eterna y da vida eterna, pero debe creer en Él (Jn 3:16). Cristo libra de la condenación eterna a los que en Él creen (Jn 3:18). Pero hacer una confesión de labios, ser miembro de iglesia, bautizarse, no lo librará de la ira venidera, debe dar frutos dignos de arrepentimiento (Mt 3:7-9). Debe arrepentirse, obedecer a la verdad, para evitar ira, enojo, tribulación, angustia (Rm 2:5-9). Debe obedecer al evangelio, si no quiere pena de eterna perdición (2 Ts 1:7-9). Debe poner su mirada en Él, para apartase del Seol abajo (Prv 15:24). Debe ser una oveja de Cristo si no quiere el castigo eterno (Mt 25:46). Debe hacer lo bueno si no quiere resucitar en condenación eterna (Jn 5:28-29). Si no, el hacha ya está puesta en su raíz, será cortado y echado al fuego(Mt 3:10). Cristo puede librarlo de la Ira venidera, pero debe dejar sus ídolos (1 Ts 1:9-10). Por Él tenemos la vida Eterna (Jn 3:36). Dios nos redimió del poder del Seol como a David (Sal 49:15). El Señor nos ha librado de las profundidades del Seol (Sal 86:13). El infierno es el lugar de tormento y castigo eterno, durará ¡por los siglos de los siglos! Alabemos a Dios que, a través de Jesucristo, podemos escapar de este destino de condenación eterna.
Hermano, miembro de esta iglesia, amigo. Debo alertar de esta gran y temible verdad, de lo contario, soy un falso atalaya, un falso maestro, el Señor me pedirá cuentas. No tema al N.O.M, a los tiranos, pestes, guerras, persecución, cárcel. Tema al Señor, porque Él mismo quitará su vida, y lo arrojará al infierno, si no se arrepiente(Lc 12:5). Tema al Dia de la Ira (Ap 6:16-17). Tema a la Ira de Dios y del Cordero, porque lo padecerá eternamente(Ap 14:10).
¿Dónde estarían sus familiares si hoy murieran? ¿Les está advirtiendo del infierno del fuego eterno? Si usted se dice creyente, y no se arrepiente mayores azotes recibirá (Lc 12:47). Si hoy muriera usted ¿el Seol sería su morada? ¿Dónde pasará su eternidad? ¿estaría en tormentos en el Hades? “Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo (3 de Julio de 2022): «¡EL INFIERNO!»
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