«El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero» (Juan 12:48).
Aquellos cuya incredulidad se condena aquí son aquellos que oyen las palabras de Cristo, su evangelio, y lo rechazan con desdén, desprecio, burla o indiferencia, así como hicieron los judíos. Ante sus palabras no puede haber neutralidad; todo hombre es súbdito o enemigo de Cristo. La palabra de Cristo será la regla del juicio, el Señor, a través de ella, juzgará en el Dia postrero, se levantará en juicio contra tales personas, y será un agravante de su condenación.
1. LAS PALABRAS DE CRISTO.
¿Cuáles eran las palabras de Cristo? ¿Cuál era su mensaje? ¿Qué les estaba diciendo a los judíos?
Él les dijo que era la fuente de agua que da vida eterna (Jn 4:14). Dijo que de Él brotaban ríos de agua viva (Jn 7:37-38). Dijo que Él era el “Pan de Vida" (Jn 6:35-36). Dijo que el Padre le había dado un pueblo, y sólo ese pueblo iría a Él (Jn 6:37, 44, 45). Dijo que había descendido del cielo a hacer la voluntad del Padre, dar Vida eterna a su pueblo (Jn 6:38-39, 47). Dijo que Él era la “Puerta de las ovejas” (Jn 10:7, 9). Dijo que Él era el “Buen Pastor” que da la vida por sus ovejas (Jn 10:11-28). Dijo muchas más cosas de sí mismo: “Yo soy la resurrección y la vida”, “Yo soy la luz del mundo”, “Yo soy la Vid verdadera”, “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie llega al Padre sino por mí”. Dijo que en Él estaba el reposo del alma humana (Mt 11:28). Dijo que Él era superior al Dia de Reposo (Mt 12:8). Dijo que era igual al Padre (Jn 10:30 14:9). Cristo era Dios, y lo dijo (Jn 8:58). Nunca nadie habló como Él (Jn 7:47). Estas fueron algunas de sus palabras, por eso lo rechazaron. Pero siguió y sigue hablando.
Cuando dio la revelación al Apóstol Juan del apocalipsis se presentó de esta manera: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Ap 1:8). Cuando habló a las iglesias de Apocalipsis se presentó diciendo: “El que tiene las 7 estrellas en su diestra, el que anda en medio de los 7 candeleros de oro”, “El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió”, “El que tiene la espada aguda de dos filos”, “El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido”, “El que tiene los 7 espíritus de Dios, y las 7 estrellas”, “el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”, “el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios” (Ap 2:1; 8; 12; 18; 3:1; 7; 14). Al cerrar apocalipsis dijo: “Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana” (22:16).
Estas palabras las dijo Cristo, este fue su mensaje. Y muchos lo siguen rechazando.
2. EL RECHAZO A LAS PALABRAS DE CRISTO.
Por su incredulidad, los judíos rechazaron y no recibieron las palabras de Cristo, también el mundo lo rechaza y no recibe su mensaje, sus palabras.
Los judíos rechazaron sus palabras (V34-43).La parábola de los labradores malvados nos muestra este rechazo (Mt 21:37-46). Cristo vino primero a ellos, y lo rechazaron (Jn 1:11). No creyeron que era Divino (Jn 6:41-42). Lo querían matar porque según ellos, quebrantaba el Dia de Reposo y además se hacía igual a Dios (Jn 5:16-18). Estaban turbados por sus palabras, no podían creer que Él era el Cristo (Jn 10:24-26). Lo trataron de blasfemo, porque se hacia Dios, por eso lo quisieron apedrear (Jn 10:31-33). Lo trataron de demonio, hijo del Diablo (Mt 12:24).
¿Qué creemos de Cristo? ¿Qué es Dios, Señor, Rey, soberano, el Cristo? ¿Entiende lo que esto implica? ¿esta turbado por sus palabras? ¿las rechaza, las cree? Los judíos rechazaron sus palabras, no entendieron su lenguaje, intentaron matarlo, lo deshonraron (Jn 8:37-49). ¿Su palabra no halla cabida en nosotros? ¿No entendemos su lenguaje? ¿No podemos escuchar sus palabras? ¿no le creemos? ¿lo honramos? Le estoy hablando de fe, pero también de obediencia. Los judíos vieron muchas obras de Cristo, como los israelitas en el desierto, y como ellos, también lo rechazaron (Heb 3:7-9). ¿No ha visto sus obras durante su caminar? ¿no ha visto milagros, nuevos nacimientos, conversiones, vidas transformadas, sanidades, Su providencia?
Los judíos decían creer en Moisés, pero rechazaron al Mesías que anunció (Jn 5:46-47). Los judíos no quisieron a Cristo como su Rey (Lc 19:14). Y nosotros ¿nos sometemos a su señorío? ¿lo obedecemos? ¿Es nuestro Señor y Rey? ¿rechazamos sus palabras? Muchos dicen que lo aman, pero no lo obedecen, rechazan sus palabras. Siguen al Cristo “peace and love”. Muchos toleran los falsos evangelios, las falsas palabras de Cristo, a los falsos cristos (2 Co 11:4). El mundo rechaza las palabras de Cristo. No lo conocen (Jn 1:9-10). El mundo aborrece sus palabras, Cristo les dice la verdad, que son malos (Jn 7:7).
Y usted ¿aborrece sus palabras, las rechaza: La Biblia, sus mandamientos, la santidad, la obediencia, negarse?
3. EL JUICIO PARA ELLOS.
Los que rechazan a Cristo y no reciben su mensaje, tiene quien le juzgue, la misma Palabra que Él ha hablado, ella servirá de testimonio en el Día postrero. Sus palabras lo juzgarán a ellos, los judíos, y a todos los hombres (V44-50). “El mandamiento de Dios nuestro Salvador es vida eterna, aunque la misma palabra sellará la condenación de todos los que la desprecian o la rechazan” (Matthew Henry).
La Palabra será el juez. Bajo su estándar se determinará la salvación o la condenación de los hombres. El que la cree tendrá vida eterna, no será condenado (Jn 5:24). La Palabra acusa (Jn 5:45-47). Ella muestra quien es un verdadero discípulo del Señor (Jn 8:31). Ella muestra quien realmente ama a Cristo (Jn 14:23-24). Ella muestra quien está en Cristo y quién no (Mt 7:24-27). Ella muestra quien son los bienaventurados (Lc 11:28). La Palabra discierne lo más profundo de nuestro ser (Heb 4:12). Quien la guarda no verá la muerte eterna (Jn 8:51). El que la cree será salvo, el que no, será condenado (Mc 16:15-16).
Cristo juzgará con Su Palabra en el Dia postrero. El Padre dio todo el juicio a Su Hijo (Jn 5:21-23). De su boca sale la Espada de dos filos (Ap 1:16). Juzgará justamente en el Dia postero, unos resucitarán para vida y otros para condenación eterna (Jn 5:28-30). En el Dia postero resucitará a los que hayan creído sus palabras (Jn 6:40). Con la Espada que sale de su boca juzgará a las naciones (Ap 19:15). Pondrá en Aquel Dia a la derecha a sus ovejas, y a la izquierda a las cabras, y dará su justa recompensa (Mt 25:31-46). Todos daremos cuentas a Él (Heb 4:13). Muchas corrientes hoy que niega el infierno y el juicio final (Papa, adventistas, TDJ, mesiánicos, el mundo el general). Están terriblemente equivocados. Seremos juzgados también el día de nuestra muerte (Heb 9:27). ¿Está preparado para ese día? ¿está preparado para el Dia postrero? ¿Será de los que el Señor le dice “venid benditos de mi Padre”? o ¿será de los que les dirá: “malditos al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles”? ¿Es de los que lo rechazan y no recibe sus palabras? O ¿o es de los obedientes a la fe?
Judas decía que creía, pero vendió a Cristo, se suicidó y se ha ido “a su propio lugar” (Hch 1:25). Los demonios creen y tiemblan, pero son enemigos de Cristo, el lago de fuego está reservado para ellos (Mt 25:41). El que no cree en sus palabras ya está condenado (Jn 3:18). Si rechaza la luz de sus palabras, estará en condenación eterna (Jn 3:19). Si rehúsa creer en el Hijo, está bajo la ira de Dios (Jn 3:36). Tengamos cuidado hermanos con la incredulidad (Heb 3:12). Los incrédulos son herederos del infierno (Heb 3:18-19).
Temamos iglesia a sus palabras, nos la rechacemos: “El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo (26 de Marzo de 2023): «¡EL QUE ME RECHAZA Y NO RECIBE MIS PALABRAS!».
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