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¡EN POCO NO EXISTIRÁ EL MALO!

Actualizado: 27 oct 2022

«Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí» (Salmos 37:10).


Los malos un día dejarán de ser en esta tierra, ya sea el día que mueran, o en el día del juicio final. Se presentarán ante el Señor, y darán cuentas de sus malas obras.


1. Los malos.


El Salmo 37 nos muestra que los malos están en la tierra, viven en sus placeres y deleites, sumidos en el pecado, malignos, hacen iniquidad, y persiguen al justo. Básicamente, su condición es de depravación y aborreciendo a los creyentes.


a). El malo está en depravación: El hombre o mujer sin Cristo, el no regenerado, está envanecido en sus vanos razonamientos humanos, filosóficos, seudocientíficos, es idólatra e inmoral: desecha a Dios, está envanecido, en tinieblas e inmundicia (Rom 1:21-25). Con una mente reprobada, llenos de todo pecado, maldad, inmundicia, lo justifican (Rom 1:28-32). Injusto, maldiciente, mentiroso, blasfemo, homicida de corazón, sin paz, sin Cristo, sin temor de Dios (Rom 3:10-17). Sin afecto natural, con justicia propia, altivos, orgullosos, oprimen al pueblo (Pr 30:11-14). Codiciosos, explotadores, deleites, banquetes, parrandas, fiestas, altivos, ateos prácticos, no tienen en cuenta a Dios, con sus valores deformados, a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo, condenan al justo (Is 5:8-23). Con apariencia de piedad, moralistas, religiosos, pero aborrecedores de lo bueno, amadores de los deleites, esclavos del pecado, sin el poder de Dios (2 Tim 3:2-5). Todo hombre sin Cristo tiene esta condición, lleno de engaño, maldad e injusticia.


b). El malo aborrece al creyente: maquinan contra el justo, crujen sus dientes, buscan destruirlos, lo asecha, procura matarlo. El mundo en general aborrece al cristiano, porque es la imagen de Cristo en la tierra (Jn 15:18-21). Buscan devorarnos, su lengua y corazón están llenos de veneno mortal (Pr 30:14). Nos aborrecen, también nuestro mensaje, manera de vivir, pensar, hablar. Cuidado, ellos nos van a entregar a los tribunales, como informantes del sistema. Hacen injusticia, asedian al justo por medio de las leyes injustas que nos oprimen (Hab 1:4). Leyes contra la libertad, la vida, y la propiedad. Nos asedian, no nos quieren dejar vivir nuestra vida cristiana como Dios nos manda. Los gobiernos, presidentes, corporaciones, instituciones mundiales, las élites conspiran contra Cristo, quieren eliminar todo vestigio de cristianismo (Sal 2:2-3). La Bestia y su reino hace guerra contra los santos, seremos oprimidos acá (Ap 13:7). Ellos, con sus súbditos, los que hoy llaman “conspiranóicos” a los que denunciamos este régimen maldito y tirano, los que están llamando a una obediencia ciega a las autoridades, los que creen que el cristianismo es solo salvación y no entrega real al señorío de Cristo, los “cristianos” tibios y mundanos, los falsos maestros… todos ellos, como “policías” del sistema, serán los que nos entregarán cuando venga mayor persecución (Mt 24:10). También nuestros familiares y seres queridos lo harán (Lc 21:16).


Son hijos de Su Padre el Diablo, la cabeza de todo este asedio, quien aborrece al pueblo de Dios, y hace guerra contra la iglesia (Ap 12:17). La ira de Dios está sobre toda esta generación depravada y maligna (Rom 1:18).


2. No existirán más los malos.


Los malos morirán, no son eternos. También tendrán un juicio final, para que paguen todas sus maldades. Su fin se plasma en el salmo 37. No existirán más, no vivirán más sobre la tierra, no harán más mal, no nos asecharán mas, serán cortados, destruidos, se viene su día, se destruirán con sus mismas armas, sus brazos serán quebrados, perecerán, serán consumidos, su descendencia también será destruida, veremos su destrucción, aunque se enaltezca hoy, un día ya no estará más, no serán hallados, su descendencia será extinguida. En poco no existirá el malo: “Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí”.


a). Su muerte primera: Todo impío muere, y afrontará un juicio personal con Dios (Heb 9:27). Todos morimos, la gente muere todos los días. El malo morirá inevitablemente, tendrá que darle cuentas a Dios en juicio. Será arrojado al fuego, desvanecido, desecharon a Dios, abominaron sus leyes (Is 58:24). Todos los malos, los que nos asediaron, serán acabados, consumidos, destruidos (Is 29:20-21). Serán atormentados, angustiados, desesperados, con sed insaciable, en llamas, con remordimiento, sin salida, irán allá para nunca más salir (Lc 16:23-27).


b). Su muerte segunda: Los impíos morirán eternamente, tendrán su juicio, no existirán más (Ap 20:11-15). Castigará al malo por su maldad e iniquidad, cesará para siempre su arrogancia (Is 13:11). Todos los malos serán consumidos, alegrémonos (Sal 104:35). Los reyes de la tierra se han enseñoreado de nosotros, pero destruirá todo su recuerdo (Is 26:13-14). Un día finalizará éste reino maldito Bestial. Será lanzado con su falsa iglesia al lago de fuego y azufre (Ap 19:20). Será destruido el Anticristo con el resplandor de la Venida de Cristo (2 Ts 2:8). El Diablo también será atormentado eternamente en el lago de fuego y azufre, no existirá más en la tierra (Ap 20:10). Los que sucumban cobardemente a este reino maldito, los que no pongan al Señor primero, los malos, los acompañarán eternamente, sin reposo, en angustia, tampoco existirán más (Ap 14:9-11).


¿Sucumbirá? ¿Tiene sentido seguirlos, envidiarlos, añorar sus caminos, esclavizarse de ellos? En poco no existirá el malo: “Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no estará allí”.


3. No los veremos más.


A pesar de todo lo que hagan, lo que nos hagan, no los veremos más en esta tierra. Dios hará justicia. Los apartará para que no los veamos más.


En el cielo claman por el juicio de Dios a los malos, Dios les hará justicia un día, nunca más lo veremos (Ap 6:9-10). Su alegría es breve, su gozo por un momento, su orgullo y altivez acabará, no los veremos más (Job 20:4-9).


Aunque hoy los malos nos asedian, Dios los ve, los oye, se burla, los juzgará, Él es nuestra defensa (Sal 59:7-9). Se desvanecerá, irá al Seol, no se conocerá más (Job 7:9-10). Se burla de los gobiernos tiranos opresores de su pueblo, Cristo los juzgará, esperemos en Él (Sal 2:4-6). Destruirá a la Ramera, con sus manos manchadas de sangre cristiana, será destruida con todas sus hijas, abominaciones y pomposidad, nunca más será hallada, nada se volverá a oír de ella, alegrémonos (Ap 17:20-24). No veremos más a los reyes que se enseñorearon, no veremos más su tiranía, serán encarcelados para siempre con todas las huestes espirituales de maldad (Is 24:21-22). Al Diablo le queda poco tiempo, un día será destruido, nunca más intentará molestarnos, alegrémonos (Ap 12:12). Definitivamente no los veremos más, en poco serán destruidos, la tierra será vaciada y saqueada de ellos (Is 24:3).


Nuestro destino será diferente al de ellos, somos bienaventurados, ellos perecerán. No andemos en sus consejos, no envidiemos sus caminos, llevan a la muerte, Dios nos librará que se levanten en la congregación de los justos, estarán en el infierno eternamente, nunca más nos asediarán (Sal 1).


En el salmo 37 vemos esto, no nos impacientemos por ellos, serán cortados (V1-2). Confiemos en Dios, nos recompensará (V3-6). Esperemos en el Señor, ellos serán destruidos, no los veremos, nosotros heredaremos la tierra (V7-9). Mejor lo poco que tenemos acá (V16). Serán quebrados, nosotros sostenidos (V17). Nuestra heredad será eterna (V18). Heredaremos la tierra, ellos serán destruidos (V22). Apartémonos de los caminos de los malos, Él nos sustenta, (V25-30). Nos defenderá (V33-34). Nos espera un final dichoso (V37). Él es nuestra salvación, fortaleza y libertador (V39-40).


¿De cuál seremos? ¿de los buenos, justos, que heredarán la tierra? o ¿de los malos que perecerán para siempre?


Esperemos en el Señor, confiemos en Él, hará justicia. El malo vive en inmundicia, maldad e injusticia, pagarán por ello, no quedarán impunes, serán castigados, descansaremos de ellos, no los veremos más. En poco no existirá el malo: “Pues de aquí a poco no existirá el malo; Observarás su lugar, y no estará allí”.



X SU GRACIA: Comunidad Cristiana


Escucha el sermón del domingo (27 de Diciembre de 2020): «¡EN POCO NO EXISTIRÁ EL MALO»


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