¡EN VANO TE ADORNAS!

«Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán tus amantes, buscarán tu vida» (Jeremías 4:30).

Judá estaba en malos caminos, rebelada contra el Señor, engalanándose para ser aceptada y amada por sus amantes. De nada le servía adornarse para ellos. El profeta Jeremías le advierte que esos mismos amantes, la iban a aborrecer y traicionar. El pueblo debe arrepentirse para que no venga la ruina y la destrucción.

1. Advertencias de destrucción.

Judá estaba desviada, en maldad, engañada con falsas profecías de paz; Jeremías le anuncia los juicios que vendrían sobre ellos. Mal, quebrantamiento, ciudades asoladas, la Ira de Dios, deben arrepentirse si no quieren sufrir todo esto (V5-18). La iglesia hoy es igual: malos caminos, mundo, falsos profetas, falsas profecías, engaño, maldad, rebelados a Dios, a su Ley, a sus caminos de santidad. Dios está airado, vendrá quebrantamiento y desolación, si no se arrepiente. Jeremías quedó asombrado de la ruina y desolación que vendría sobre Judá (V19-31).

La iglesia hoy como Judá es necia, obstinada, rebelde, ignorante de las Escrituras, sin entendimiento, sin discernimiento, sabios para hacer lo malo, siguiendo las estrategias del mundo, no hacen lo bueno, es árbol malo, engalanada para el mundo, no para el Señor. Si no se arrepiente de sus malos caminos, vendrá desolación, ruina, destrucción, quebrantamiento. Jeremías quedó asombrado de lo que vendría sobre el pueblo y parte de la tierra, así como Juan en Apocalipsis al ver los juicios de Dios sobre el mundo (Ap 10:10-11).

Debemos seguir advirtiendo como Jeremías, profetizando como Dios dijo a Juan que hiciera, sigamos advirtiendo a la iglesia visible lo que le vendrá si no se arrepiente, destrucción. Iglesia, “Y tú, destruida, ¿qué harás?”.

2. En vano te adornas.

Juda se adornaba para ser recibida por sus amantes, para seducirlos, para ser aceptada, pero era en vano. Israel y Judá se adornaron para sus amantes, se cobijaron bajo todo árbol frondoso, fornicaron como ramera.

Israel siguió el camino de Egipto y Asiria, bebió de sus aguas, se mezcló con ellos (Jer 2:18-25). Así es la iglesia hoy, va por ayuda al mundo (filosofías, estrategias, métodos). Se cobija bajo ellos, se mezcla con ellos, se adorna para ser amada y aceptada. En vano se adornó Israel, este reino desapareció y fue consumido por los Asririos. Eso mismo le pasará a la iglesia, si no corrige su proceder.

Judá siguió el camino de Israel, fornicó, se refugió en todo monte alto, se cobijó bajo todo árbol frondoso (Jer 3:6-8). Buscaron reyes, reinos, imperios que los ayudaran. La iglesia hoy se refugia en presidentes, gobernantes, filosofías humanas. Se cobija bajo ellos, se adornó para ser protegida y aceptada. De nada le sirvió a Judá esto, fueron llevados cautivos a Babilonia 70 años, los que quedaron en Jerusalén quedaron en desolación hasta que volvieron de la cautividad. Ese mismo será el destino de la iglesia.

Los fariseos se adornaban por fuera para ser amados y respetados por los hombres (Mt 23: 2, 5-7, 25, 27-28). Los fariseos modernos se adornan de erudición, intelectualismo, respeto, admiración, apariencia de piedad, para ser amados por los hombres. Su amante también es el César, su rey es él, no Cristo, a él rinden honor, desprecian al Señor (Jn 19:15). Cuando vino el Mesías, lo rechazaron, el reino les fue quitado (Mt 21:43). Su casa quedó desierta (Mt 23:38). ¡En vano se adornó para sus amantes! Así le pasará a la iglesia de hoy, tratando de adornarse para los hombres y el Estado, como hacían los fariseos.

Jezabel es tipo de la ramera de apocalipsis. Jezabel se adornaba de falsa religión, pero ella llevó a la fornicación espiritual a Acab y a todo el reino de Israel. Acab la tomó por esposa (1 Ry 16:31). Cuando a Jehú se le manda destruir la casa de Acab, Jezabel se maquilla y adorna (2 Ry 9:30). En vano se adornaba Jezabel, se la comieron los perros, como se profetizó (1 Ry 21:23; 2 Ry 9:36-37). La ramera se adorna para seducir a sus amantes. Astuta, alborotadora, asecha, religiosa, se embellece, infiel a su marido (Prv 7:10-21). Roma se adorna de: sacramentalismo, grandes estructuras, moralismo, es educada, respetada, con sabios y filósofos en sus filas (Ap 17:4). Sus amantes: Reyes, presidentes, imperios, naciones, poderosos, ricos, mundo, falsas religiones, filosofías, el ateísmo y agnosticismo, la iglesia tibia y ecuménica “cristiana”. Fornicó con todos. Tormento, llanto, plagas, ruina y desolación vendrá sobre ella y todas sus hijas, incluyendo la falsa iglesia protestante ¡En vano se adorna! (Ap 18:3, 7, 12-13).

La iglesia moderna se adorna y fornica para ser aceptada por sus amantes. Como Pérgamo, vive donde mora Satanás, retiene la doctrina de Balaam y los nicolaítas, seduce a fornicar a sus fieles (Ap 2:13-15). Los hace tropezar, los lleva a fornicar con el mundo, a probar sus deleites, vanagloria, a pasar sus hijos por fuego. Se adorna con jerarquías, coberturas, denominaciones, confesiones, títulos, profesionalismo. Tolera a Roma como Tiatira toleraba a Jezabel, quien seducía a fornicar y comer lo sacrificado a los ídolos (Ap 2:20-21). Se une a ella (ecumenismo), es laxa, no la denuncia, tolera sus herejías. Es reconocida en el ámbito cristiano, pero muerta espiritual como Sardis, con fama de viva, pero muerta (Ap 3:1). Se adorna de eruditos, intelectuales, eventos, congresos, seminarios. Se fue tras el mundo, halló prosperidad (terrenal), cree ser fuerte, bendecida por Dios, pero es tibia, desventurada, pobre, ciega, desnuda, como Laodicea, autosuficiente, que dejó a Cristo afuera (Ap 3:16-18). Se adorna con megaiglesias, prosperidad, es respetada, amada, consultada (presidentes, TV, mundo). Es autosuficiente, Cristo está fuera, se cobija de psicología, filosofías, estrategias seculares, va por ayuda a Egipto (En lo eclesial, la vida cristiana, lo doctrinal).

La iglesia “cristiana” de hoy se adorna para ser aceptada y respetada, para seducir a sus amantes, al mundo, a los impíos, al tibio, al Estado, a Roma misma. Fornicó y se cobijó bajo todo árbol frondoso, como Israel y Judá con sus amantes. La iglesia hoy se adorna para ellos, se embellece externamente, es infiel a Cristo, porque Él no está, es hipócrita (Prv 7:19-20).

Iglesia, ¡En vano te adornas! “Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas…”.

3. Serás traicionada.

Judá fue traicionada, se fue tras los ídolos de las naciones, pero fue desechada y traicionada por ellos (Jer 30:14-15). Quedó como viuda, tributaria, lamentando, sin consuelo, sus amantes se volvieron sus enemigos (Lam 2:1-2). Como Judá, de nada le sirve a la iglesia de hoy adornarse para sus amantes, ellos la traicionarán. La iglesia se adornó para complacer al mundo, a los impíos, al tibio, al Estado, a Roma; pero como Judá, clamará a ellos, y no escucharán, será engañada y traicionada (Lam 2:19).

Aun la gran ramera será traicionada por la Bestia, el Papado, el poder político (Ap 17:16). Será juzgada y condenada por Dios, ella y todas sus hijas, también lo lamentarán sus amantes, pues ellos la tenían por interés (Ap 18:8-11). Igual le pasará a la iglesia de hoy, será traicionada por sus amantes, ellos se volverán sus enemigos, quedará viuda, desolada, llena de plagas, comida por bestias, igual que Israel, Judá, la Ramera, y Jezabel.

Tú que te dices cristiano, que estás sentado, que pareces orar, amar a Dios, que te adornas externamente en la iglesia. Tú que estás con un pie aquí y otro en el mundo, para verte bien ante tus amantes (mundo, impío, familia). Joven mujer, en vano te engalanas, en vano te adornas, solo hallarás amantes, no esposos. Iglesia, en vano te adornas, ellos no te ayudarán el día de la prueba, seguramente te entregarán (Mt 10:21). ¿De qué sirve vernos bien ante ellos? ellos nos entregarán, los falsos hermanos, la falsa iglesia, el mundo (Mt 24:9-10).

Iglesia debes arrepentirte, no has sido fiel, no has sido sal de la tierra, fuiste hollada por el mundo, estás en desolación (Mt 5:13). Sal de donde mora Satanás, no forniques con los ídolos, arrepiéntete (Ap 2:16). No toleres más a Jezabel, a Roma, arrepiéntete, o vendrá tribulación y muerte (Ap 2:22-23). De nada sirve tu fama, estás muerta, vive, arrepiéntete, o serás sorprendida para condenación (Ap 3:1). Reconoce tu pecado, maldad, fornicación y adulterio (Jer 3:13). Iglesia, ¿Qué tienes tú en el camino de Egipto y Asiria? ¿Por qué bebes de sus aguas? ¿Qué te pueden ofrecer? ¿Son mejores que la fuente de Agua Viva, que Cristo? Tu maldad te castigará, tu rebeldía te condenará, debes reconocerlo. De nada sirven tus adornos y limpieza exterior (Jer 2:22).

Adórnate para Cristo, entrégate a Él verdaderamente, vístete de Él, estás ciega, debes ver, deja tu tibieza, se celosa, arrepiéntete (Ap 3:18-19). Como con los judíos, solo hasta que reconozcas sinceramente al Bendito que viene en nombre de Jehová, tu casa dejará de ser desierta (Mt 23:38-39). Arrepiéntete, un día volverá y le tendrás que dar cuentas: “El día señalado volverá a su casa” (Prv 7:20).

Si no, tarde o temprano serás destruida. ¡En vano te adornas!: “Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán tus amantes, buscarán tu vida”.

X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.

Escucha el sermón del domingo (24 de Enero de 2021): «¡EN VANO TE ADORNAS!»