«Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar» (Mateo 12:41).
Los hombres de Nínive (así como la Reina del Sur, verso 42), avergonzarán a los judíos en el Dia del Juicio por no arrepentirse. Los ninivitas tuvieron menos luz, y sin embargo se arrepintieron. A ellos les predicó Jonás, un hombre normal, a los judíos les predicó directamente el Señor Jesucristo. Esto aplica a todos aquellos que oyen la palabra, que tienen ciertos beneficios espirituales, pero solo se reforman en parte, no se convierten genuinamente.
1. Los hombres de Nínive.
Los hombres de Nínive escucharon la predicación del profeta Jonás, un hombre como nosotros; los judíos la escucharon directamente de Cristo, el Hijo de Dios sin pecado.
Fue un profeta menor quien les predicó. Jonás era una persona pecadora, necia y rebelde (Jon 1:3; 4:1-3). Su mensaje era de condenación, aunque estaba implícito un llamado al arrepentimiento, el énfasis estaba en “De aquí a 40 días, Nínive será destruida” (Jon 3:4). No hubo milagros ni otras señales autenticadoras que confirmasen el mensaje de Jonás. El mensaje de Jonás fue dirigido a un pueblo sin ninguna de las ventajas que tenían los escribas, fariseos y sus seguidores.
Los judíos tuvieron mayores evidencias y luz que los ninivitas. Es el Hijo de Dios mismo quien les había hablado repetidas veces llamándolos al arrepentimiento (Mt 4:17; 11:28; 15:24; 23:37). Cristo, a diferencias de Jonás, es completamente sin pecado (Jn 8:46); lleno de compasión y sabiduría (Mt 11:27-30; 15:32; 1 Cor 1:24). Presenta el mensaje de gracia y perdón, de salvación plena y gratuita (Mt 9:2; Jn 6:44; Lc 19:10; Jn 7:37). Su mensaje fue confirmado por milagros que cumplían las profecías (Mt 11:5; Lc 4:16-21; Is 35:5-6; 61:1-3). Y fue dirigido a un pueblo que siempre gozó de ventajas espirituales (Dt 4:7-8; Sal 147:19-20; Is 5:1-4; Am 3:2a; Rom 3:1-2; 9:4-5).
Nosotros también hemos gozado de ventajas espirituales, más que los ninivitas, e incluso que los judíos. A nosotros también Cristo nos ha hablado por su evangelio, por el Espíritu Santo y por su pueblo (Hb 1:1-2; Jn 16:8; Mt 22:9). Hoy tenemos muchas más profecías cumplidas. Cristo ya vino, padeció, murió, y resucitó. Somos testigos, la historia misma de la humanidad lo testifica. Tenemos mayor claridad del Antiguo Testamento, el velo ha sido quitado, las sombras han sido iluminadas, hemos visto su cumplimiento en Cristo (Col 1:26-27).
2. Se arrepintieron y condenarán esta generación.
Los hombres de Nínive se arrepintieron al mensaje de Jonás; la mayoría de los israelitas, no se arrepintieron a la predicación de Cristo. Los de Nínive servirán como testigos en el juicio para condenarlos.
Los ninivitas escucharon a Jonás, ayunaron, se arrepintieron, Dios apartó su Ira, fueron librados de la destrucción (Jon 3:4-10). Los judíos por su parte, no se arrepintieron, aunque escucharon la predicación directamente del Señor. Gente con menos luz obedeció una predicación menos iluminada, pero gente más iluminada se negó a obedecer a la Luz del mundo. Aunque Cristo vino directamente a ellos, no lo recibieron (Jn 1:11). Aunque vieron muchas señales, no le creyeron (Jn 12:37-38). Aunque quiso reunirlos, no quisieron (Mt 23:37). No reconocieron la visita del Profeta de profetas, quedaron desolados (Lc 19:44). Los hombres de Nínive se levantarán en juicio y condenarán la generación de los Escribas, Fariseos y sus seguidores.
Los que se arrepintieron genuinamente a la predicación de Jonás son parte del pueblo de Dios, serán testigos en el Dia del Juicio que agravarán el pecado y la condenación de la generación de judíos que rechazaron a Cristo. Nosotros también agravaremos su juicio, pues hemos creído sin ver (ellos vieron). Los ninivitas también agravarán la condenación de la generación de hoy, pues la luz ya vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas (Jn 3:19). Ellos, como nosotros hacen parte de los santos del Altísimo que haremos juicio (Dn 7:22). Juzgaremos, con ellos, a las 12 tribus de Israel por su rechazo al Mesías (Mt 19:28). Nosotros juzgaremos al mundo, incluso a los ángeles (1 Cor 6:2-3). Se nos dio facultad de juzgar (Ap 20:4). Usted y yo nos levantaremos en juicio, no solo contra los judíos, también nos levantaremos contra nuestros seres queridos y conocidos que les hemos predicado y no se han querido arrepentir (amigos, familiares, hijos, padres, hermanos, falso creyente). Usted y yo, también nos levantaremos en juicio contra la iglesia visible de hoy, que se dice cristiana, y no lo es (tibia, mundana, cobarde, intelectual, muerta, Religión externa, ecuménica), las sinagogas de Satanás; les hemos mostrado sus obras malas, y no han querido atender. Ellos nos reconocerán en aquel Dia (Ap 3:9). Seremos testigos en ese día, alabaremos al Señor por sus juicios, son justos (Ap 15:3-4).
Y si alguno de nosotros, de los que está aquí, no se arrepiente, los ninivitas también nos condenarán en el juicio, tenemos menos excusa, hemos recibido más luz (Lc 12:48).
3. Más que Jonás en este lugar.
Los judíos recibieron de Cristo un recordatorio de la grandeza de su pecado al rechazar y blasfemar contra Él. “he aquí, más que Jonás en este lugar”. Cristo es más que Jonás, más que cualquier hombre, ángel, o cualquier cosa creada, Él es el Hijo de Dios que vino a llamarlos al arrepentimiento (y a nosotros). Veamos:
1. Cristo es más que Salomón. Más que la sabiduría de Salomón en este lugar (Mt 12:42). Cristo es más que los sabios, eruditos, filósofos, científicos, reyes, líderes religiosos, el humanista. En Él se encuentran “escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Col 2:3). Cristo es “poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Cor 1:24).
2. Cristo es más que Moisés. Su pacto de Gracia, Su casa, tienen mayor gloria que la de Moisés (Heb 3:3-6). Su gloria es mayor, la gloria de su casa es mayor que la primera (Hag 2:9), su pacto y ministerio también (Heb 8:6).
3. Cristo es más que los ángeles. Es superior en Gloria, majestad, y poder (Heb 1:5-13). Ellos están para servirle, le obedecen, le rinden honra, gloria y alabanza (Ap 5:11-12).
4. Cristo es más que el Templo. Él es mayor que éste (Mt 12:3-6). Él no habita en templos hechos con manos humanas. El Templo terrenal fue destruido para siempre, no quedó piedra sobre piedra. Ahora Cristo mismo es el Templo, y construye uno con piedras vivas, no hechas con mano humana, es un Templo eterno (Ap 21:22).
5. Cristo es más que el Día de Reposo judío. El Hijo del hombre es Señor del Dia de Reposo (Mt 12:7-8). Fue hecho para nosotros, por eso Él puede cambiarlo (Mc 2:27-28). Él estableció un nuevo día, el de Su Resurrección, pues su Gloria es mayor que la de la Creación; por Él descansamos del pacto de obras, entramos al Reposo Eterno, Él mismo es el Reposo (Hb 4:8-10).
6. Su nombre es mayor que todo nombre. Es superior a todos los nombres (Fil 2:9-11). Sus palabras fueron mayores que la de cualquier hombre. Jamás hombre alguno ha hablado como Él (Jn 7:46-48). Nadie ha hablado como Cristo, ni el más sabio de los sabios, ningún rey, poderoso, científico, religioso, filósofo, ninguna ideología, filosofía, teoría o doctrina, se acerca a sus palabras, nadie ha dicho las palabras que Él vino a decir al mundo, nadie ha hablado con la Autoridad que Él hablado (Mt 7:29).
Cristo predicó el mensaje de arrepentimiento (Mt 4:17). Nos mandó a nosotros a predicar Su mensaje de arrepentimiento (Lc 24:47). Habló del infierno, el lugar destinado para los que no se arrepienten, fue quien más habló de ese lugar, habló del sitio donde el gusano no muere, y el fuego nunca se apaga, el lugar de tormento, donde no hay reposo de día ni de noche, del lago que arde con fuego y azufre. Ese será su destino, si no se arrepiente de sus malos caminos y confía en Su sangre redentora. Cristo dijo que demandaba obediencia absoluta (Lc 9:23). Dijo que el que no come su carne y bebe su sangre no tendrá vida eterna (Jn 6:54). No toleraron su mensaje, por eso lo mataron. Él testifica que las obras del mundo son malas, perversas, malignas, por eso aborrecen sus palabras (Jn 7:7). No juegue con sus palabras, Él conoce el corazón humano, sus secretos más profundos, y Él lo juzgará por su evangelio (Rom 2:16). Sus ojos son como llama de fuego, y escudriñan lo más profundo de su ser (Ap 1:14-15; 19:12).
Cristo será señal para el Dia del juicio, no solo para los judíos, sino también para nosotros, si no nos hemos arrepentido verdaderamente (Lc 11:30). Cristo ya vino al mundo y nos habló, será más tolerable el castigo para Sodoma y Gomorra, que para cualquier ciudad o persona que rechace la señal de Cristo (Mt 10:15). Así como en Corazín, Betsaida, Capernaum, se hicieron muchos milagros, en nosotros también, no solo vimos que Cristo vino, vivió sin pecado, padeció, sufrió, murió en la cruz, y se levantó de los muertos; también vemos día a día entre nosotros, muertos levantados, ciegos viendo, sordos oyendo, cojos caminando. Será más tolerable el castigo para Sodoma, Gomorra, Tiro y Sidón que para usted, si no se arrepiente (Mt 11:20-24; Lc 10:13-15). Dios juzgará por Cristo al mundo, incluido a usted. Dios manda que todos se arrepientan, manda que usted se arrepienta, Él lo ha tolerado mucho hasta hoy (Hc 17:30-31). Todos necesitamos arrepentimiento, usted necesita arrepentirse, Él se lo demanda, usted, sin arrepentimiento, no es mejor que los de Nínive, los Judíos, Fariseos, los falsos creyentes, ni que el peor criminal, prostituta, ladrón; si no se arrepiente, perecerá (Lc 13:2-5). El mismo vendrá y lo juzgará, lo herirá por la palabra de su boca (Ap 19:15).
¡He aquí más que Jonás en este lugar! Más que Salomón, Moisés, los ángeles, el Templo, el Dia de Reposo, los sabios de este mundo, más que cualquier de ellos está hoy en este lugar hablándole ¡Ay de usted si no se arrepiente! Los Ninivitas, la Reina del Sur, nosotros, y todos los que se hayan arrepentido genuinamente, se levantarán en juicio contra usted y lo condenarán… “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo (18 de Abril de 2021): «¡HE AQUÍ, MÁS QUE JONÁS EN ESTE LUGAR!»
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