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¡HE AQUÍ, MÁS QUE SALOMÓN EN ESTE LUGAR!



«La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí más que Salomón en este lugar» (Mateo 12:42).

 

“Los ninivitas avergonzarán a los judíos por no arrepentirse (verso 41); la reina de Sabá los avergonzará por no creer en Cristo. Ella vino de un país lejano para escuchar la sabiduría de Salomón; sin embargo, la gente no se dejará persuadir a venir y escuchar la sabiduría de Cristo, aunque él es en todo mayor que Salomón… Esta parábola representa el caso de la iglesia y nación judía (Aplicable a nuestra generación. Más hemos recibido)” (Matthew Henry).


1. LA SABIDURÍA DE SALOMÓN.

 

Salomón pide sabiduría a Dios, y el Señor se la concede abundantemente, y con agrado (1 R 3:5-10; 2 Cr 9:1-12).

 

SALOMÓN TENÍA GRAN SABIDURÍA PARA JUZGAR, como hizo con las 2 mujeres rameras que peleaban por un hijo (1 R 3:16-28). TENÍA SABIDURÍA GOBERNANDO. Tenía perfecto dominio sobre su propio reino (1 R 4:7). Gobernaba sobre sus vecinos (1 R 4:21). Dio paz y seguridad, interna y externa (1 R 4:24-25). HUBO ABUNDANCIA Y PROSPERIDAD EN ISRAEL EN SUS DÍAS. Tenía provisión abundante (1 R 4:22-23). Tenía poderío militar (1 R 4:26). Nada faltaba en su casa, ni a sus animales y bestias (1 R 4:27-28). TUVO MAYOR SABIDURÍA QUE LA DE TODOS LOS REYES ALREDEDOR (1 R 4:29-31). FUE TAMBIÉN UN GRAN ARTISTA Y CIENTÍFICO. Compuso proverbios, canciones, disertó: plantas, animales (1 R 4:32-34). FUE GRAN CONSTRUCTOR Y NEGOCIANTE. Hizo un tratado comercial con el rey de Tiro para edificar el Templo (1 R 5:7-12). Inicia edificando el Templo, antes que las demás edificaciones (1 R 6:1-38). Fue impecable en los detalles, ninguna herramienta se oía mientras construía (1 R6:7). Después construye la Casa Real, la casa del bosque, el pórtico, y todo el mobiliario del Templo (1 R 7:1-12). Empleó a Hiram, que tenía gran sabiduría para trabajar el bronce, para completar la obra (1 R 7:13-14). Edificó muchas ciudades (1 R 9:12-13).

 

Pero además, ERA UN HOMBRE PIADOSO. Traslada el Arca al Templo (1 R 8:1-11). Dedica el Templo con una oración solemne, de rodillas delante del Altar, y después con sus manos extendidas al cielo bendice al pueblo (1 R 8:12-61). Dios hizo Pacto con Salomón de obedecer, y afirmaría su Reino, de lo contrario, si fuere obstinado, cortaría a Israel (1 R 9:1-9); tres veces al año ofrecía holocaustos y sacrificios de paz (1 R 9:25).

 

SALOMÓN EXEDIÓ A TODOS LOS REYES, EN RIQUEZA, SABIDURÍA Y FAMA. Tenía oro y riqueza en abundancia (1 R 10:14-15). La plata y la madera sobraba (1 R 10:27). Fue mayor que todos en riqueza, sabiduría y fama (1 R 10:23-24).

 

2. ¡LA REINA DEL SUR BUSCA A SALOMÓN.

 

“O reina de Sabá (1 R 10:1). Seba era uno de los hijos de Joctán, nieto de Arfaxad, establecido en la parte meridional de Arabia: por eso llamada reina del sur acá” (John Gill).

 

ELLA BUSCÓ A SALOMÓN PARA CONOCER SU SABIDURÍA, especialmente Filosofía, ciencia, y política (1 R 10:1-13). Tuvo más sabiduría que todos sus antecesores (Ecl 1:16). Dios da esta sabiduría (Pr 2:6). Como la dio a Hiram que “era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce” (1 R 7:14). Y también a Bezaleel (de Judá) y a Aholiab (de Dan), hombres sabios en ciencia, invención, y arte (Éx 35:30-35).

 

Debemos distinguir entre filosofía humana y ciencia verdadera, ésta última era la que tenía Salomón. Salomón enseñó sabiduría terrenal buena al pueblo (no humanista); pero sobretodo enseñó la sabiduría Divina (Ecl 12:9-10). Sus palabras eran como aguijones y clavos al corazón (Ecl 12:11). Salomón, de todos modos, concluye que enfocarse en esta sabiduría (la buena), es vanidad y aflicción de espíritu (Ecl 1:13-14). Solo trae aflicción, molestia y dolor (Ecl 1:17-18). Enfocarse en ella es fatiga (Ecl 12:12). Por la sabiduría humana no se puede conocer a Dios (1 Co 1:21). Muchos buscan solo esta sabiduría, y le agregan filosofía humanista, contraria a Dios (1 Co 1:22). Esta sabiduría será destruída (1 Co 1:19). Dios la enloquecerá (1 Co 1:20). En el pueblo de Dios, aunque los hay, no son muchos los que tienen esta sabiduría (1 Co 1:26). Dios avergonzará a los que corran por esta sabiduría; lo hará usando a los “necios” (1 Co 1:27-28).

 

3. ¡MÁS QUE SALOMÓN!

 

“1. LA REINA DE SABÁ NO RECIBIÓ INVITACIÓN PARA VENIR A SALOMÓN, NI NINGUNA PROMESA DE SER BIENVENIDA; pero nosotros somos invitados a Cristo, a sentarnos a sus pies y escuchar su palabra. 2. SALOMÓN NO ERA MÁS QUE UN HOMBRE SABIO, pero Cristo es la sabiduría misma, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría. 3. LA REINA TUVO QUE SUPERAR MUCHAS DIFICULTADES; era una mujer, no apta para viajar (viaje largo, peligroso, era reina), y ¿qué sería de su propio país en su ausencia? No tenemos tales preocupaciones que nos impidan hacerlo. 4. NO ESTABA SEGURA QUE VALDRÍA LA PENA IR TAN LEJOS; la fama suele halagar a los hombres, y tal vez ella podría tener en su propio país o corte hombres sabios suficientes para instruirla; sin embargo, habiendo oído de la fama de Salomón, quería verlo; pero no venimos a Cristo con tales incertidumbres. 5. VINO DE LOS FINES DE LA TIERRA; pero tenemos a Cristo entre nosotros, y su palabra cerca: He aquí que está a la puerta y llama. 6. PARECERÍA QUE LA SABIDURÍA POR LA QUE VINO LA REINA DE SABA ERA SOLO FILOSOFÍA Y POLÍTICA; pero la sabiduría que se obtiene con Cristo es sabiduría para salvación. 7. ELLA SOLO PODÍA ESCUCHAR LA SABIDURÍA DE SALOMÓN; ÉL NO PODÍA DARLE SABIDURÍA; pero Cristo dará sabiduría a quienes vengan a él; él mismo será hecho por Dios para ellos Sabiduría. De manera que, por todas estas razones, si no escuchamos la sabiduría de Cristo, la osadía de la reina de Saba de venir y escuchar la sabiduría de Salomón se levantará en juicio contra nosotros y nos condenará; porque Jesucristo es mayor que Salomón” (Matthew Henry).

 

CRISTO, MÁS QUE SALOMÓN. Sobre Cristo reposaría el espíritu de sabiduría (Is 11:2). Nadie será Admirado, ni aconsejará como Él (Is 9:6). Muchos judíos se maravillaron de Él (Jn 7:15-16). La gente se admiraba de Él, enseñaba con autoridad (Mt 7:28-29). Nadie, ni Salomón, habló como Él (Jn 7:46). Cristo estaba lleno de Gracia y Verdad (Jn 1:14). Su Imperio es inmensamente mayor que el de Salomón (Is 9:7). En Cristo hallamos todos los tesoros de la sabiduría de Dios (Col 2:2-3). Dios lo exaltó hasta lo más alto (Fil 2:9-11). La Reina de Sabá dijo que ni aun la mitad de la sabiduría de Salomón se le había contado (1 R 10:7); bueno, a nosotros se nos ha contado un muy bajo porcentaje de la real Sabiduría de Cristo, y sus tesoros en el cielo (1 Co 2:9).

  

DEBEMOS IR EN BUSCA DE LA VERDADERA SABIDURÍA. Dios nos habla por Su Hijo (He 1:1-2). Dios dijo que a Cristo debíamos oír (Mt 7:15). Debemos ser enseñados por Dios, e ir a Cristo (Jn 6:45). Con Cristo tenemos la sabiduría de Dios en nosotros (1 Co 1:24). En Cristo somos hechos sabiduría de Dios (1 Co 1:30). Dios nos hace sobreabundar en su sabiduría (Ef 1:8-9). Él nos da su sabiduría (Pr 2:7). Esta sabiduría es mayor que la sabiduría humana, tenemos más sabiduría que ellos (1 Co 1:25). Debemos pedir más de esta sabiduría (St 1:5).

 

PERO MUCHOS RECHAZAN ESTA SABIDURÍA. Esta sabiduría es locura para los inconversos (1 Co 1:18). Para el mundo “académico” e “ilustrado”, es locura (1 Co 1:23). Los gobernantes que lo crucificaron, no reconocieron la sabiduría de Dios (1 Co 2:6-8). Y quienes más debían recibirla, los judíos, la rechazaron (Jn 1:11). Muchos de ellos, no quisieron ir a Cristo por ella (Jn 5:40). Muchos lo buscaron solo por lo que puede dar en parte la sabiduría humana, abundancia de pan (Jn 6:26). Muchos de sus discípulos no creyeron a su sabiduría Divina (Jn 6:64). No la entendieron (Jn 8:43). Lo vieron y no creyeron a su sabiduría (Jn 6:36). Les enseñó y no creyeron a la sabiduría de Dios (Jn 8:45-46).

 

CONDENARÁ A ESA GENERACIÓN. Los hombres de Nínive también agravarán la condenación de esa generación de judíos impenitente (Mt 12:41). El Señor los castigará duramente por rechazar su sabiduría (Pr 1:24-27). Muchos de ellos, cuando intenten buscarla, será demasiado tarde (Pr 1:28-31). Pero nosotros también seremos condenados si rechazamos esta sabiduría (Jn 3:19). A esa generación y a nosotros se nos dio a conocer más que a la reina de Sabá; más se nos demandará (Lc 12:48b). Lo más sabio que podemos hacer, es buscar al Señor como dijo Salomón, o seremos condenados (Ecl 12:13-14). La sabiduría sigue clamando al mundo, búsquela (Pr 1:20-23).

 


X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.


Escucha el sermón del domingo 22 de Septiembre de 2024: ¡HE AQUÍ, MÁS QUE SALOMÓN EN ESTE LUGAR!




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