«Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre» (Gálatas 5:22).
Agar y Sara, junto con sus hijos, Ismael e Isaac, representan los dos pactos, el pacto de obras y el pacto de gracia respectivamente. Pablo explica el significado espiritual de estas dos mujeres que vivían en las tiendas de Abraham. Su esposa Sara, y Agar, la esclava de Sara, la que entregó a Abraham, para que le diera descendencia a través de ella. Agar dio a luz a Ismael, y años después Sara dio a luz a Isaac. Sara e Isaac son emblemas del pueblo verdadero de Dios, libre de la esclavitud del pecado, Satanás, el mundo y el yugo de la ley, el cual vive por la fe en Cristo. En contraste Agar y su hijo Ismael, representan aquellos que están espiritualmente esclavizados bajo el yugo de la ley, esclavos del pecado y bajo el lazo del Diablo.
1. LOS DOS PACTOS.
Ismael, hijo de Agar, la esclava, sierva de Sara, representa el pacto de obras en el que la nación judía estaba bajo esclavitud. el otro de la libre, Isaac, hijo de Sara, esposa legítima de Abraham, representa el pacto de gracia, la iglesia verdadera, los creyentes, gentiles y judíos, que viven en libertad (V21-31). Sara, quien era estéril, le dice a Abraham que tome a su sierva Agar, de allí nació Ismael (Gn 16:15-16). Isaac, hijo de Sara, el hijo de la promesa (Gn 21:1-5).
EL PACTO DE OBRAS. Los que están en este, son los que depende de las obras de la ley, de la justicia humana, están bajo maldición (Gál 3:10-12). Era un pacto imperfecto (Heb 8:7). No podía perfeccionar al hombre (Heb 9:9-10). Terminó con la venida de Cristo (Heb 8:13). Acá encontramos, todos los que no son de Cristo, viv4en en esclavitud espiritual, todas las falsas religiones de obras muertas (Judaísmo, Islam, Catolicismo romano), y todos los moralistas que pretenden ganarse el cielo, fuera de Cristo.
EL PACTO DE GRACIA. Los que están en este, son los que depende de la justicia de Cristo, han sido sellados con su sangre, por la Fe en el Hijo de Dios, han entrado a éste (Gál 3:13-18). Cristo es el Mediador del pacto de gracia (Heb 9:15). Con su sangre se sella este pacto, para redimirnos del pecado (Mt 26:28). Es un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas (Heb 8:6). La sangre de Cristo habla mejor que la de Abel (Heb 12:24). Nos redimió eternamente (Heb 10:16-18). Acá, solamente se encuentra el verdadero cristiano, nacido de nuevo.
2. HIJOS DE LA ESCLAVA.
Ismael, hijo de Agar, la esclava. Representa a los que están en el pacto de obras. Los que nacen según la carne, provienen del monte Sinaí, de la Jerusalén actual, nacen para esclavitud, perseguidores, sin herencia celestial.
“Nació según la carne”. Ismael, engendrado, nacido de Agar, hijo de la esclava (V23). No por ser hijo en la carne, se es hijo de Dios (Ro 9:6-8a). Como los musulmanes, judíos, católicos, o cualquier hijo de padre cristianos, que nacen según la carne, y no obedecen al Dios de sus padres (Dn 11:37). El hijo espiritual no lo es exteriormente, por circuncisión, por la carne (Ro 2:28).
“Proviene del monte Sinaí” (V24-25). Está en Arabia, un desierto al nordeste de Egipto, entre África y Asia. Representa el temor del pueblo a la ira de Dios, pues no podían acercarse al monte sin ser consumidos (Éx 19:16-22). Dios está airado con ellos, no pueden acercarse a Dios, no tienen acceso al trono de la gracia, no tienen un Mediador que apacigüe la ira de Dios (inconverso, impío, mundano, ateo, religiones falsas, falso creyente). Deberían temblar como los israelitas, no tienen un Mediador (Éx 20:18-19). Moisés estaba espantado; mayor será el espanto de todos ellos, no podrán soportar la ira de Dios eterna (Heb 12:18-21). No quieren escuchar la voz de Dios, no pueden soportar lo que Él ordena, no pueden acercarse a Dios.
“Corresponde a la Jerusalén actual” (V24-25). En la misma condición de Agar, y el monte Sinaí, producen esclavitud. Escribas, fariseos y judíos en general de entonces, pertenecían a la Jerusalén actual. Rechazaron a Cristo, su casa quedó desierta (Mt 23:37-38). Jerusalén, es llamada “tierra santa”, pero en realidad hoy es una tierra maldita. Disputada por las 3 grandes religiones monoteístas (Islam, Judaísmo, Catolicismo romano). Tiene el muro de los lamentos (Judíos), el Domo de la roca (musulmanes), y numerosas iglesias católicas, disque “cristianas”. No solo la Jerusalén física, también aplica a la gran Babilonia, y todas sus hijas, que es como Sodoma y Egipto (Ap 11:8).
“Da hijos para esclavitud… está en esclavitud” (V24-25). Son la simiente de la serpiente, sembrados por el Diablo, la cizaña, los hijos del malo (Mt 13:38). Son esclavos del pecado (Jn 8:34). Son esclavos del Diablo (1 Jn 3:8). Sirven a sus deseos (Jn 8:44). Son esclavos de Babilonia la grande, de la gran ramera (Ap 18:13). Deben ser libres, arrepentirse y escapar “del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él” (2 Ti 2:26).
“Perseguía al que había nacido según el Espíritu” (V29). Ismael, mayor que Isaac, lo perseguía y se burlaba de él (Gn 21:8-9). Mayor (Ig. oficial, respetable, dicen-judíos), persigue al menor (Ig. débil, poca fuerza, despreciada). Los fariseos, persiguieron a Cristo, querían matarlo (Jn 8:37, 40). Caín, el mayor, persiguió a Abel, y lo mató (1 Jn 3:11-12). La gran ramera persigue al pueblo fiel de Dios, está ebria con su sangre (Ap 17:6). “Así también ahora”. Los que nacen-carne (falsa iglesia, maestro, creyente: tibio, esclavo-pecado, malas obras), persigue al que nace-espíritu (pueblo fiel, firme, radical, fundamentalista). Son asesinos (físicos, corazón).
“No heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre” (V30). Como dice Génesis 21:10. No tendrán herencia celestial. No heredarán el reino de los cielos, son herederos del infierno. Serán echados fuera al infierno, por ser esclavos del mal (Mt 7:22-23). Serán echados a las tinieblas de afuera, por inutilizar la tierra y sus talentos (Mt 25:30).
3. HIJOS DE LA LIBRE.
Isaac, hijo de Sara, la libre. Representa a los que están en el pacto de Gracia. Los que nacen por la promesa, provienen del monte Sion, pertenecen a la Jerusalén de arriba, son libres, hijos de la promesa, perseguidos por los que nacen según la carne, pero herederos celestiales.
“(Nació…) por lo promesa” (V23). Isaac, engendrado, nacido de Sara, hijo de la libre. Somos herederos de la promesa en Isaac (Hb 11:11-12). Son los hijos según la promesa de Dios (Ro 9:8). Son los que se han entregado a Cristo, porque han sido engendrados de arriba (Jn 1:13). Es el que ha nacido de nuevo, el regenerado, el convertido, el que ha creído en el nombre de Cristo, y tiene la fe verdadera.
Proviene del monte Sión. Colina de Jerusalén, fuera de las murallas de la ciudad vieja. Los hijos de la promesa se han acercado al monte Sion, un monte de Gracia, no de juicio y terror (Heb 12:18, 22). Estamos al lado de Cristo en el monte Sion, como los 144.000 (Ap 14:1). Queremos escuchar la voz de Dios, atendemos lo que Él ordena, estamos en pie, a su lado, tenemos el nombre de Cristo y el Padre en nuestras frentes, sellados por el Espíritu, marcados con la sangre del pacto.
“La Jerusalén de arriba” (V26-27). Madre de todos los creyentes (vivos), la celestial, donde están los primogénitos inscritos en el cielo (Heb 12:22-24). Pertenecemos a ella (hoy), estamos inscritos en el cielo, en el libro-vida, escogidos desde la eternidad. ¿Quiénes? los “justos”, “hechos perfectos”, por el sacrificio de Cristo, “porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (Heb 10:14). Los santos, santificados, los que viven en santidad y pureza. Esta sí es la ciudad santa que vió Juan, la nueva Jerusalén (Ap 21:2). Es de arriba, pero descenderá del cielo (Ap 21:10). Solo los vencedores la heredarán (Ap 3:12).
“Es libre” (V26-27). Los que pertenecen a ella, provienen del monte Sinaí, del nuevo pacto, son libres, Es libre de la servidumbre del pecado, Satanás, el mundo, y el yugo de la ley. ¡Regocijémonos! Se extenderá al oriente, al occidente, al norte, al sur, a toda tribu, lengua y nación (Is 54:1-3). Tienen verdadera libertad, por Cristo (Jn 8:36). Somos libres del yugo de la ley, por la fe en Cristo (Gál 3:23-26). Cristo nos libertó del hombre fuerte, destruyó su imperio de muerte (Heb 2:14-15). Hemos sido libertados del pecado y del mundo, ahora servimos libremente al Señor, esperamos la vida eterna (Ro 6:18,22). Debemos estar firmes en esta libertad (Gál 5:1).
“Hijos de la promesa” (V28). La promesa fue dada a Sara con Isaac, de allí, a Jacob, y por extensión, somos hijos de la promesa (Ro 9:9-13). Somos de Cristo, por tanto, hijos y herederos de la promesa a Abraham (Gál 3:29). Somos descendientes de Abraham, hijos de la promesa, por la Fe (Ro 4:13-24).
“(Perseguidos por…) el que había nacido según la carne” (V29). Isaac fue perseguido por Ismael. Así, los que son perseguido por el falso (creyente, iglesia, religión), la gran ramera, y todos los que dependen de las obras de la ley, los que están bajo maldición. “Así también ahora”... Como Caín con Abel… Caín ofreció el fruto de sus obras, Abel ofreció por la fe un Cordero. Las obras Caín eran malas, las de Abel justas; por eso lo mató, no nos extrañemos (1 Jn 3:13).
Herederos celestiales (V30). No seremos echados fuera como la esclava, somos recibidos por el Señor Somos hijos de Dios, estaremos en su casa eternamente (Jn 8:35). Herederos de todas las herencias celestiales (Ro 8:17). Somos hijos de la libre. Ya no somos esclavos del pecado, satanás, el mundo, no estamos bajo el yugo de la ley, ahora somos hijos de Dios, somos hijos de la libre, tenemos el Espíritu de libertad, confianza, esperamos su herencia celestial (Gál 4:6-7).
¿De cual somos? ¿nacidos según la carne, o por la promesa? ¿Hijos de Agar o de Sara? ¿del monte Sinaí o del monte Sión? ¿de la Jerusalén actual o de la Jerusalén de arriba? ¿nacidos para esclavitud o libres? ¿perseguidores o perseguidos? ¿hijos de la esclava o de la libre? ¿de cuál? “Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo (30 de Abril de 2023): «¿HIJOS DE LA ESCLAVA O HIJOS DE LA LIBRE?».
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