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¡LOS MUROS DE LA IGLESIA!

Actualizado: 1 nov 2022

«No habéis subido a las brechas, ni habéis edificado un muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme en la batalla en el día de Jehová» (Ezequiel 13:5).


Las brechas son grietas en los muros. Los líderes de Israel no subieron allí para percatarse de los enemigos, alertar al pueblo, e impedir que entraran. Los muros son la fortaleza y protección de la ciudad, los líderes judíos no siguieron edificándolos para resistir en la batalla. Los caldeos vinieron contra ellos por voluntad de Dios, el Señor estaba airado con ellos, y fueron asediados.


1. Contexto.


En el pueblo judío había falsos profetas que ensanchaban las brechas, con vanas esperanzas, Dios nos los había enviado (V1-9). Como hoy los falsos maestros en la iglesia, que hablan en nombre de Dios, pero no hablan de persecución, tribulación, pruebas; solo dan promesas carnales, terrenales, de prosperidad, fama, éxito, no denuncian el pecado, ni llaman al arrepentimiento, no preparan para al pueblo para la batalla. Los líderes de Israel, construían muros mal edificados, insuficientes para proteger la ciudad (V10-16). Hoy es igual, la iglesia visible se construye sobre la arena (Estrategias del mundo, Psicología, humanismo, secularismo), no sobre la Roca, Cristo está afuera, a la puerta. El Señor mandó “Ayes” contra las profetisas falsas que habían, pero el pueblo de Dios fue librado de ellas (V17-23). Hoy la cristiandad sigue la doctrina Jezabel, la doctrina de Roma papal, la madre de las rameras, que seduce a la fornicación espiritual (María, idolatría). Los cristianos verdaderos seremos librados, no nos dejaremos engañar.


Roma papal abre las brechas para que entre cualquiera, no pone los muros de la Verdad, engaña. Allí cabe todo con su ecumenismo: Religiones falsas, falsa doctrina, filosofías, humanismo, secularismo, psicología, ateísmo, agnosticismo, nueva era, y todo tipo de engaño pecado e inmundicia (Ap 17:5). El papa es el Sumo pontífice, que Significa “constructor de puentes” (Pons: puente + Facere: hacer). Muchos “pastores cristianos” hablan igual, dicen: “No pongamos muros tan altos en la iglesia”, “Debemos construir puentes”. Son de los mismos. La Palabra nos menciona su fin (Ap 18:8).


2. No subieron a las brechas.


Así como en tiempos de Ezequiel, que los lideres del pueblo no advirtieron del peligro del enemigo para defenderse, la iglesia hoy hace lo mismo.


La iglesia visible no advierte la entrada de herejías, como la doctrina de Balaam y el Nicolaísmo (Ap 2:14-15). Permiten la fornicación espiritual, contaminación y amor al mundo, la tibieza, carnalidad. Se sustentan en las jerarquías, estructuras, denominaciones, confesiones, sacramentalismo. La iglesia hoy tolera la doctrina de Jezabel (Ap 2:20-21). Tolera la doctrina de Roma Papal, sus herejías, son laxos con ella, no la denuncian, se unen a ella.


La iglesia hoy no advierte la entrada de falsos maestros, que enseñan otro Jesús, otro espíritu, otro evangelio (2 Cor 11:3-4). Enseñan un Jesús de solo paz y amor, no soberano, Señor, Rey sobre nuestras vidas, como único y exclusivo camino. Tienen otro espíritu, el espíritu del mundo, carnal, sin poder transformador, que no liberta del pecado, que ya no hace milagros. Predican otro evangelio, el de las obras, la moralidad, de varios caminos, la puerta ancha. En Dios no hay mudanza ni sombra de variación, Jesucristo es el mismo ayer hoy y por los siglos, Su palabra no cambia, su evangelio es eterno, sigue viniendo no solo en palabras, si no en poder del Espíritu Santo.


La iglesia hoy no advierte la entrada del pecado, dejaron entrar el pecado en sus miembros, no los reprendieron (1 Cor 5:1-6). No practican la disciplina bíblica, tolera el pecado, el falso creyente, tibio, mundano, inmundicia, esta envanecida.


Abrieron más las brechas, permitiendo la entrada de los enemigos. Abrieron más la brecha a los falsos creyentes, se esforzaron en hacer discípulos (falsos), los hicieron dos veces más hijos del infierno que ellos (Mt 23:15). No solo ensancharon la brecha, también cerraron la entrada al reino a los que iban a entrar, fueron tropiezo con sus herejías y pecado (Mt 23:13). Como Diótrefes, sacaron a los verdaderos creyentes, a los fieles, radicales, santos, profetas de Dios, los que podían advertir y contener la entrada del engaño y el pecado (3 Jn 1:9-10).


Subamos a las brechas y advirtamos, no permitamos la entrada de los enemigos. Desechemos todo “evangelio” que agregue obras para justificación (Gál 1:8-9). Contendamos contra los falsos maestros que entran encubiertamente (Jud 1:3-4). Expongámoslos públicamente, tapémosle la boca (Tit 1:3-10). Apartémonos de los que causan divisiones, distorsionan la sana doctrina, lisonjeros, no sirven a Cristo (Rm 16:17-18). Hay que sacarlos (Pr 22:10). No permitamos que la iglesia del Señor sea manchada con hipócritas, mundanos, que practiquen pecados escandalosos, no tengamos comunión, llamémoslos al arrepentimiento (1 Co 5:11-13). Tienen solo apariencia de piedad, evitémoslos (2 Tim 3:5).


Advirtamos, cerremos las brechas en la casa de Dios, y en nosotros (Ef 5:1-11).


3. No edificaron muros.


Los muros son la fortaleza y protección de la ciudad, los líderes judíos no siguieron edificándolos para resistir en la batalla. La iglesia hoy no siguió edificando los muros doctrinales y de la vida cristiana.


La iglesia hoy no edifica el muro del único evangelio, el de Cristo, toleraron otros “evangelios” (Gál 1:6-7). Toleran las religiones, la mal llamada “cristiandad”, el falso cristianismo (fe intelectual, decisionismo, cristiano carnal, el tibio). Sigamos edificando estos muros doctrinales dogmáticamente: que Cristo es el único camino, la verdad y quien nos da Vida eterna; solo en su nombre hay salvación y perdón de pecados; el único que nos puede llevar al cielo, quien lo niega recibirá la ira de Dios eterna; solo en Él hay comunión con Dios Padre; el único intermediario entre Dios-hombres; solo los cristianos entrarán al cielo; el cristianismo es la única religión verdadera; su iglesia tiene la Verdad, la Biblia, es columna y baluarte de la Verdad.


La iglesia hoy no edifica el muro que evidencia la fe verdadera, que se ve en las obras (St 2:17-20), en e fruto, pues por sus frutos los conoceréis (Mt 7:20). Confunden justificación con santidad, fe mental con fe del corazón, obras de justicia en Cristo con justicia propia. El fruto, la santidad es legalismo, obras para salvación, justificación, orgullo. El cristiano debe dar evidencia de la Fe que dice profesar, si no puede hacerlo, no es creyente. No entienden el poder de Dios, que el evangelio no solo viene en palabras, si no en poder, no entienden que el creyente debe dar frutos dignos de arrepentimiento, de lo contrario no es un creyente. Dejaron de edificar este muro, pero los creyentes se conocen por sus frutos, si no hay, serán cortados (Mt 7:19-20).

La iglesia hoy no siguió edificando el muro que nos separa con el mundo, se hicieron amigos de él, se contaminaron (Stg 4:4). Hoy separarse del mundo es ser: legalista, aburrido, no dar testimonio, mal ejemplo, viven del que dirán, no son sal, fueron hollados por el mundo. Mezclaron la iglesia con el mundo, introdujeron estrategias (psicología, filosofías, humanismo), ecumenismo, probaron los deleites y vanagloria mundana, se unió en yugo desigual. No edificaron más, se cansaron, se contaminaron con los ídolos, no sirven al Señor (1 Co 10:21-22).


La iglesia se cansó de edificar el muro o torre alta del costo de seguir a Cristo, bajaron el estándar, no la terminaron (Lc 14:26-33). Ser cristiano hoy es fácil, Kool, de moda, no hay puerta estrecha, no hay camino angosto, no hay cruz, negación, muerte al yo, abandonar el pecado y el mundo. No hay cruz en el mensaje, los profetas de hoy no están dispuestos ni enseñan a padecer. Quitaron el tropiezo de la cruz, pero nosotros no (Gál 5:11).


La iglesia no siguió edificando la pared de separación con el Estado; Cristo no es el Rey, el César es su rey (Jn 19:14-15). El Estado determina la validez de la iglesia (personería jurídica), dónde predicar (código de policía), lo que se puede o no decir, cuando abre (cuarentenas), el aforo (máximo XX personas), los protocolos (tapabocas, distanciamiento, etc.), cómo vivir (Educación-hijos, cuidado-salud, y hasta qué comer). Impiden vivir quieta y reposadamente, en libertad. Esto no es correcto, no es justo (Hc 4:19). Dios puso límites a los magistrados, el judicial, deberían servirle a Él, proteger al bueno, a la iglesia, y castigar al malo (Rm 13:3-4). Somos esclavos de Cristo, no del César (1 Co 7:23). La iglesia dio al César lo que es de Cristo, no atendieron su orden (Mt 22:21; Hc 5:29).


Por eso entraron los enemigos mientras dormían, no resistieron firme a la batalla, entró Satanás con todos sus engaños (Mt 13:24-25). Entraron los falsos maestros y pusieron otros muros, cargas pesadas que alejan de Cristo (Mt 23:4). Entraron falsos hermanos y maestros para esclavizarnos (Gál 2:4-5). Entró más pecado, pusieron muros que no defienden contra el enemigo, muros humanos, no divinos, sin poder contra los apetitos de la carne (Col 2:21-23). Entró la Bestia, y se dejaron seducir (Dn 11:32). No edificaron muros, fueron destruidos por los enemigos, no resistieron firmes en la batalla.


Levantemos de nuevo los muros de la iglesia. Sigamos levantando los muros doctrinales. Levantemos el muro de Cristo, la puerta de inicio, quien no entre por acá, no hace parte de la iglesia (Jn 10:1, 9). Pongamos a Cristo como lo que es, la Cabeza de la Iglesia, primero en todo (Col 1:18). Levantemos el muro del fundamento de los apóstoles y profetas, que está sobre Cristo (Ef 2:20-21). Levantemos el muro de la Ley de Dios como estándar de vida en la iglesia (Mt 5:19-20). Levantemos el muro de la obediencia a Su Ley (Rom 2:13). Levantemos muros contra los que se extravían de la Doctrina de Cristo, no los recibamos (2 Jn 1:9-11). Levantemos muros contra los que no enseñan la doctrina que es conforme a la piedad, apartémoslos (1 Tim 6:3-5). En la verdadera iglesia de Dios no entrarán, estemos alertas (Sal 1:5). Levantemos el muro de los elegidos, ningún inmundo entrará al cielo (Ap 21:27).


¿Nos hallará el Señor subiendo a las brechas a advertir de los enemigos? ¿Construyendo muros para que no entren? (Ez 22:30). ¿Resistiremos firmes en la batalla? Que no nos diga el Señor estas palabras: “No habéis subido a las brechas, ni habéis edificado un muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme en la batalla en el día de Jehová”.


X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.


Escucha el sermón del domingo (25 de Julio de 2021): «¡LOS MUROS DE LA IGLESIA!».


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