«Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad» (2 Corintios 13:8)
1. La Verdad
Pilato preguntó a Cristo “¿Qué es la verdad?” (Jn 18:38). El Diccionario Bíblico Ilustrado nos dice sobre la Verdad: “A través de las Escrituras, aparece lo que Dios designa como la Verdad. Es Divina, y está por encima de las opiniones de los hombres. La Verdad debe referirse a Dios, el cual es Verdadero. Comprende todo lo que pueda ser conocido de Dios, sea declarada por la creación o dada a conocer por revelación”. Joseph Goebbels, Jefe de campaña de Hitler dijo: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. Bueno hermanos, la Verdad es la Verdad, así todos la nieguen; y la mentira es mentira, así todos la afirmen.
El Padre es el Dios de Verdad. Todo lo que Él dice, hace, decreta, juzga, es Verdad (Is 65:16). Él no es hombre para que mienta (Núm 23:19). Él es veraz, el hombre mentiroso (Rom 3:4). Sus juicios son justos y verdaderos (Ap 15:3).
Jesucristo es la Verdad. Pilato que preguntó a Cristo “¿Qué es la verdad?”, la tenía al frente. La verdad no es una corriente filosófica, política o económica, la Verdad es una persona. Cristo es la Verdad (Jn 14:6). Él está lleno de Gracia y de Verdad (Jn 1:14). Él nos dice la Verdad (Jn 16:7). Los que son de la Verdad, oyen Su voz (Jn 18:37). Pilato no halló engaño en Él (Jn 18:38). Nadie pudo hallar engaño en Él, de Él brota la Verdad (1 P 2:22).
El Espíritu Santo, es el Espíritu de Verdad. Revela la Verdad, revela a Cristo. Fue enviado por el Hijo, procede del Dios de Verdad, testifica de Cristo, la Verdad (Jn 15:26). Él nos guía a toda la Verdad (Jn 16:13). El mundo de mentira no lo tolera, pero para nosotros, es el Consolador (Jn 14:17).
La Biblia es la Verdad. Contiene la Verdad, su mensaje es la Verdad. Su Palabra es la Verdad (Jn 17:17). Su mensaje es la Verdad (1 Tim 1:15). El Antiguo y Nuevo Testamento son la Verdad, Pedro las pone al mismo nivel (2 Ped 3:16). Las ordenanzas de los apóstoles son la Verdad (Hc 16:4). Los mandamientos escritos por Marcos, son la Verdad (Col 4:10). Dios testifica que las palabras de Apocalipsis son la Verdad (Ap 21:5). Sus profecías son la Verdad (Ap 22:6). El Nuevo Testamento es la Palabra de Dios, la Verdad (1 Ts 2:13). El Antiguo y Nuevo Testamento son inspirados por Dios, son la Verdad (2 Tim 3:16). La Biblia es fiel, nos consuela en las tribulaciones, confiemos en ella, es la Verdad (1 Tim 4:9-10).
Sin embargo, la Verdad busca ser negada. Por Satanás, el Padre de la mentira (Jn 8:44). Por el Anticristo, que engaña a los que no quieren recibir el amor de la Verdad (2 Ts 2:9-10). Por los falsos maestros y profetas, lobos rapaces vestidos de ovejas (Mt 7:15); que con palabras fingidas engañan introduciendo en la iglesia herejías destructoras, y manchan el camino de la Verdad (2 P 2:2). Por el mensaje anticristiano al mundo, que niega que Jesús es el Cristo, o el único Cristo (1 Jn 2:22-23). Por el mundo, los que no son de Dios, que no quiere creer a la Verdad (Jn 8:45-47). Por eso, los juicios de este mundo no se basan en la Verdad (Hab 1:4). El mundo detiene con injusticia la Verdad (Rom 1:18). Cambiaron la Verdad de Dios por la mentira del Diablo (Rom 1:25).
2. Nada contra la Verdad
Hay una lucha entre la Verdad y la mentira. Satanás, el Anticristo, los falsos maestros, y el mundo en general, quieran oponerse a la Verdad, pero nada pueden hacer contra la Verdad. “Porque nada podemos contra la verdad…”.
Satanás y su simiente se oponen a la Verdad. El gran enemigo de Cristo y la Verdad desde el principio, a través de sus hijos (Gén 3:15). Satanás siembra a sus hijos, los que siguen la mentira, la cizaña (Mt 13:38-39). Satanás persigue a los q siguen la Verdad (Ap 12:17). El Padre de la mentira, junto a las cabezas de su reino del engaño, serán arrojados al lago de fuego (Ap 20:10).
La mentira no puede contra la Verdad:
Los que se autodenominan seguidores de Cristo, pero predican otro Jesús, otro Espíritu, otro evangelio (2 Cor 11:3-4). Unos atentan contra la doctrina de la Justificación por la Fe (Católicos, Judíos mesiánicos), otros niegan la Deidad de Cristo (mormones, Testigos-Jehová), e incluso el falso protestantismo (ecuménicos, enseñan obras para salvación: bautismo, lenguas, etc). Muchos están siendo seducidos por estos, se están alejando del evangelio de Cristo (Gál 1:6-7). Pueden ser tolerados por los cristianos sin discernimiento, amados por el mundo, engañar, pueden predicar otro evangelio, pero son maldecidos por Dios (Gál 1:8-9). El evangelio lo han intentado distorsionar con falsos evangelios, que no salvan a nadie, al contrario, llevan las almas al infierno; pero acá sigue el evangelio Eterno de la Gracia de Dios, el evangelio de la Sola Fe salvando, trasladando almas de las tinieblas a la luz. “Porque nada podemos contra la verdad…”.
Los que enseñan un evangelio sin cruz, que son enemigos de la Cruz de Cristo (Fil 3:18-19), un evangelio carnal, mundano, tibio, antinomiano, atentando contra la doctrina de la santificación del creyente. Van contra la Verdad, su fin es la perdición, mejor les hubiera no haber conocido (2 P 2:21). Pueden pelear contra la Verdad, negarla, distorsionarla, pero serán consumidos todos los enemigos de Dios (Sal 37:20). Los enemigos de la cruz han intentado manchar el nombre Santo del Señor y Su iglesia, pero en toda época, de toda tribu, lengua y nación, siempre ha habido un remanente fiel, escogido por Gracia, puro y sin mancha, “Porque nada podemos contra la verdad…”.
La sabiduría humana, intenta destronar y reemplazar la sabiduría de Dios (Prv 21:30). Humanismo, vanas filosofías, cientificismo, ateísmo, agnosticismo, moralismo, secularismo, psicología, entre otros. Su sabiduría es vana, necia, inútil, seguirán entenebrecidos (Rm 1:21-22). El Señor destruirá su sabiduría (1 Cor 1:19). La sabiduría humana, Su gloria, se desvanece, la Sabiduría de Dios permanece por siempre (1 P 1:24-25). Doctrinas, filosofías, teorías, religiones, imperios, van y vienen, tratando de darle paz y sabiduría al hombre, pero no lo han conseguido, nada se le compara a la sabiduría de Dios, nada ha podido destronarla. “Porque nada podemos contra la verdad…”.
Los enemigos del Señor no pueden contra la Verdad:
Los reinos de la tierra. Ninguna nación, reino o imperio, podrán destronar el Reino de Cristo (Dn 2:43-45; 7:13-14). No pudo el Judaísmo, el Imperio romano, el Papado con la inquisición, reyes, emperadores, no podrá el Anticristo hoy. Cristo fue anunciado y vino, pero su reino no tendrá fin (Lc 1:32-34). Los reyes de la tierra se unen contra Cristo, pero Él se burla de ellos, y los destruirá con vara de hierro (Sal 2:2-3). La Bestia y Su reino, pelearán contra el Cordero, pero el Cordero los vencerá (Ap 17:12-14).
Los enemigos del pueblo de Dios intentarán destruirnos y obstruirnos (Hch 5:38-39). No pudieron: Faraón, Egipto, Imperios (Babilonia, Medo-Persa, Griego), los Fariseos, el judaísmo, el imperio romano, las persecuciones de los primeros siglos, la inquisición papal, ni podrán las persecuciones en el mundo hoy. El infierno prevalecerá contra su iglesia (Mt 16:18). Nada detendrá el avance de Su iglesia, el Señor estará con nosotros hasta el fin (Mt 28:19-20). La iglesia sigue, nada ni nadie han podido destruirla, nadie podrá hacerlo, nada podrá contra el pueblo de Dios. “Porque nada podemos contra la verdad…”.
Satanás y sus súbditos, pueden hacer lo que quieran, pueden seguir negando la Verdad, intentando detenerla, esparciendo sus mentiras, pueden cambiar los tiempos y la Ley, pueden sacar nuevas leyes contra la Verdad, pueden aprobar lo que Dios desaprueba, pueden enseñar muchos caminos para el cielo, pueden negar la eternidad, el cielo, el infierno, a Cristo, la santificación, pueden rechazar la Verdad, intentar cambiarla, distorsionarla, pero ¡Nada pueden contra a Verdad!
3. Por la Verdad
Debemos ponernos del lado de la Verdad, del lado de Cristo y Su Palabra, esta prevalecerá. Contendamos ardientemente por la Verdad, con celo, diligencia, denuedo, pasión (Jud 1:3-4). Nuestros antecesores defendieron a muerte la Verdad, contra reinos, imperios, religiones, reyes, emperadores, papas. Murieron por la Verdad, entregaron sus vidas por la Verdad. Hagamos lo mismo. La Verdad no se negocia (Pr 23:23). Demostremos al mundo que Jesús es EL Cristo, como hacía Pablo con los judíos en las sinagogas, refutando públicamente a los que se oponen a la Verdad (Hc 9:20-22; 17:2-3; 18:28). Prohibido impedir que se proclame Su Verdad, como hacen algunos (Lc 9:49-50).
Vivamos en la Verdad. Ella nos afirma en la Fe, ciñamos nuestros lomos con la Verdad (Ef 6:14). En toda nuestra vida: adorémoslo en Espíritu y en Verdad (Jn 4:24). En la intimidad: Dios ama la Verdad en lo íntimo (Sal 51:6). En obediencia: vivamos verdaderamente como sus discípulos, en la Verdad, ella nos hace libres (Jn 8:31-32). En las decisiones: nosotros no cambiamos según las circunstancias, nosotros hacemos lo que dice la Verdad.
La Verdad prevalecerá. Aunque Satanás y sus hijos intenten trastornar la predicación, esta prevalecerá (Hch 13:9-12). Así nos quieran impedir predicar, el evangelio alcanzará a todo el mundo (Mt 24:14). Todo cambia, todo acaba, y aunque la Verdad quieran quitarla, impedirla o distorsionarla, el evangelio seguirá siendo el mismo, continuará, no cambiará (Ap 6:6). Su Palabra no cambia, permanece eternamente (Is 30:8). Todo lo que está escrito se cumplirá (Mt 5:18). Su Palabra, la Verdad nadie la detendrá (Mt 24:35). La Verdad prevalecerá, “nada podemos contra la verdad, sino por la verdad”
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana
Escucha el sermón del domingo (25 de Octubre de 2020): «¡NADA PODEMOS CONTRA LA VERDAD!»
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