«Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños» (Juan 10:5).
Los extraños representan a todos aquellos lideres religiosos que no conocen a Cristo, que no han sido enviados por él, y que por tanto no lo predican fielmente. Las ovejas del Señor huirán de ellos, los evitarán, a ellos y a sus ministerios, por malos y peligrosos. “porque no conocen la voz de los extraños”, no aprueban sus doctrinas, ni se deleitan en ellas, no sacan provecho alguno de ellas, por tanto las rechazan. El verdadero discípulo del Señor “no conoce” (rechaza, no sigue) la voz de los extraños, sus filosofías, teologías y éticas extrañas; y, por tanto, no los sigue. Están absolutamente decididos a seguir sólo al único Pastor verdadero, a Cristo Jesús, cuando habla en su Palabra. A los demás los evita; se aparta, huye de ellos.
1. LA PARÁBOLA DEL REDIL.
Esta parábola es tomada de las costumbres de Oriente con los rebaños de ovejas. Se muestra a Cristo como el buen Pastor, la Puerta, quién da la vida por sus ovejas, por tanto las ovejas lo oyen. También se muestran a los falsos maestros judíos como los extraños, a los cuales las ovejas no oyen, no conocen su voz, huyen de ellos. Las ovejas son los creyente genuinos, que disciernen entre la verdad y la mentira.
Los extraños son ladrones y salteadores, no entraron por la puerta, no fueron a Cristo, no lo recibieron, no se entregaron a Él, no eran nacidos de nuevo. Entraron por otro lado, por las obras, los ritos, las ceremonias, por su justicia propia. Son ladrones y salteadores, entraron encubiertamente en el pueblo de Dios, a la iglesia visible. Las ovejas no los oyen, no siguen sus doctrinas, herejías, engaños, mentiras, lisonjas, ellas los disciernen, como los judíos de corazón, que no siguieron a los falsos maestros de Judá e Israel. Todos ellos vienen a hurtar, matar y destruir. Hurtan, son mercaderes de la fe, comercian con las almas. Matan, llevan a la muerte eterna, son tropiezo. Destruyen, distorsionan el evangelio, tuercen las Escrituras, hacen que el camino de la verdad sea blasfemado. Son asalariados, sirven por dinero, no por un llamado Divino, por eso no les importan las ovejas, cuando ven el peligro o la persecución, huyen, son cobardes, temerosos, se esconden.
2. LA VOZ DE LOS EXTRAÑOS.
Los extraños son engañadores, son ladrones y salteadores, no son de Cristo, entraron encubiertamente por otra puerta al redil de las ovejas. Buscan engañar, roban, matan y destruyen a los incautos, son lobos rapaces.
Veamos cómo es la voz de los extraños, veamos algunos ejemplos:
LA VOZ DE LOS OTROS EVANGELIOS. Niegan la justificación por la Fe (sola), enseñan salvación por obras, por tanto, son anatemas (Gál 1:6-8). Acá están todas las falsas religiones y creencias, y también el falso cristianismo ecuménico principalmente. Todas las religiones enseñan salvación por obras, la religión de Caín, la del mérito humano, Dios las mira con desagrado (Gn 4:5). Enseñan la religión de Agar, están en esclavitud (Gál 4:25). Están bajo maldición (Gál 3:10). Nadie puede ser justificado por sus obras, solo por Cristo (Ro 3:20; Gal 2:16). Son anatemas, niegan a Cristo, el evangelio, su voz es de otro evangelio (Gál 1:9). El cristianismo es la única religión que se basa en la salvación por Gracia por medio de la Fe en Cristo, y todos ellos niegan eso.
LA VOZ DE LOS ANTINOMIANOS. Desprecian la ley de Dios, aborrecen el camino de santidad, aman el mundo, viven en la carne, convierten en libertinaje la Gracia de Dios (Jud 1:4). Niegan el señorío de Cristo (2 P 2:1). Seducen la carne del incauto, lo lisonjean y llevan al mundo (2 P 2:18). Son livianos con el falso creyente, les ofrecen paz cuando no tienen paz (Jer 6:14; 8:11). Su voz es torcida, prometen libertad pero son esclavos de corrupción (2 P 2:19).
LA VOZ DE LOS HIPÓCRITAS. Instruyen a otros, pero no se instruyen a sí mismos, dicen y no hacen (Mt 23:2-4). Son reconocidos Maestros, eruditos, con títulos, reconocidos, enseñan en seminarios, pero tienen vidas tibias y mundanas. Su voz es hipócrita, enseñan, pero no se enseñan (Ro 2:21-24).
LA VOZ DE LOS MERCADERES DE LA FE. Usan palabras fingidas, adulan para sacar provecho (económico) del incauto (Jud 1:16). Son los teólogos de la prosperidad que manipulan al pueblo para sacarles su dinero, también los que promueven sus eventos y congresos para sacar provecho económico, y promover sus mercaderías. Se muestran piadosos, se aprovechas de las viudas, y adinerados (Mt 23:14). Su voz es de avaricia y codicia, son mercaderes de la fe, usan palabras fingidas (2 P 2:3).
LA VOZ DE LOS ECUMÉNICOS. Toleran a Jezabel, toleran la voz de la ramera, de la madre de las abominaciones de la tierra (Ap 2:20-21). Toleran a Roma, no la denuncian, son laxos con ella, la promueven. Desprecian las grandes doctrinas, oyen su voz extraña, promueven su unión satánica, como i fueran otra rama del cristianismo. Creen que hay varios caminos para llegar al Padre y al cielo. No creen que Cristo es el único camino, no creen que el cristianismo es la religión verdadera, no creen que la Biblia es la palabra infalible de Dios. Su voz es torcida, su voz es extraña para todos nosotros, no los sigamos, no los escuchemos.
LA VOZ DE LA RAMERA. Seducen con sus palabras a los faltos de entendimiento (Pr 7:10-21). Roma seduce por su estructura, poder, catedrales, templos suntuosos, vestimentas sacerdotales, por su evangelio fácil (peca y reza). Pero habla herejías, blasfemias, idolatría, sincretismo, un cristianismo adulterado, fornicario, mundano, carnal. Muchos están siendo hoy seducidos por ella, la promocionan, alaban, respetan, admiran, la siguen, como vimos en las últimas semanas con la muerte de Benedicto XVI, al cual muchos catalogaron de casi un “Protestante”. Su voz es seductora, pero pervertida (Pr 9:14-17).
Lamentablemente, todos ellos, tienen muchos seguidores. Les hablan conforme a sus concupiscencias, y por eso aman su voz extraña. Se amontonan tras ellos (2 Ti 4:3-4). Su voz extraña es seguida por muchos (2 P 2:2). Son diligentes haciendo discípulos, recorren mar y tierra para hacer prosélitos (Mt 23:15). Hacen ccongresos, seminarios, misiones, plantan iglesias, están en radio, televisión, en esto, nos dan ejemplo, que tristeza. Seguirán hasta el final, cada vez más herejes, y muchos seguirán siendo engañados por su voz extraña (2 Ti 3:13). Estos llegan a muchos, les predican otro Jesús, otro Espíritu, otro evangelio, y ellos oyen su voz extraña (2 Co 11:3-4).
No los toleremos, no los escuchemos, no escuchemos la voz de los extraños. Si lo que dicen o hacen, es contra Cristo y su palabra, no los escuchemos, no importa quien lo diga.
3. NO CONOCEN LA VOZ DE LOS EXTRAÑOS.
El rebaño de Cristo discierne entre la voz de su Pastor y la voz de los falsos maestros. No los escuchan, no los siguen, huyen de ellos, no conocen la voz de los extraños.
SUS OVEJAS CONOCEMOS LA VOZ DE CRISTO. Atendemos sus enseñanzas, obedecemos sus consejos. Las ovejas de Cristo oyen y conocen su voz (V3-4). Sus ovejas hallan descanso en Él, por eso acuden a Él (V9). Él dio su vida por ellas, y ellas lo saben (V11). Sus ovejas lo conocen (V14). Él prometió traernos a su redil, por eso oímos su voz (V16). Sus ovejas conocen su voz, por eso lo siguen hasta el final, no desertan (V27-28). Conocemos también la voz de sus siervos fieles, de los que Cristo constituyó (Ef 4:11-12).
NO CONOCEMOS LA VOZ DE LOS EXTRAÑOS. No los seguimos, los discernimos, no los escuchamos. Como Josafat que sabía que estaba ante los profetas de Baal (1 Ry 22:7). Como los de Éfeso que probaron a los falsos apóstoles (Ap 2:2). Ellos hablan lo del mundo, identifiquemos su espíritu de error (1 Jn 4:5-6). Tienen apariencia de piedad, evitémoslos (2 Ti 3:5-7). Miremos su fruto (Mt 7:15-16). Son hipócritas (Lc 12:1). Hablan contra la doctrina de Cristo, son lisonjeros (Ro 16:17-18). Son falsos, se disfrazan de siervos de Cristo (2 Co 11:13-15). Ellos resisten a la Verdad, veamos su insensatez (2 Ti 3:8-9). Hagamos como los de Berea, incluso con los buenos maestros (Hc 17:10).
¡NO LOS ESCUCHEMOS!El Señor nos manda a no oír la voz de los extraños. Lo dice el buen pastor (Mt 16:6). Cristo lo manda (Mc 8:15). Es muy peligroso, no juguemos con esto, atendamos el consejo del Señor. Nos apartarán del camino (Pr 7:25). No escuchemos sus enseñanzas, nos confundirán (Pr 19:27). Están extraviados, no los recibamos, no participemos de sus malas obras (2 Jn 1:9-11). No los escuchemos, llevan al matadero, llevan a la muerte eterna (Pr 7:22-23). No nos jactemos, llevan al Seol (Pr 7:26-27). Caeremos en lo profundo del infierno si nos dejamos seducir por su voz extraña (Pr 9:18). Quienes atiendan a su voz extraña, se harán doblemente herederos del infierno (Mt 23:15). No los escuchemos, les espera la mayor condenación, fueron destinados a ella (Jud 1:4). Son doblemente muertos, tienen reservada las mayores tinieblas (Jud 1:12-13). Miremos lo que oímos (Lc 8:18). Desechemos sus engaños, aferrémonos a la Verdad (1 P 2:1-2). Que no nos engañen sus vanas filosofías mundanas, su voz extraña, sigamos la voz de Cristo (Col 2:10).
Iglesia, ¿a quién oye? ¿a Cristo? ¿hace su voluntad? O ¿oye a los extraños? ¿está siendo seducido por ellos? ¿conoce la voz de los extraños? ¿cambiará la tierna voz del buen Pastor, por la de un extraño? Muchos dicen seguir a Cristo, pero si lo oyeran realmente, obedecerían sus mandamientos, atenderían sus consejos, no oirían la voz de los extraños. El falso creyente oye a los falsos maestros. El genuino no, y si lo hace, es temporal, tarde o temprano, huirá de ellos (Ap 18:4). Tenemos la unción del Santo, podemos identificarlos (1 Jn 2:19-20).
Sus ovejas no serán arrastrados por los extraños. No conocen la voz de los extraños. “Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo (15 de Enero de 2023): «¡NO CONOCEN LA VOZ DE LOS EXTRAÑOS!».
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