“No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal” (Proverbios 3:7).
“Debemos vivir en una sujeción humilde y obediente a Dios y su gobierno. Teme a Dios como tu soberano Señor y Maestro; sé gobernado en todo por tu religión y sujeto a la voluntad divina. Es: 1. Una sujeción humilde: “No seas sabio en tu propia opinión”. No hay mayor enemigo del poder de la religión y del temor de Dios en el corazón que la vanidad de nuestra propia sabiduría. Aquellos que tienen una opinión de su propia suficiencia, que piensan que es inferior y un desprecio hacia ellos, tomar medidas a partir de las reglas de la religión, y mucho más, obstaculizarse con ellas. 2. Una sujeción obediente: “Teme a Jehová, y apártate del mal”. Tengamos cuidado de hacer algo que pueda ofenderlo y perder su cuidado. Temer al Señor, para apartarse del mal, es verdadera sabiduría y entendimiento; son abnegados, ellos son verdaderamente sabios, y no sabios ante sus propios ojos” (Matthew Henry).
1. ¡LA SABIDURÍA!
El capítulo 3 de proverbios es una exhortación para vivir en obediencia a Dios, confiando en Él, aferrados a su Ley, sumisos a su voluntad, buscando todos los tesoros de la sabiduría, sin apartarnos de ella. Este es el camino de la sensatez, el cual le espera un final feliz y glorioso.
DEBEMOS VIVIR EN OBEDIENCIA Y FE (V1-4). ¿Guardamos su palabra? ¿La tenemos siempre presente? ¿confiamos en ella, le creemos, la obedecemos? DEBEMOS CONFIAR EN DIOS, NO EN NOSOTROS MISMOS (V5-8). ¿En quién está nuestra confianza? ¿en nuestro corazón, razonamiento, justicia propia, obras? ¿en el consejo humano? ¿O en Dios? DEBEMOS USAR BIEN LAS RIQUEZAS (V9-10). ¿Cómo usamos los recursos? ¿somos austeros con nosotros? ¿somos generosos con los demás, con Dios? ¿somos codiciosos, avaros? DEBEMOS ACEPTAR LA DISCIPLINA DE DIOS (V11-12). ¿Cómo recibimos los tratos de Dios? ¿las pruebas: económicas, muerte de seres queridos, salud, persecución, etc? ¿aprendemos de las pruebas? ¿volvemos a lo mismo? ¿nuestra fe se fortalece? ¿aumenta nuestra santidad? DEBEMOS DELEITARNOS EN CRISTO, LA SABIDURÍA (V13-20). ¿Es Él nuestro mayor tesoro y deleite? ¿ya lo hallamos? ¿es nuestro modelo? ¿vivimos en santidad y sabiduría? NUNCA DEBEMOS APARTARNOS DEL CONSEJO DE DIOS (V21-26). ¿Hemos perdido el amor por su Palabra? ¿nos deleitamos en ella? ¿confiamos en sus promesas, advertencias y mandatos? DEBEMOS HACER BIEN AL PRÓJIMO (V27-30). ¿nos compadecemos de sus necesidades? ¿somos pacificadores? ¿o somos conflictivos, vengativos, rencorosos? DEBEMOS MIRAR EL FIN DEL IMPÍO, NO SU CAMINO, Y TAMBIÉN MIRAR NUESTRO DESTINO (V31-35). El destino de ellos, será de deshonra, el de nosotros de gloria y honra.
2. ¡EL SABIO EN SU PROPIA OPINIÓN!
“De dos maneras: 1. Como para actuar independiente de Dios: no confiar en Él, ni reconocerlo, buscar su ayuda y dirección; ni pedir ni seguir el consejo de otros; siendo engreído y autosuficiente, apoyándote en tu propio entendimiento, como si fueras lo suficientemente sabio para conducir todos los asuntos de la vida con tu propia discreción. 2. En materia de religión: más sabio que tus maestros, que la Escritura; complaciéndote en tu propia sabiduría, superando a los demás; gloriándote en ello como tu propia adquisición, y no atribuyéndolo a Dios” (John Gill).
a). ACTÚAN INDEPENDIENTE DE DIOS.
· BUSCAN LA SABIDURIA DEL MUNDO. Apartan a Dios por ella, es necedad y locura (1 Co 3:19-20). Acá vemos filosofías humanas, ateísmo, agnosticismo, falsa ciencia, erudición, humanismo, psicología. Niegan la Biblia. La iglesia muchas veces se deja seducir por estas cosas. Confían en el hombre, en carros y caballos. No tienen a Dios en sus pensamientos (Sal 10:4). Son necios, niegan a Dios (Sal 14:1). Es locura (1 Co 1:19-20).
· ESTABLECEN SUS PROPIOS VALORES MORALES. Invierten los principios divinos (Is 5:20-21). Llaman bueno por ejemplo a la Ideología de género, el homosexualismo, el feminismo, el libertinaje, el socialismo, el progresismo, a las otras religiones, al moralismo, la codicia, o la avaricia. En cambio llaman malo al matrimonio, la fidelidad, la santidad, la Biblia, el cristianismo, a la mujer piadosa que se dedica al hogar y sus hijos, al hombre fiel que no toma. No escuchemos esta sabiduría (Pr 19:27). Son vanos, no entienden (Job 11:12).
· ESTABLECEN SU PROPIA JUSTICIA. Ignoran la justicia de Dios (Ro 10:3). Acá están todas las religiones de obras muertas (Judaísmo, Catolicismo romano, Islam, Budismo, Nueva Era, etc.); y también el moralismo (“buena persona”, “no le hace mal a nadie”). Su fin es muerte (Pr 14:12).
· CONFÍAN EN SU PERVERSA SABIDURÍA. De nada le servirá (Is 47:10-11). Como Roma, la Gran Babilonia (Jesuitas tienen: colegios, universidades, filósofos, científicos, eruditos). Se jactan de tener las llaves del reino de los cielos, de tener la llave del conocimiento, pero no es así (Ap 18:14). En su propio corazón está segura (Ap 18:7). Se lisonjea, cree que nunca les vendrá mal (Sal 36:2). De nada sirve la Palabra, la sabiduría en sus manos (Pr 17:16).
b). EN MATERIA DE RELIGIÓN.
· SACIADOS, SIN NECESIDAD DEL CONSEJO DE DIOS. Confían en lo externo, lo material (Ap 3:17). Llenos de Psicología, humanismo, secularismo, estrategias humanas (Familia, hijos, iglesia, salud, educación). Tienen éxito terrenal, justicia propia, están saciadas del mundo, sin necesidad de Cristo y Su Palabra. Desprecian el consejo del Señor (Pr 27:7).
· DESECHAN EL CONSEJO DE OTROS. De maestros y hermanos sabios (Pr 5:7-14). No escuchan a pastores y hermanos fieles, radicales, que viven en santidad, que los exhortan a la obediencia, a negarse, orar, comprometerse, crecer, predicar, a morir. Buscan consejo, y oyen al tibio, light, al lisonjero, a quien les da “palmaditas en la espalda”. Aborrecen la reprensión (Pr 12:1). Escuchemos a los pastores y hermanos que nos instan a vivir cada vez más en santidad (1 P 5:5).
· SE APARTAN DE LOS CRISTIANOS FIELES. Se van tras el camino de la muerte (Pr 21:16). No duran mucho en una iglesia bíblica, se cansan, los deberes espirituales les son pesados, una carga. Les pesa la cruz de Cristo, quieren un cristianismo cómodo, fácil, la puerta ancha, no se quieren negar. Buscan maestros que les digan las novelerías que quieren oír. Tienen más comunión con el tibio, el mundano o el lisonjero. Pero el Señor aconseja que andemos con los sabios (Ro 12:16).
· DESECHAN EL CONSEJO DE DIOS. No quieren oír su sabiduría (Pr 1:24-31). Muchos han recibido las consecuencias de su pecado por haber actuado conforme a su propia opinión (disciplina, juicios, enfermedades, etc.), toman malas decisiones espirituales (anteponen la carne), desechando el consejo perfecto de Dios (Palabra, Maestros, hermanos, sermones, estudios). Escuche a Dios, y reciba su corrección (Pr 19:20-21).
· CONFÍAN EN SU PROPIO CORAZÓN. Son necios, insensatos y obstinados (Pr 28:26). Engañoso es el corazón (Jer 17:9-10). Son obstinados, hay poca esperanza para ellos (Pr 26:11-12).
Si usted es así, despójese de sus argumentos, de sus pensamientos conforme al mundo, deje la vana sabiduría, no ponga por encima sus opiniones, métodos; arrepiéntase de ser un sabio/sabia en si propia opinión, ríndase completamente a la sabiduría de Dios, entréguese de corazón a Cristo, sea sabio conforme a la Palabra de Dios, clame por tener la mente de Cristo, deseche la sabiduría del mundo (1 Co 3:18). Le falta sabiduría, pídala a Dios (St 1:5).
3. ¡TEME A JEHOVÁ Y APARTATE DEL MAL!
“La verdadera sabiduría. Donde no hay temor, no hay sabiduría; y donde hay temor, hay humildad. Van juntos, hacen al hombre sabio y honorable. El temor del Señor se opone al orgullo, la altivez y la vanidad. Hay reverencia a Dios, fe, dependencia y reconocimiento de Él, buscan su dirección y se cuidan de no ofenderlo. y apártate del mal. De confiar en sí mismo, del engreimiento, y de todos los males. El temor de Dios influye a los hombres para evitar el pecado y abstenerse de toda apariencia de él" (John Gill).
Job era un hombre temeroso de Dios, apartado del mal (Job 1:1). José, por el temor a Dios, no cayó en la tentación, no le falló a su Señor (Gn 39:9). Nehemías, por el temor al Señor, no se enseñoreó del pueblo como hicieron otros gobernadores (Neh 5:15). Abraham mostró temor de Dios, y una fe inquebrantable, cuando obedeció el mandamiento más extraño que ningún mortal haya recibido (Gn 22:12). ¿Sacrificaríamos lo más preciado por el Señor, si esto se interpone en nuestro buen caminar? ¿Familia, amigos, dinero, placer, comodidad, paz, tranquilidad? ¿Tememos a Dios? ¿Estamos apartados del mal? ¿El Señor podría decir de nosotros lo mismo que dijo de Job? (Job 1:8).
Temamos a Dios para ser sabios (Pr 9:10). No despreciemos su consejo, no hagamos como los insensatos (Pr 1:7). En el temor a Dios está nuestra fortaleza (Pr 14:26). Él nos enseñará (Sal 34:11). No nos envanezcamos (Ro 11:19-20). Temamos a sus juicios (Ro 11:21-22). Temamos a Dios, no a los hombres (Mt 10:28). Temamos y obedezcamos (Ec 12:13). Temer a Dios, nos aparta del mal (Pr 16:6). Temer a Dios, nos hace aborrecer lo malo (Pr 8:13). Temer a Dios, nos aleja de la condenación (Pr 14:27). Temer a Dios, es sabiduría e inteligencia (Job 28:28). ¿Desea la vida? Apártese del mal (Sal 34:12-14). Atesoremos su sabia Palabra para no pecar (Sal 119:11). Busquemos a Cristo, allí hallamos espíritu de sabiduría e inteligencia en el temor de Dios (Is 11:1-3). En Cristo están escondidos todos los tesoros de la sabiduría (Col 2:2-4).
Hermanos no seamos sabios en nuestra propia opinión. “No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo 29 de Octubre de 2023: «¡NO SEAS SABIO EN TU PROPIA OPINIÓN!».
Comments