«Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos» (Jeremías 8:20).
El estado del pueblo judío en tiempos de Jeremías era realmente lamentable. Estaban apartados del Señor, de la Verdad, endurecidos en sus pecados. Rebeldes, inconversos, se deleitaban en el engaño, desconocían el juicio de Dios, tenían orgullo teológico, agregaban a las Escrituras, desechaban la Verdad, eran avaros, idólatras, en vanidad, y con abundancia de falsos maestros. Su ruina vendría (Jer 8:5-22). Había pasado otra temporada más, había pasado la siega y el verano, y el pueblo aún seguía en sus pecados, aún no habían sido salvos.
Debemos examinar nuestra vida. Si aún no hay frutos dignos de arrepentimiento, una conversión genuina, un nuevo nacimiento, si lo que hay es una religión de obras muertas, farisaica, sin fruto. Si es así, será cortado (Lc 13:6-9). Si aún corremos por lo que perece, edificando para la tierra, el cuerpo, esta vida pasajera. Si sus metas son el dinero, el trabajo, el éxito, la prosperidad, asegurar un futuro terrenal, su bienestar, usted es un necio; Dios puede venir en cualquier momento por su alma (Lc 12:16-21). Si aún sigue divagando entre dos caminos, sin decidirse, meditando, calculando la torre. Si por su Yo, paz, tranquilidad, comodidad, temor a los problemas, el amor al mundo, sus tesoros amados, la buena vida; si por estas no quiere morir a sus pecados, si desprecia la santidad, si quiere un cristianismo fácil, ligero, liviano, debe saber que usted está en graves problemas, está en el camino ancho que lleva a la destrucción. Decídase rápido a quien servirá, a Dios o a Baal (1 Rey 18:21). Si aún sigue sirviendo a medias al Señor, tibiamente, light, sin entrega total a Él, sin aún no quiere dejar sus ídolos, si todo lo que hace no lo hace por el Señor; tenga cuidado, no profane más el nombre de Dios (Ez 20:39).
¿Hoy será otro domingo mas escuchando el verdadero evangelio, tal vez espantado como Félix, pero sin que pase nada con su vida espiritual? (Hch 24:25). Como el Rey Agripa, hasta hoy ¿por poco ha sido persuadido a ser cristiano? (Hch 26:27-28). ¿Otro año más muerto, sin ir a Cristo, sin vida? (Jn 5:39-40). ¿Por qué no quiere ir a Cristo, y ser salvo? ¿Por qué se quiere ir al infierno? ¿Es más valiosa esta vida con sus tesoros temporales, que la vida eterna que da Cristo con tesoros eternos? ¿Es tan malo servirlo? ¿No vale la pena un poco de negación en esta vida por la herencia eterna? ¿Por qué quiere morir y sufrir eternamente? ¿Otro año mas en lo mismo? ¿volverá hoy a su casa y seguirá igual? ¿Cómo los judíos, aún no ha sido salvo?
Vinieron juicios terrenales sobre los judíos, fueron asolados por naciones paganas, esclavizados, muertos a espada, pero sobretodo, no hubo medicina para ellos, hoy padecen en el infierno. Éste fue su juicio, ruina y destrucción. ¡No fueron salvos! (Jer 8:13-22). Igualmente, los judíos en tiempos de Cristo, no reconocieron el tiempo de su visitación, la venida del Mesías, fueron rechazados como nación de Dios (étnica y exclusiva). ¡Tampoco fueron salvos! (Lc 19:41-44). ¿Nos pasará lo mismo que ellos?
¿No reconoce amigo que el Señor ya lo ha visitado muchas veces para que sea salvo? ¿No se da cuenta de la misericordia y paciencia de Dios con usted? La paciencia de Dios tiene un límite. Si no se arrepiente, Él se irá a otros que produzcan los frutos dignos de su reino (Mt 21:43). ¡NO SERÁ SALVO! Los fariseos no dieron fruto, su religión muerta no les permitió huir de la ira venidera, no fueron salvos (Mt 3:7-9). No confíe en simples cambios superficiales, en haber dejado ciertas cosas del mundo, como cualquier moralista, religioso, formalista, e incluso un ateo pueden hacer ¿Confía en esto? “¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mt 3:7). No podrá huir del infierno, no se engañe, si no da fruto, el hacha ya está puesta a la raíz, será cortado y echado al fuego (Mt 3:10) ¡NO SERÁ SALVO!
No se endurezca más, no siga otro año sin ser de Cristo realmente (Heb 3:7-15). No siga mas así, tome medidas radicales en su vida, arrepiéntase, reconozca su pecado, abandónelo, deje su amor al mundo, al dinero, a su comodidad, a su Yo, no confíe mas en obras externas, superficiales, en obras muertas. Deje su orgullo, y reconozca su ruina espiritual. Deje su justicia propia, su amor propio, su pereza espiritual, su negligencia para las cosas del Señor, su cobardía para predicar, su falso amor, su racionalismo, su tolerancia al impío, no se congracie más con ellos, reconcíliese con Dios. Que no le pase como los Fariseos, que no entendieron la visitación de Cristo a sus vidas. Ore, clame, vele, ayune, no descanse hasta saber que ha sido salvo, no pase otro año más condenado, acumulando ira para el día de la ira; entréguese a Cristo, conviértase de sus malos caminos (Is 55:7).
Escuche el llamado del Señor, Su visitación, hoy es el día de ser salvo, no abuse de su misericordia, su paciencia se agotará. Arrepiéntase en verdad, si tiene oídos para escuchar. “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Ap 2 y 3). No duerma mas, será avergonzado (Prv 10:5). La puerta se cerrará definitivamente. Será desechado por el Señor (Lc 13:25). Se cerrará a quienes no se hayan preparado. Clamará en aquel día, pero nadie le abrirá. Los que se sentaron a su lado en la congregación, entrarán, pero usted no podrá (Mt 25:10-12).
Tarde o temprano vendrá su ruina, será cortado ¿Serán de nuevo estas palabras para usted: “Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos”?
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo (12 de Enero de 2020): «¡PASÓ LA SIEGA, TERMINÓ EL VERANO…!»
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