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¡PERROS MUDOS!

Actualizado: 25 oct 2022

«Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado» (Isaías 56:10-11).


Se compara un atalaya, cuya labor es advertir del peligro al pueblo, y no lo hace; con un perro guardián, cuya función es cuidar la casa de su amo, pero es mudo, no ladra, no avisa. No cumplen su función. Como dijo J.C. Ryle: “Ciertamente, el perro mudo y el pastor dormido son los mejores aliados del lobo y el ladrón”. Esta severa reprimenda de los líderes de la Iglesia judía (reyes y maestros principalmente) es aplicable a toda época. Malo es que un pueblo tenga pastores que duermen y andan ansiosos en pos del mundo. Esta es la triste corrupción de los lideres de la iglesia: ignorancia, negligencia, codicia y mundanalidad.


La iglesia de hoy está llena de perros mudos. Callados ante todo lo que pasa.


1. La reprensión.


Dios demanda obediencia y fidelidad, así hay bendiciones espirituales. Los líderes de Judá no eran obedientes ni fieles al llamado de Dios para los atalayas, estaban dormidos, no advertían del peligro. Dios los reprendió.


Dios manda al pueblo a la obediencia, a hacer justicia, guardar el día de reposo y guardarse de todo mal (V1-2). Promete asistencia, aceptación y consuelo al que vaya a Él, no rechaza al que quiera acercarse. Su iglesia será casa de oración para todos los pueblos, Judíos, gentiles (V3-8). Hay juicio a los pastores de Judá, son ciegos, ignorantes, mudos, perezosos, negligentes, inútiles, avaros, egoístas, infieles, mundanos (V9-12).


El Señor invita a las fieras del campo a devorar a un gran festín para devorar los cadáveres de los enemigos cuando yazcan en el campo, como en Ap 19:17-18. Juicio viene en camino sobre la nación, y ellos no lo ven, ni advierten al pueblo, no cumplen su función como atalayas. Son “ignorantes”, como “perros mudos”, “aman el dormir”, “no saben entender”. Son pastores infieles, que solo “buscan su propio provecho”. Gran contraste con los reyes buenos de Judá, pero sobre todo, gran contraste con los santos profetas que hablaron en nombre de Dios clara y fielmente. Mientras el juicio se aproxima, ellos beben y se emborrachan Su fe ciega en el progreso ha reemplazado la razonable fe en Dios. Están maduros para el juicio, no están preparados para él.


2. Los atalayas de Judá: ¡Perros mudos!


Los pastores de Judá, atalayas que deberían advertir del peligro, son como perros mudos, callaban ante el riesgo inminente, dormían cuando debían advertir y alertar de los enemigos. Así la mayoría de los pastores hoy.


“Sus atalayas son ciegos”. Son ciegos ante el peligro, no advierten de los enemigos. En Mateo 15:14 los describe como “ciegos guías de ciegos”. En Mateo 23:16-26 como “guías ciegos”, “insensatos y ciegos”, “necios y ciegos”, “Fariseo ciego”, para mostrar su ceguera, insensatez e hipocresía, al enseñar errores que llevan al pueblo a alejarse de Dios y a la perdición eterna. Son atalayas ciegos, guiando a otros ciegos, y ambos perecerán. No saben distinguir los tiempos en las que estamos (Lc 12:56; Mt 16:3). Hoy son ciegos al engaño de la pandemia, la tiranía estatal, el globalismo, las herejías, el ecumenismo, el Papado, el mundo en la iglesia, el falso cristianismo. No advierten del peligro del alma del falso creyente (Jer 23:17). No ven ni hablan claro, no advierten contra los enemigos para prepararse para la batalla (1 Cor 14:8-9). Los entregan al infierno más rápido (Mt 23:15).


todos ellos ignorantes”. Ignoran la Verdad, desconocen las doctrinas de Dios, no las proclaman, las tuercen. Ignoran la Justicia de Dios en Cristo para salvación (Rom 10:2-4). Ignoran que Solo Cristo es el camino (son ecuménicos), confunden justificación con santificación (santidad es legalismo, fruto son obras meritorias, buenas obras se oponen a la gracia), desconocen lo que es la vida cristiana (enseñan doctrinas humanas). Ignoran lo más importante de la Ley, y enfatizan lo externo (Mt 23:23-24). Son necios e ignorantes al enseñar insensateces y doctrinas de hombres (Mt 23:16-20).


“soñolientos, echados, aman el dormir”. No vigilan, adormecidos, holgazanes, perezosos, negligentes. No oran ni ayunan, no mueren al mundo y la carne, no estorban, duermen (carnales, cómodos, ociosos). Son soñadores, carnales, rebeldes a Dios y blasfemos (Jud 1:8). Consienten su carne, se apacientan a sí mismos, son desvergonzados (Jud 1:12-13). Seducen al carnal para que descanse, como él, en una falsa libertad (2 P 2:18-19). Torpes, ineptos, descansan en su carnalidad, fortalecen al impío para que no se convierta (Jer 23:14).


“y esos perros comilones son insaciables”. Tienen apetito voraz, avaros, codiciosos, opulentos. No se sacian (pecado, dinero, lujuria, mundo, deleites, vanidad), les encanta la buena vida, se glorían en esto. Sirven a su vientre, se glorían en lo malo (Fil 3:18-19). Viven en deleites, se recrean en sus errores, no se sacian de pecar (2 P 2:13-14). Aman el lucro de la maldad (2 P 2:15). Son hijos de la Ramera opulenta (Ap 18:7).


“y los pastores mismos no saben entender”. No entienden lo espiritual, desconocen las cosas celestiales. Desconocen el mundo espiritual (Satanás, ángeles, guerra espiritual); hablan mal, corrompen, no entienden (evidencias del nuevo nacimiento, enemigos de la iglesia, Rol de la iglesia, el Reino de Cristo). Hablan mal, blasfeman de lo que no entienden (Jud 1:10; 2 P 2:12). No entienden que el enfoque es el corazón (Mt 23:25-26).


“todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado”. Egoístas, infieles, Buscan lo suyo propio, no el de Cristo (Fil 2:21). Buscan alcanzar sus sueños, su interés personal. Devoran las casas de las viudas (Mt 23:14). Se aprovechan del incauto para lucrarse (2 P 2:2-3).


En definitiva, “todos ellos perros mudos, no pueden ladrar. Son como perros mudos que no ladran ante el riesgo, callan, son cobardes, inútiles, no cumplen su labor. No advierten del peligro (Ez 33:6). No amonestan al impío (Ez 3:18; 33:8). No amonestan al creyente (Ez 3:20). Son cobardes, apocan el corazón del pueblo; y como perros mudos, no sirven para lo bueno (Dt 20:8).


3. Los atalayas de Dios: Advierten del peligro


Los verdaderos atalayas de Dios, a diferencia de los perros mudos pastores de Judá, advierten del peligro y el riesgo inminente, están alertas ante los enemigos. Hoy carecemos de este tipo de pastores.


Dios ha puesto sus atalayas, vienen de su parte (Ez 3:17; 33:7). Advierten del peligro para que el pueblo se prepare (Ez 33:2-5). Amonestan al impío por su impiedad (Ez 3:19; 33:9). Amonestan al creyente para que no se aparte (Ez 3:21). Cumplen la gran comisión dada por su Señor (Mt 28:19-20). Hacen obra de evangelista en todo momento, advierten del peligro de los mentirosos (2 Tim 4:1-4).


¡No seamos perros mudos! Ladremos, hablemos, advirtamos, no callemos, cumplamos nuestro deber. Siempre habrá peligros. No temamos, el Señor nos manda a hablar, a no callar, como a Pablo (Hc 18:9-10). Aunque nos amenacen, como Pedro y Juan, no dejemos de decir lo que hemos visto y oído (Hc 4:17-20). Sigamos adelante, obedezcamos a Dios antes que a los hombres, saturemos con el evangelio (Hc 5:27-29). Advirtamos del peligro de los falsos maestros y sus sutilezas (Rm 16:17-18). Advirtamos contra los que pervierten la doctrina de Cristo (2 Jn 1:10-11). Insistamos en denunciar a los que predican otro evangelio (Gál 1:9). Sigamos denunciando a los falsos maestros (Ap 2:2). Advirtamos contra los falsos creyentes (2 Tim 3:5). Reprendamos las obras de las tinieblas, denunciemos la mentira y el pecado (Ef 5:11). Que los perros mudos callen sus engaños, no nosotros la verdad, tapémosle la boca (Ti 1:10-11).


Cobardes, hipócritas, mentirosos, perros mudos son los que dicen que respetemos las otras creencias, así los lleven al infierno. Ese no es el ejemplo Bíblico-histórico. Eso no es amar las almas perdidas. Cristo no respetó las creencias de nadie, y fue el mayor ejemplo de amor. El denunció a los falsos maestros (Mt 23), y declaró que Él era el Único camino, Verdad y Vida, y que nadie iba al Padre sino por Él (Jn 14:6). Así, desacreditaba toda creencia que no estuviera fundamentada en Él. Cobardes, hipócritas, mentirosos, perros mudos son los que dicen que prediquemos el evangelio pero no denunciemos la mentira ni a los falsos maestros. Falso, el verdadero cristiano va con 2 espadas, una proclamando la Verdad y otra denunciando la mentira. Es inevitable, la luz evidencia la oscuridad. Calvino dijo: “El verdadero pastor tiene dos voces: una para llamar a las ovejas y otra para ahuyentar a los lobos rapaces”. Cobardes, hipócritas, mentirosos, perros mudos son aquellos que dicen que a los católicos no les digamos del Papa, María, la idolatría y todas sus herejías, que solo les prediquemos de Cristo. Eso no enseña la Biblia. Esos son sus pecados más evidentes y los que más aman, los cuales no les permiten arrepentirse, ver la Gloria del Salvador y acercarse realmente a Él. Ellos quisieran seguir a Cristo sin dejar sus ídolos, eso no es posible. Cristo apuntó al amor del dinero del joven rico, al adulterio de la mujer en el pozo, Pablo a la idolatría de los Atenienses y de Éfeso. Cobardes, hipócritas, mentirosos, perros mudos son todos aquellos que dicen que las redes sociales no son un medio para predicar el evangelio. Menos mal Lutero y los reformadores no pensaron así, al utilizar la novedosa imprenta para proclamar en toda Europa el Evangelio y denunciar las mentiras del Papado. Debemos predicar a tiempo y fuera de tiempo, por los medios que podamos, de manera personal, en las calles, internet, artículos, libros, escritos, etc.


Spurgeon dijo: “No me hablen de hombres blandos y gentiles, de suaves maneras y palabras dulces; necesitamos al fogoso J. Knox y aun cuando su vehemencia le dé porrazos a nuestros púlpitos hasta maltratarlos, sería muy bueno que despertara nuestros corazones a la acción”.


Tristemente, ya queda muy poco de eso hoy. La iglesia está llena de perros mudos. Dios nos guarde de ser uno de ellos. “Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado”.



X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.


Escucha el sermón del domingo (13 de Marzo de 2022): «¡PERROS MUDOS!»


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