«Él es sabio de corazón, y poderoso en fuerzas; ¿Quién se endureció contra Él, y le fue bien?» (Job 9:4)
Aquí vemos dos atributos de la Deidad. La Sabiduría de Dios y el Poder de Dios. Nadie puede resistir ante esto.
Dios es sabio de corazón, su esencia es Sabiduría. Todo lo que Él hace es sabio, porque es para Su Gloria. Todas sus obras fueron hechas con sabiduría. La tierra, el mar, el sol, la luna, las estrellas, las plantas, los animales, y el ser humano, muestran de forma notable Su sabiduría en la creación (Sal 104:24). Pablo comprendió la profunda, incomprensible, autónoma, soberana y gloriosa sabiduría de Dios, y exclamó (Rom 11:33-36). Él es el Único y Sabio Dios (1 Tim 1:17).
La sabiduría humana en cambio es necia, no tiene discernimiento, desecha a Dios, busca eliminarlo para pecar libremente (Sal 14:1-4). Se opone a Dios, es desagradecida, con razonamientos inútiles, entenebrecidos, idolátricos (Rom 1:21-23). Tengamos cuidado, que nadie nos engañe (Col 2:8). Cristo, es la Sabiduría de Dios, opuesta a la sabiduría humana, su evangelio es el mensaje de la Sabiduría de Dios; destruye la sabiduría humana, vana, construida sobre la arena; humilla a los sabios de este mundo; que no pueden llegar por su sabiduría a la Verdad, al conocimiento, a la sabiduría verdadera, la cual consideran locura (1 Cor 1:18-23).
El Evangelio de Cristo es el mensaje de la Sabiduría de Dios; Su casa es edificada con esta sabiduría, por medio de Su Bendita y Sabia obra; Su obra y mensaje están llenos de sabiduría (Prv 9:1-6). Sobre el reposa el Espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría (Is 11:1-4). En Cristo están escondidos todos los tesoros de la sabiduría de Dios (Col 2:2-3). Se nos ha entregado como a Pablo, anunciar al mundo las inescrutables riquezas de Cristo, el misterio escondido desde la eternidad, para dar a conocer la multiforme sabiduría de Dios (Ef 3:8-11). Anunciemos a Cristo… “Él es sabio de corazón…”
No solo Él es sabio de corazón, Él es poderoso en fuerzas, es el Todopoderoso. Todo lo que Él quiere lo hace, es Soberano, y tiene el poder de su fuerza para hacerlo. Tiene la facultad para cumplir todo lo que le agrada. Si no puede hacer todo lo que quiere y no puede llevar a cabo todo lo que se propone, no puede ser Dios. Él tiene la voluntad para hacer lo que le parece bueno y el poder para llevarlo a cabo.
Sin poder su misericordia es debilidad humana, sus promesas sonido vacío, y sus amenazas alarmas infundadas. Su poder, es como Él mismo: infinito, eterno, inconmensurable, incontenible, no puede ser frustrado por nadie. De Dios es el Poder (Sal 62:11). No es necesario más. Cielo y tierra pasarán, su Palabra no pasará. Él habla, y el trueno de su poder se oye en el mundo (Sal 18:13-15). Su poder es solo de Él. Nadie tiene un átomo de poder si Dios no se lo ha dado. No puede adquirirse, ni está en manos de ninguna otra autoridad, es inherente a Él. Él mismo es la causa y originador de todo poder.
El más poderoso mortal no podría añadir ni un milímetro al poder del Omnipotente (Sal 89:6). Sus obras fueron hechas con el Poder de Su brazo (Job 9:5-10). Con su Poder restringe el Mar (Job 38:11). Su poder es más grande que la fuerza de todas las recias aguas del mar (Sal 93:4). Él tiene el poder para que salga el sol y llueva (Mt 5:45). Dios quita y pone Reyes con su poder (Dn 2:21). A todo lo que quiere los inclina (Pr 21:1). A Satanás reprime con su poder, impide sus propósitos malignos, lo exhibió públicamente, y triunfó sobre él y sus huestes, en la cruz (Col 2:15).
El hombre es nada ante Su Poder, no hay quien detenga su mano poderosa para cuestionar su proceder (Dan 4:35). Abrió los cielos, y la raza humana, excepto ocho (8) personas, impotente ante su ira, fue arrasada por el diluvio (Gén 7). Con una lluvia de fuego y azufre destruyó Sodoma y Gomorra (Gén 19). Faraón y su ejército fueron impotentes cuando Dios sopló sobre ellos en el Mar Rojo (Éx 14:27-28). A los impíos encarcelará en el infierno y enviará sus almas al tormento eterno del lago de fuego (Ap 20). Nadie puede resistirle, nadie podrá hacerle frente ante Su Trono de Justicia; Él lo hace, y nadie debe cuestionarlo (Rom 9:22). No podemos juzgar ni condenar sus designios (Job 9:19). El hombre no puede enfrentarse a Él, no puede enfrentarse al poder de Su juicio (Job 9:32). Los poderosos de la tierra reclaman admiración, cuanto más Él. Debemos temblar ante Su Poder (Mt 10:28).
Ignorar a Aquel que puede aplastarnos como si fuéramos moscas, es una conducta suicida; desafiar al que puede despedazarnos y arrojarnos al infierno, es locura; obedecer sus mandamientos es, al menos, actuar con sensatez. Debemos callar ante el Poder de Su brazo (Job 40:9-14). Veámoslo como Él es, anunciémoselo como tal. Rechacemos toda imagen falsa de Él, de Su culto y adoración, toda idolatría y falsa religión, son diabólicas, no nos unamos a ellos, denunciémoslo, reprendámoslo. No lo provoquemos con nuestra falta de celo y tibieza, Él es más fuerte que nosotros (1 Cor 10:21-22).
Su mensaje es el Poder de Dios que se manifiesta al proclamarlo y hacer milagros. Su mensaje consiste en la manifestación de Su Poder (1 Cor 4:20). Su mensaje es el poder de Dios que puede levantar los muertos para que vivan y salvar sus almas del infierno; no nos avergonzamos de proclamarlo (Rom 1:16). Hemos recibido Su poder para proclamarlo (Hch 1:8). Tenemos en nosotros el espíritu de Poder (2 Tim 1:7). Tenemos el mismo poder que levantó a Cristo de los muertos, el Espíritu Santo, que levantará también nuestros cuerpos mortales cuando vuelva (Rom 8:11). Es el poder de la resurrección a todos los que confían solo en la justicia de Cristo por la Fe (Fil 3:9-10). Necesitamos Su poder, pidámoslo, para andar como es digno-Él (Col 1:10-11):
Dios es sabio de corazón y poderoso en fuerzas. ¿Quién podrá resistirle? “¿Quién se endureció contra él, y le fue bien?”: ¡NADIE! Suyos son el Poder y la Sabiduría (Dn 2:19-22). El hombre es vasija creada por Dios, Él lo conoce, no puede esconder su pecado e inmundicia (Is 29:15-16). Le irá muy mal. El hombre debe someterse a la salvación y justicia que Él hizo brotar, la única; nadie debe contender contra el Creador, somos barro, y Él el Alfarero (Is 45:9). Sométase a Cristo. No alterque con Su soberanía, como si Él fuera injusto (Rom 9:20-21). ¡Cuidado y no sea usted un vaso de ira!
Iglesia, no encubramos nuestros pecados ante los hombres, Él lo ve a usted; no endurezca más su corazón, no deseche Su misericordia (Pr 28:13-14). No hagamos como el impío, no endurezca su cerviz, caerá hondo (Prv 29:1). No deseche al Salvador, sus amonestaciones, pues “¿Quién se endureció contra él, y le fue bien?”.
Es inútil contender y endurecerse ante Él, así lo reconoció Job, impotente ante Su sabiduría y poder (Job 9:1-4). Nada podemos alegar ante el Sabio de corazón y Poderoso en fuerzas; somos necios al hacerlo, si quiera al pensarlo; somos débiles, impotentes. Es vano condenarlo a Él, para justificarnos nosotros. No contienda más contra Él. Reconozca humildemente como Job y diga: “Ciertamente yo sé que es así”. No hay otra opción, es el único camino que tiene el hombre. Todos los que se endurecen contra Su único y perfecto medio de justificación, les irá muy mal.
Los israelitas rechazaron a Cristo, se endurecieron, mataron a los profetas, a los enviados del Señor, mataron al Mesías, su casa quedó desierta (Mt 23:37-39). Viven el más grande desierto desde entonces, tienen un velo sobre sus ojos, padecen en el infierno cada generación desde entonces. Todos los que hagan lo mismo, los que se endurezcan, rechacen su evangelio, serán castigados en llama de fuego, con sufrimiento eterno, excluidos de Dios (2 Ts 1:8-9). Todo ser humano con un corazón no arrepentido, endurecido en sus pecados, contencioso contra Dios, recibirá Ira, enojo, tribulación y angustia, por la eternidad (Rom 2:5, 8-9). Todos los que se endurezcan contra Él, no les irá bien. Querrán esconderse de la Ira del Cordero, pero nadie podrá sostenerse en pie ante Él, Él no respeta condición social (Ap 6:15-17).
No juguemos con Dios, todos comparecernos ante su tribunal, y recibiremos lo justo (2 Cor 5:10). No siga el camino de los sabios y fuertes según el mundo, es vano, pasajero, necio, es arena, serán avergonzados y deshechos; prediquemos a Cristo crucificado, Él es el Poder y Sabiduría de Dios (1 Cor 1:24-31). Gloriémonos en Él, la Gloria es de Él, del Sabio de corazón y el poderoso en fuerzas. Entréguese a Cristo, de lo contrario le irá muy mal, pues “¿Quién se endureció contra él, y le fue bien?”
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana
Escucha el sermón del domingo (28 de Junio de 2020): «¿QUIÉN SE ENDURECIÓ CONTRA ÉL, Y LE FUE BIEN?»:
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