«Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!» (Mateo 27:22).
Muchos, con ciertas dudas, preguntan cómo Pilato, otros, responden como el pueblo. Los primeros se lavan las manos, los segundos lo quieren matar. Otros están detrás de todo, confabulan, como los líderes religiosos judíos. Todos niegan al Redentor, todos son culpables, todos matan al Autor de Vida.
1. EL Cristo ante Pilato.
El Señor estaba compareciendo ante Pilato, representante del poder imperial romano (el poder político), acusado injustamente por los líderes judíos (el poder religioso), quienes a su vez incitaban al pueblo (las masas), para que condenaran injustamente al Cristo (Mt 27:11-26).
El Señor Jesucristo era llamado “El Cristo”, solo Él es llamado EL Cristo. Cristo es del Latín (Christus), y del Griego (Christós). Es una traducción del término hebreo «Mesías» (Māšîaḥ), que significa «Ungido». Es el título o epíteto de Jesús de Nazaret en el Nuevo Testamento. Roma, aunque dice creer en Cristo, no cree que el Señor Jesucristo es EL Cristo, ellos tienen varios “cristos” agregados a Cristo (María co-rredentora, sacramentos, salvación basada en mezcla de obras con fe); las religiones tienen otros “cristos”; así como las masas en general los tienen (moralidad, filosofías), o no tienen ningún “cristo” (ateos, agnósticos).
Pedro, por revelación Divina, declaró que Jesús era EL Cristo, el Mesías prometido, el Cristo de Dios (Mt 16:13-16). EL Cristo no era Juan el Bautista, Elías, Jeremías, ni ninguno de los profetas, ni nadie más. Sus discípulos guiados por el Señor lo sabían, sin embargo, muchos no lo entendían, por eso Juan les aclara (Jn 1:19-20). Juan, el más grande nacido de mujer, reconoce que no es nadie comparado con EL Cristo (Jn 1:25-27). Muchos lo sabían, aún el Sumo Sacerdote, por eso pregunta al Señor para hallar motivos y juzgarlo (Mc 14:61-62).
2. Las reacciones.
Unos se lavan las manos como Pilato, otros (el pueblo), son manipulados y mandan crucificar al Mesías, otros (líderes religiosos), confabulan todo. Todos crucifican al Salvador.
Pilato duda, va contra su conciencia, quiere librarse de su responsabilidad, culpa al pueblo de la muerte de Cristo, se lava las manos (V24). Él tenía dudas en cuanto al Rey de los Judíos (V11). No era enemigo directo de Cristo, lo admiraba incluso (V13-14), pero no es capaz de defenderlo directamente, por eso pregunta al pueblo para que decidan su muerte, es un cobarde (V17). Sabía que eran acusaciones injustas, conocía las intenciones de los líderes religiosos (V18). Dios, incluso, se lo había advertido anteriormente por su mujer (V19). Pero él deja la decisión al pueblo (V21-22a). Sabía que Cristo era inocente, que el juicio era injusto (V23a). Como lo sabía el Tribuno Claudio Silas con Pablo, al enviarlo a Félix (Hch 23:29). Pilato, finalmente hace caso al pueblo, y suelta a Barrabás, al homicida, y condena a la cruz a Cristo, el Inocente (V26). Muchos son como Pilato, van contra su conciencia, se dejan llevar por la presión del mundo, amigos, o familiares; saben la verdad, pero son indiferentes, no toman partido claramente, ni a favor ni contra Cristo, culpan a otros, no asumen la responsabilidad de sus pecados y tibieza, al final condenan al inocente, se unen a los que aborrecen a Cristo (gobierno, impío, religión), y entregan a Cristo. Les pasa como Agripa, que por poco es persuadido, pero que finalmente va contra su conciencia (Hch 26:26-28).
El pueblo pide crucificar a Cristo (V22b-23). Son manipulados por sus líderes religiosos (V20). Son idiotas útiles del poder político, escogen a Barrabás, al malo, en lugar de Cristo, el Justo (V21). Obstinados, después de gritar varias veces: !Sea crucificado!, se maldicen con sus propias bocas (V25). Los que lo habían recibido con palmas, lo entregaron días después. Muchos son obstinados, ciegos, rebeldes, necios, borregos, sin criterio propio, hacen lo que les digan, sin discernimiento, creen decidir, pero son otros los que lo hacen por ellos, son traicioneros, aman sus vientres (el “cristiano” light, tibio, ignorante). Solo buscan a Cristo por lo que les puede dar (Jn 6:26). Así como entregan a Cristo cobardemente, también nos entregarán a nosotros (Mt 24:9-10).
Los líderes religiosos acusaron a Cristo ante Pilato (V12-13). Lo entregaron por envidia (V18). Incitaron al pueblo a que decidieran crucificar a Cristo (V20). Lo envidiaban, pues el pueblo estaba admirado de su doctrina (Mc 11:18). Por su pecaminoso celo por sus tradiciones, y por los milagros que hacía como con el hombre de la mano seca (Mt 12:14.). No solo le tenían envidia, estaban confrontados con sus palabras, como con la parábola de los labradores malvados (Lc 20:19). Por eso buscaban entregarlo y matarlo, poniéndole trampas con preguntas capciosas como el sí debían pagar impuestos al César (Lc 20:20). Tenían envidia de Cristo, por eso buscaban matarlo (Jn 7:1). En todo lado, como en la fiesta de los panes sin levadura (Lc 22:2). Buscando falsos testigos contra Él (Mc 14:55). Muchos líderes religiosos son así, falsos maestros, manipuladores, hipócritas, mentirosos, conocen la Verdad, pero la niegan deliberadamente, envidian a Cristo, lo quieren destronar (el Papado: “cabeza” de la iglesia; los “ungidos”: se exaltan, engañan, enseñan herejías), aborrecen también la santidad y a los seguidores fieles del Mesías. Mataron a Cristo, y a todos sus antecesores, los profetas, son como los labradores malvados (Mt 21:37-39). Están tan endurecidos, que creen que haciendo esto, sirven a Dios, tengamos cuidado (Jn 16:1-3). Engañan y se engañan a sí mismos (2 Tim 3:13).
Todos son culpables de la muerte de Cristo, todos se confabularon, todos son responsables, lo lamentarán (Jn 19:34-37; Ap 1:7). Lo negaron, mataron al Autor de la Vida (Hc 3:13-15). Incluso nosotros lo traspasamos con nuestros pecados, pero a diferencia de ellos, lo lamentamos, pero para perdón (Zac 12:10).
¿Lo hemos mirado y llorado para perdón? ¿lamentará hoy, o en Aquel Día? ¿Qué, pues, hará de Jesús, llamado el Cristo?
3. ¿Qué hará con el Cristo?
¿Y nosotros que haremos con Jesús, llamado el Cristo? ¿Qué reacción tendremos ante Él? ¿Cómo lo tomaremos?
Cristo fue despreciado, menospreciado y abominado de todas las naciones (Is 49:7). Fue despreciado y desechado por todos (Is 53:2-3). Al Juez de Israel lo hirieron con vara en su mejilla (Miq 5:1). Fue oprobio de hombres y despreciado del pueblo (Sal 22:6-8). Sin embargo, Él no quiso esconder su rostro de ellos (Is 50:6). Así estaba escrito, que fuera despreciado por todos y tenido en nada (Mc 9:12). Lo aborrecen porque son malos, depravados, perversos, con obras malas e inútil justicia propia, y Cristo les testifica eso a sus conciencias (Jn 7:7). ¿Y usted hará lo mismo? ¿Lo despreciará, desechará? ¿Lo aborrece por lo que declara de su estado espiritual? ¿No ve parecer ni hermosura para seguirle? ¿Lo abofeteará? ¿herirá su mejilla? ¿Qué hará usted con Jesús, llamado el Cristo?
Podemos ver tres tipos de personas dentro del pueblo de Dios en Juan 60:60-71:
1. Los que vuelven atrás (Jn 6:60-66). Caminan un tiempo, pero se cansan de Cristo y el camino angosto, les parece duro el evangelio, no tienen Fe, se apartan del camino, del pueblo de Dios (tibios, light, aman el mundo, dudan, cómodos, no quieren sufrir). ¿Lo dejará, volverá atrás? ¿Lo despreciará? ¿Lo entregará como el pueblo? ¿Qué hará con Jesús, llamado el Cristo? ¿Dirá como ellos? “¡Sea crucificado!”.
2. Los que no se van, pero lo entregan como Judas (Jn 6:70-71). Lo besan, lo abrazan, siguen en la iglesia, pero al final lo entregan. Dicen amarlo, lo confiesan de labios, pero se confabulan con sus asesinos declarados (Estado, mundo, falsa religión), son hipócritas, cobardes, interesados, lo venden por un plato de lentejas, o unas cuantas sucias monedas de plata. ¿Callará hipócritamente como Judas o Pilato? ¿al final lo entregará junto a los fariseos y las masas? ¿hará lo de Judas? ¿lo venderá? ¿Qué hará con Jesús, llamado el Cristo?
3. Los que lo reconocen como el Cristo (Jn 6:67-69). Confiesan realmente que Jesús es el Cristo, viven para Él y por Él. Lo siguen sinceramente, con un corazón recto, no tienen más Roca que el Hijo del Dios viviente, Él es su todo, no conciben su vida sin Él, sin ser cristianos, aman a Cristo, no lo cambian por nada (trabajo, dinero, comer, comprar, vender, paz, tranquilidad), perseveran hasta el final. ¿Es su único sustento, esperanza, gozo? ¿Imagina su vida de nuevo en el mundo, sin Él? ¿Se ha entregado al que da Vida Eterna? ¿Qué hará sin Él? ¿Qué hará usted con Jesús, llamado el Cristo?
Hermanos, Él sufrió y murió por nosotros, por sus discípulos, su pueblo, su iglesia, sus ovejas. ¡El sufrió por nuestros pecados! (Is 53:5-6). Por sus discípulos derramó su sangre, no por los que lo entregaron (Lc 22:20). Murió por muchos, no por todos, para perdonar nuestros pecados (Mt 26:28). Se entregó por su iglesia para santificarla y purificarla, no por el mundo (Ef 5:25b-26). Dio la vida por sus ovejas, no por las cabras (Jn 10:11). Murió por miserables pecadores como nosotros, por amor (Rm 5:8). Su sufrimiento no fue en vano, EL Cristo resucitó por nosotros (Is 53:10-11). No es posible que usted después de meditar esto, lo vaya a traicionar como Judas, vaya a volver atrás como los falsos discípulos, se lave las manos como Pilato, sea manipulado y lo entregue como el pueblo, y mucho menos que confabule como los apóstatas líderes religiosos. ¿o sí lo hará? ¿Qué hará con Jesús, llamado el Cristo? ¿Ha nacido de nuevo? Si usted no ha nacido de nuevo, no ha creído en el Cristo. Solo los nacidos de Dios creen en el Cristo (1 Jn 5:1).
Iglesia ¿Qué haremos con Jesús, llamado el Cristo? ¿Nos gloriemos en hombres, ideologías, filosofías, instituciones? ¿confiaremos en ellos? o ¿confiaremos sólo en el Cristo? Él no comparte Su Gloria con nadie, somos solo de Él (1 Cor 3:21-23).
Amigo, y usted ¿Qué hará con Jesús, llamado el Cristo? ¿Seguirá buscando otros cristos? ¿otras formas de salvarse? ¿intermediarios, vírgenes, santos, Papas, ídolos, religiones, obras, filosofías? ¿seguirá rechazándolo, negándolo, o indiferente ante Él? Sólo Él perdona pecados, solo Él es EL Cristo de Dios. No tiene opción si no creer que Jesús es EL Cristo, lamentar sus pecados ante la Cruz para ser perdonado de su maldad, de lo contrario usted es anticristo, está contra Él, niega al Padre (1 Jn 2:22). No lo menosprecie, crea en Él (Hch 13:40-41).
Iglesia, no hagamos lo de Pilato, el pueblo o los líderes religiosos, que lo mataron negándolo. “Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!” .
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo (25 de Abril de 2021): «¿QUÉ, PUES, HARÁ DE JESÚS, LLAMADO EL CRISTO?»
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