«Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará» (Daniel 11:32)
Este texto, y gran arte del capítulo 11 del Libro de Daniel, se cumplen en Antíoco IV cuando gobernó la dinastía seléucida, como uno de los mas grandes perseguidores del pueblo judío. Él es tipo del Anticristo que vendría, y los judíos, son prototipo de los cristianos perseguidos por la Bestia a lo largo de la historia. Los “violadores del Pacto” son tipo del falso pueblo de Dios.
Según diversas fuentes bibliográficas, Antíoco IV Epífanes (“Dios manifestado”. 175-163 a.C.), fue hijo de Antíoco III, octavo gobernador de la dinastía seléucida. En su intento de helenizar a los judíos sacrificó un cerdo en el altar de Jerusalén, prohibió la circuncisión y destruyó todos los libros del Antiguo Testamento que encontró. Su política helenizante, pretendía unir a todos sus súbditos bajo un solo idioma, una sola ley y una sola religión. En diversos escritos judíos es tratado con desprecio, tachado inmoral, y catalogado de loco. Intervino en Jerusalén, cuando los hermanos Jasón y Onías se disputaban el sumo sacerdocio (Prefirió a Jasón, inclinado a sus costumbres; Onías se le opuso). Decretó pena de muerte a los que se negaran a seguir las costumbres griegas (1 Mac 1:52). Invadió Judá, tomó Jerusalén, profanó el templo, hizo una gran matanza de Judíos. Matatías, un sacerdote judío, se rebeló, se fue a los montes, muchos lo siguieron. Su hijo (Judas Macabeo), derrotó repetidamente las fuerzas de Antíoco (1 Mac 3. reino sirio en decadencia). Murió en Babilonia en plena campaña militar (1 Mac 6.8).
Matthew Henry dice que “El resto de esta profecía (Daniel 11:31-45), pareciera que el relato pasa de Antíoco al Anticristo. Se hace referencia al imperio romano, la cuarta monarquía, en sus estados pagano, cristiano temprano y papal.
Antíoco es tipo del Anticristo revelado en el Nuevo Testamento. Sedujo a los judíos con lisonjas, y ellos violaron el Pacto con Dios. El Anticristo va mucho más allá; engaña no solo a los judíos, también al falso cristianismo para que traicionen a Cristo, y se unan a sus mentiras, también al mundo con sus lisonjas.
El Papado, que representa el Reino del Anticristo, desde su fundación, con la caída del imperio romano, se engrandece sobre todo el mundo, engaña con sus herejías y blasfemias, engaña con honores para que lo sigan (Dn 11:31-39). Instauró la “abominación desoladora” con la misa papal, la cual busca quitar el sacrificio perpetuo de Cristo, implantando un sacrificio diario, sacrificando de nuevo al Hijo de Dios. “Con lisonjas seduce a los violadores del pacto”, al falso cristianismo, las falsas religiones, y al mundo entero, por medio de su ramera iglesia, la Madre de todas las idolatrías de la tierra, quien abre sus puertas para recibirlos. “Los sabios del pueblo”, los siervos fieles que enseñan el camino de la justicia, “caen a espada, fuego, cautividad, despojo”, por este reino maldito. La historia lo corrobora con los mártires de Cristo. Muchos se juntan a los “sabios del pueblo con lisonjas”, muchos falsos cristianos se cobijan bajo su sombra, por interés y/o reconocimiento moral. “Hará su voluntad, ensoberbecerá, y engrandecerá sobre todo dios”. El Papado es completamente independiente, no sujeto a ninguna autoridad excepto a sí mismo. Su poder absoluto se extiende al terreno religioso, es visto como la máxima autoridad religiosa y moral. “Contra el Dios de los dioses hablará maravillas y prosperará”; desafía a Dios, se pone títulos Divinos, habla herejías, es seguido y respetado por millones, se sienta sobre muchas aguas (Ap 17:1). “Del Dios de sus Padres no hará caso”. Dice seguir al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, pero lo niega con sus falsas doctrinas. “Del amor de las mujeres” tampoco hará caso. Con el celibato, se desliga de toda responsabilidad marital y humana, está casado con la “iglesia”. “Honrará al dios de las fortalezas”. Promueve guerras, sirve al dios de la guerra, la personificación del poder, gasta mucho dinero en afianzar su poder, en conquistas; el Vaticano tiene grandes negocios de armas, promueve golpes de Estado, rebeliones, marchas. Tiene la sumisión y admiración del mundo, “colma de honores a lo que le reconozcan”, es el gran conspirador.
Diez reinos surgieron del imperio romano, tras su disolución, y se levantó de allí el Papado (alrededor 476 d.C. Dn 7:23-25). “Hablará palabras contra el Altísimo”, con sus herejías y títulos divinos (Santo Padre, Cabeza-iglesia, Vicario-Cristo). “A los santos del altísimo quebrantará” (mártires, persecuciones, inquisición). “Cambió los Tiempos”, el calendario bíblico lunar usado por los judíos, por el calendario solar pagano. “Cambió la Ley”, quitó el segundo mandamiento, que prohíbe la idolatría (Éx 20:4-5), y dividió en dos el décimo mandamiento. El día de reposo lo quitó y agregó el de “santificar las fiestas”.
La apostasía se inicia con la caída del imperio romano, quien detenía su aparición, la instauración del Papado (2 Ts 2:3-12). Esa fue el testimonio unido de los líderes de la Iglesia de los cuatro primeros siglos (Justino Mártir, Tertuliano, Ambrosio De Milán, Crisóstomo, entre otros). “Se siente en el templo de Dios como Dios”. Él se sienta en la iglesia de Dios, como cabeza de la iglesia, Santo Padre, Vicario de Cristo. Él es el sucesor directo de los antiguos emperadores romanos, del poder monárquico de los césares, llevando su mismo título pagano: “Pontifex Máximus”. Hace “grandes señales y prodigios mentirosos” (falsos milagros, apariciones de la virgen, transubstanciación). Engaña al mundo entero, a los que rechazan la Luz de Cristo. Es el misterio de la iniquidad, un reino de tinieblas, contrario al Reino de Cristo de luz.
Es la Bestia que describe Apocalipsis 13. Engaña a los no escritos en el Libro de la Vida. Perdió cierto poder en la historia, pero su “herida mortal ha sido sanada”. Aparenta no tener el poder de antaño, pero gobierna sobre reyes, falsas religiones, y el mundo. ¡Así es más peligroso! Es la estrategia del Diablo, hacernos creer que no existe, que es indefenso. Pero quién no se rinda ante su reino, “no podrá comprar ni vender”. Y como en la historia, le confiscarán bienes, les quitarán sus hijos, los despedirán de sus trabajos, serán tratados de locos, fanáticos, enemigos de la unidad (ver Pacto Global, Agenda 2030). ¿Nos dejaremos seducir por sus lisonjas? ¿Violaremos el Pacto de Dios?
Conocer verdaderamente al Señor, evitará caer por las seducciones del Papado. Por Fe nos esforzaremos y actuaremos, como los “sabios judíos” y los que los siguieron, que lucharon contra Antíoco IV Epifanes. El pueblo sin conocimiento será engañado, se olvidan de la Ley, del pacto, dejan de servir al Señor (Os 4:5-10). Si usted no conoce, será presa fácil del Papado, está en peligro de caer como violador del Pacto, será seducido por las lisonjas de la Bestia, será marcado. Los que han quitado sus ojos del Papado como principal enemigo de Cristo, son los mismos que van a volver a sus pies a servirlo. John Gill en su comentario de apocalipsis 11 dijo: “La mayor parte de las iglesias reformadas caerán bajo el Papado, y sus países volverán a caer en manos del Papa”. Todo el Israel que se desvió, levantó estatuas a Aserá y Baal, se unieron a Antíoco. ¡Ya ha pasado! ¿Tiene dudas del Papado?
Dios nos advirtió del Anticristo, su reino de apostasía, para que no fuéramos engañados, tenemos la unción del Santo (1 Jn 2:18-22). Que nadie nos engañe, conocemos lo que declara el Señor de este reino maldito (2 Ts 2:3-4). No nos puede seducir para que violemos Su Pacto (Mt 24:24); tenemos el sello del Espíritu Santo, estamos lavados con la Sangre del Cordero. Como los “sabios judíos”, tenemos sabiduría y entendimiento para contar el numero de la Bestia (Ap 13:18). El pueblo que conoce a Su Dios tendrá la Vida Eterna. La Vida Eterna es conocer al Padre, a Cristo, Su pacto eterno, Su Palabra, vida y obra (Jn 17:3). Si estamos cimentados en Él, nunca seremos seducidos.
Roma papal seduce a los ignorantes del evangelio. Hoy la iglesia no conoce verdaderamente a quién sigue, lo que Él dice, las doctrinas de Roma, y lo que originó la protesta del siglo XVI. No conoce tampoco la historia de los mártires que sufrieron en manos del Papado: “se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos” (Ap 13:7). ¡Pero nosotros sí!, y estamos preparados para lo que venga. Meditemos profundamente en el evangelio. Si estamos en la Roca firme, el Papa no podrá engañarnos nunca. Jamás seremos marcados por la Bestia. Su pueblo lo conoce, el que ha sido perdonado de sus pecados, desde el más pequeño al más grande (Jer 31:34). Cristo nos ha dado entendimiento para no dejarnos engañar por el maligno (1 Jn 5:19-21). Su pueblo se esforzará y actuará.
Haremos lo mismo de todos nuestros antecesores, los héroes de la Fe (Heb 11:32-38). Por Fe conquistamos el Reino de Cristo, y desechamos el Reino del Anticristo. Por Fe denunciamos sus herejías, apagamos bocas de leones. Por Fe soportamos espada, persecuciones, tribulaciones, cárceles. Por Fe somos fieles, incluso hasta la muerte. Por Fe sacamos fuerzas de debilidad y obedecemos a nuestro Bendito Rey. Por Fe esperamos Su manifestación para que destruya con el resplandor de Su Venida al hombre de pecado. Venceremos a Satanás y su Reino (Ap 12:11).
Por Fe no seremos seducidos con lisonjas para violar el pacto. “Con lisonjas seducirá a los violadores del pacto; mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará”
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana
Escucha el sermón del domingo (26 de Julio de 2020): «¡SEDUCIRÁ A LOS VIOLADORES DEL PACTO!»:
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