«Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?» (Salmos 11:3).
“Si destruyes los cimientos, si alejas a la gente buena de su esperanza en Dios, si puedes persuadirlos que su religión es un engaño y burla, y te burlas de ellos, los arruinas, rompes sus corazones, y los haces los más miserables de todos los hombres. Los principios de la religión son los cimientos sobre los que se construyen la fe y esperanza de los justos. Es nuestro interés y deber mantenerlos firmes contra toda tentación de infidelidad; porque, si se destruyen, si los abandonamos, ¿qué pueden hacer los justos? Las buenas personas estarían perdidas si no tuvieran un Dios a quien acudir, un Dios en quien confiar y una bienaventuranza futura que esperar” (Matthew Henry).
1. ¡LOS FUNDAMENTOS!
“Este Salmo se aplica al establecimiento de la iglesia contra las calumnias del mundo y los consejos y componendas dados por el hombre, afirmando que la confianza ha de ser colocada en Dios, el Juez de todos” (W. Wilson).
DAVID NO DEBE CONFIAR EN OTROS FUNDAMENTOS, DEBE CONFIAR EN DIOS:
El Salmo 11 nos muestra la lucha de David contra la fuerte tentación de desconfiar de Dios en momentos de peligro por sus enemigos, y recurrir a otros medios para aferrarse, a otros fundamentos, como si no tuviera una esperanza firme en Dios (V1-2). Nuestros fundamentos, lo que creemos, la Biblia, Cristo, son atacados por los enemigos de Dios, pero debemos aferrarnos al Señor, como hizo David (V3-4). Dios prueba al justo y a los que quieran destruirnos (V5-7).
LOS FUNDAMENTOS:
1. DIOS COMO CREADOR DE TODO. Dios hizo el mundo y puso sus cimientos (Job 38:4-7). Él sostiene sus columnas (Sal 75:3). “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Gn 1:1). No se hizo solo, al azar, no fue producto de una gran explosión (Big-Bang), no fue producto de la evolución de millones y millones de años (T. Evolución, Evolución Tesista). El hombre está en tinieblas, por eso sus cimientos tiemblan (Sal 82:5).
2. CRISTO, LA ROCA. Él es la piedra principal de nuestra fe (1 P 2:6-7). Cristo, el Hijo del Dios viviente, es la Roca, el fundamento, sobre la cual se edifica la iglesia (Mt 16:15-18). La Roca es Cristo, no el Papa de Roma (CBL 1689. Cap. 26, Num. 4).
3. LA RESURRECCIÓN DE CRISTO. Es el fundamento de la doctrina cristiana (Mt 28:5-6). Cristo resucitó de los muertos (1 Co 15:20). El Espíritu Santo lo levantó de los muertos (Ro 8:11). No se puede negar la resurrección de Cristo (hay fuentes no cristianas y documentos históricos que lo prueban). Negarla es necedad, es estar fuera de la verdadera fe.
4. LOS APÓSTOLES Y PROFETAS. Fundamentan nuestra fe, ellos edificaron sobre cristo (Ef 2:19-22). Nadie puede poner otro fundamento (1 Co 3:10-11). Estamos edificados sobre el Antiguo y Nuevo Testamento. No son nuestro fundamento: el Papado, el Magisterio de la iglesia, la Tradición, los catecismos, otros libros “sagrados” (Corán, Vedas, etc.), las obras de justicia, otros dioses/intermediarios (Alá, Mahoma, Buda, María, santos, Moisés, etc.).
5. LA LEY DE DIOS. Es fundamento eterno, Ella nunca pasará (Mt 24:35). Todo en ella se cumplirá (Mt 5:17-18). Ella es la Verdad (Jn 17:17). Es nuestra norma de vida, es perfecta, fiel, recta, pura, verdadera, preciosa (Sal 19:7-11). Debemos anunciarla al mundo, confrontarlos con ella, Ella lleva a Cristo (Gál 3:24).
6. LA IGLESIA. Somos piedras vivas, fundamentadas sobre cristo, la gran Piedra viva (1 P 2:4-5). Debe ser columna y baluarte de la verdad (1 Ti 3:14-16). Debe anunciar la Verdad al mundo (Biblia, Cristo, Evangelio, Ley, Mandamientos, bueno y malo, luz y tinieblas, lo que Dios ordena y condena). La iglesia tiene las llaves del Reino (Mt 16:19). Ella edificará en todas las generaciones (Is 58:11-12).
7. LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS. Es el cimiento de nuestra esperanza (Hc 24:14-15). Un día los cuerpos en los sepulcros oirán su voz (Jn 5:28-29). Si la resurrección de los muertos ya fue, entonces Cristo ya vino por segunda vez (1 Ts 4:16-17). Si no estamos parados sobre estos fundamentos estaremos en dos caminos, camino a Roma, mirando atrás, en deserción, y finalmente en apostasía.
2. ¡ATACAN LOS FUNDAMENTOS!
“Todas las cosas están fuera de orden y curso tanto en la iglesia como en el estado. Las leyes, que son los fundamentos del gobierno, son despreciadas; el juicio se pervierte y la justicia se aleja. Las doctrinas y principios de la religión son ridiculizados y alterados; no son legitimados, ni en sentido político ni religioso” (John Gill).
1. DEBILITAN Y SACAN LA LEY DE DIOS EN LA SOCIEDAD (Hab 1:3-4). Sacada del Gobierno, colegios, universidades, familias, y hasta de las mismas iglesias.
2. DETIENEN CON INJUSTICIA LA VERDAD (Ro 1:18). La falsa ciencia, el Estado, en la educación, en los medios masivos, los filósofos, humanistas, ateos, así como la iglesia católica romana la prohibió en la Edad Media. Todos ellos atacan a Cristo, el Evangelio, la Biblia. Buscan quitar todo vestigio de cristianismo en el mundo.
3. SATANÁS HACE GUERRA CONTRA EL PUEBLO DE DIOS PARA DESTRUIRLO (Ap 12:17). Persigue al pueblo de Dios, al cristiano verdadero (fiel, como muchos mártires en la historia).
4. LA BESTIA TAMBIÉN HACE GUERRA CONTRA LOS SANTOS (Ap 13:7). Roma papal, a través de su brazo político, el Estado, ha infringido persecución (Imperios, reinos, emperadores, reyes, algunos estados modernos, etc.); también con leyes y prohibiciones, se hace guerra contra el pueblo de Dios.
5. EL MUNDO INTENTA DESTRUIR AL PUEBLO DE DIOS (Sal 80:6,12-13,16). Los cristianos en el mundo son despreciados, rechazados, insultados, burlados. Por otro lado, tenemos poca influencia real en este mundo. En parte ha pasado, porque la iglesia no ha sido sal de la tierra, luz del mundo, ni columna y baluarte de la verdad (es un Juicio de Dios).
6. LA FALSA RELIGIÓN INTENTA DESTRUIR LA IGLESIA. Los judíos querían matar a los cristianos (Hc 5:33-35); Pablo la quería destruir (Hc 9:1-2). Intentar destruir a la iglesia, es luchar contra Dios (Hc 5:38-39). Intentar destruir a la iglesia es intentar hacerlo con Cristo (Hc 9:4-5). Intentó ser destruída por el judaísmo, y no pudieron, acá estamos (Jn 16:2; Ap 2:9). Intentó ser destruída en los primeros siglos por el imperio romano, y no pudieron (Ap 2:10). El judaísmo (y la falsa iglesia) reconocerá que el cristianismo estaba sobre el fundamento firme, Cristo (Ap 3:9). Dios la preservará en la hora de la prueba final (Ap 3:10). Nada ni nadie podrán destruir a la iglesia de Dios (Mt 16:18). La iglesia verdadera está fundada sobre la Roca, nunca será destruída (Mt 7:25).
7. LOS FALSOS MAESTROS INTENTAN DESTRUIR LA IGLESIA DESDE ADENTRO (2 P 2:1-2). Con herejías y falsas doctrina (antinomianismo, mezcla con el mundo, salvación por obras, ecumenismo, etc.).
Por otro lado, LOS FUNDAMENTOS DE LA FALSA IGLESIA SI SERÁN DESTRUÍDOS. Están sobre arena (Mt 7:26-27). El judaísmo, y todo el antiguo pacto ceremonial, acabó definitivamente con la destrucción del Templo en el año 70 d.C. (Heb 8:13). La gran ramera será traicionada y destruída por los reyes y la Bestia (Ap 17:16). Será juzgada por Dios (Ap 18:8). La iglesia que no sala, será destruída por el mundo (Mt 5:13). La iglesia que no alumbra, que se esconde, que se mete debajo del almud (Mt 5:14-15), se disipará, le pasará como a la Madre de todas las falsas iglesias (Ap 18:23).
3. ¡SI FUEREN DESTRUÍDOS!
“Si las doctrinas fundamentales de la religión verdadera y la salvación eterna son trastornadas, ¿qué pueden hacer los justos? no podrían hacer nada para obtener la salvación (buenas obras)… no tendría ningún principio, motivo o fin para hacer el bien si se destruyen las verdades fundamentales… cuando los hombres intentan socavar y minar los artículos fundamentales de la religión; deben acudir al trono de la gracia, a Dios en su santo templo, que sabe lo que hace, y suplicarle que ponga fin a los designios e intentos de tales subversores de cimientos; deben esforzarse por edificarse unos a otros en su santísima fe, y afirmarla constantemente mientras otros la niegan; debemos luchar fervientemente y permanecer firmes en ello” (John Gill).
Si Cristo no vino, a quien vamos a esperar (Lc 7:20). Si no hay resurrección de muertos, la resurrección de Cristo fue falsa (1 Co 15:13, 16). Si Cristo no resucitó, nuestra fe es vana (1 Co 15:14-18). Si no está Cristo, a quien más iremos para ser salvos (Jn 6:67-69). Si no hay esperanza después de esta vida, somos los más miserables de todos los hombres (1 Co 15:19). Pero eso no es así, tenemos la bienaventurada esperanza (Ti 2:13-14).
La vida no tiene sentido si Cristo y su glorioso Evangelio fuera mentira. Si la palabra de Dios no fuera la Verdad, si no hubiera cielo después de la muerte, si Cristo no diera vida eterna; sin estas gloriosas verdades, no habría esperanza alguna. No tendríamos paz ni consuelo. Muchos confían en falsos fundamentos (estabilidad económica, financiera, dinero, trabajo, salud, familia, hijos, cónyuge, prosperidad, propiedades, comodidad, bienestar, tranquilidad, estabilidad). Pero esos fundamentos son arena, son fácilmente removidos. Una crisis económica, la pérdida del trabajo, una enfermedad, la muerte, un divorcio, una catástrofe natural, cualquier tragedia terrenal, puede derribarlos, llevarlos a la ruina eterna. En una nación por ejemplo pueden llegar: crisis, guerras, hambres, pestes, desastres naturales, deudas, inflación, tiranía. Cualquier cosa de estas, pueden derribar sus débiles y terrenales fundamentos. Todo en lo que se afirma el hombre, puede ser destruido, pero no el fundamento firme y eterno del cristiano.
El mundo puede caer, pero el cristiano afirmado en la Roca eterna, no cae. Está aferrado a Cristo, es guiado por el Espíritu Santo, es sustentado por la providencia del Padre, que todo lo tiene bajo control, que nada se escapa de su cuidado, mucho menos sus amados hijos. Nuestro depósito, nuestra alma, esta guardada para Aquel día. El cristiano no anda en tinieblas, tiene la Palabra profética más segura, que alumbra y guía sus pasos. Aunque pasemos por valle de sombra y de muerte no temeremos mal alguno. Tenemos nuestra confianza en un fundamento Eterno. En tiempos de persecución, los cristianos murieron alabando, pues su fundamento era firme y su esperanza gloriosa. Si edificamos sobre Cristo, seremos salvos (1 Co 3:12-15). El fundamento de Dios es firme, tenemos su sello (2 Ti 2:19).
Hermanos nuestros fundamentos nunca serán destruidos. “Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo 5 de Noviembre de 2023: «¡SI FUEREN DESTRUÍDOS LOS FUNDAMENTOS!».
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