«¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén» (Romanos 11:33-36).
Pablo cierra el capítulo 11 de la epístola a los Romanos con una doxología, un canto de alabanza a Dios por la grandeza y majestad de sus designios Divinos, en cuanto a la justificación por la fe en la justicia de Cristo, su soberanía en el plan de salvación, la elección por gracia de su pueblo, y su trato con judíos y gentiles. Pablo, un maravilloso producto de la gracia soberana de Dios al reflexionar sobre estos asuntos, su alma, llena de admiración, adoración y temor, se expresa en una exclamación. Pablo, como tal vez ningún otro, conocía los grandes misterios de las doctrinas de Dios; sin embargo, se ve impotente, pequeño, como nada ante el Dios que gobierna todo con perfecta sabiduría; y con deseos de llegar al fondo, se sienta humildemente al borde y adora lo profundo.
1. ¡SUS DESIGNIOS!
“Pablo contempla las profundidades de las riquezas de la sabiduría y el conocimiento de Dios, que no pueden ser sondeadas (exploradas). La “sabiduría” de Dios es su habilidad para escoger los mejores medios para el logro de la meta más alta (eficiencia Divina en sus obras). La “ciencia” (conocimiento) de Dios, es su sabiduría, perspicacia en cuanto a las cosas, almas, ideas, es su omnisciencia. Añade: “¡Cuán insondables son sus juicios!”; sus decisiones soberanas, decretos, disposiciones (en especial su plan de salvación). “e inescrutables sus caminos” significa probablemente: “cuán imposible es seguir o rastrear los medios que Dios usa para poner en función sus decisiones” (Hendriksen & Kistemaker).
¡OH PROFUNDIDAD DE LAS RIQUEZAS DE LA SABIDURÍA Y DE LA CIENCIA DE DIOS! Miremos algunos ejemplos de profundas riquezas de Dios: 1. EL CIELO Y SUS PROFUNDAS RIQUEZAS. Preparadas por Dios para los que lo aman (1 Co 2:9-10). 2. LA ESPERANZA DE GLORIA A LOS GENTILES. Dios manifestó sus riquezas de gloria en Cristo al mundo, antes ocultas (Col 1:26-27). 3. LA GRACIA SALVADORA. Da sus abundantes riquezas de Gracia a los muertos en pecados (Ef 2:5-7). 4. LOS VASOS DE MISERICORDIA. Preparados de antemano para que reciban sus riquezas de Gloria (Ro 9:23-24). 5. LA PREDESTINACIÓN DE SUS HIJOS. Dios los escogió desde la eternidad para recibir las riquezas de su Gracia (Ef 1:5-7). 6. EL AMOR DE CRISTO. Pablo se rinde al contemplar la profundidad de las riquezas de la gloria de Dios gracias al amor de Cristo por su pueblo (Ef 3:14-19). 7. LOS TESOROS DE LA SABIDURÍA Y DEL CONOCIMIENTO. Hallados en Cristo para consolación (Col 2:2-3). 8. EL EVANGELIO. Como a Pablo, nos fue encomendado anunciar las inescrutables riquezas de Cristo (Ef 3:8). Pero el mundo menosprecia estas profundas riquezas (Ro 2:4).
¡CUÁN INSONDABLES SON SUS JUICIOS, E INESCRUTABLES SUS CAMINOS! David exalta la misericordia, fidelidad, justicia y juicios de Dios (Sal 36:6). Elifaz contempla la Gracia común de Dios, su exaltación a los humildes, y la frustración de los planes de los malos (Job 5:9). Job contempla al Dios que gobierna y lo creó todo (Job 9:6-10). Daniel exaltó la profundidad de su poder, sabiduría, y designios soberanos (Dn 2:20-22). Todo esto, no es si no los bordes de todo lo que Dios hace (Job 26:14). No podemos seguir sus pisadas (Sal 77:18-19). No alcanzamos a entender la obra que Dios hace (Ecl 3:11).
2. ¡SU MENTE!
“Alzando todavía su corazón a Dios en alabanza, Pablo hace 3 preguntas. 1. “Porque, ¿quién entendió la mente del Señor?”. Se sabe cada vez más sobre los misterios del cerebro humano. Los verdaderos hombres de ciencia, considerando estos nuevos descubrimientos, están comenzando a decir: “¡Cuán grande es Dios!”. Si Dios es maravilloso e incomprensible en la obra de la creación, ¿no es él al menos igualmente asombroso en su obra de redención? ¿Quién, en efecto, ha podido, aunque sea en pequeña medida, sondear realmente la mente de Dios? 2. “¿O quién fue su consejero?”. Todos hemos conocido personas a las que con razón consideramos sabias y conocedoras (pero no siempre fueron así). Hubo un tiempo en que carecían de sabiduría y conocimiento. ¿cómo obtuvieron estas cualidades? (por consejos, información de padres, maestros, amigos, Biblia). ¡Pero Dios nunca tuvo, ni necesitó, un consejero a quien pudiera o tuviera que pedir ayuda! 3. “¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado?”. ¿Quién ha puesto alguna vez a Dios en deuda con él? ¿Dios en deuda con nosotros? Imposible. Nuestra deuda con Él es tan grande que nuestros corazones se estremecen cada vez que consideramos lo que él ha hecho, hace y hará por nosotros” (Hendriksen & Kistemaker).
PORQUE ¿QUIÉN ENTENDIÓ LA MENTE DEL SEÑOR? Zofar exalta la grandeza de la mente de Dios (Job 11:7-9). No podemos contar sus pensamientos (Sal 40:5). El necio no entiende lo que Dios hace y cómo piensa (Sal 92:5-6). El hombre natural no entiende su mente (1 Co 2:14). Nadie ha estado en el secreto de Dios para juzgarlo (Jer 23:18). No conocemos sus secretos, mejor callemos (Job 15:7-8). Su mente está muy por encima de la nuestra (Is 55:8-9). Sólo Su Espíritu conoce su mente (1 Co 2:11). Nosotros entendemos solo sus bordes, pero porque tenemos la mente de Cristo (1 Co 2:15-16).
¿O QUIÉN FUE SU CONSEJERO? ¿Podrá usted aconsejarlo en cómo hacer sus obras? (Is 40:12-15). ¿Podrá usted aconsejarlo en sus caminos, planes, o propósitos? (Job 36:22-23) ¿Podrá usted aconsejarlo en que dar de recompensa en la salvación? (Mt 20:15). ¿Podrá usted aconsejarlo a quién y cómo salvar? (Ro 9:20-21). Tenga usted cuidado con contender con Él; Él no tiene por qué darnos cuenta de lo que hace (Job 33:12-13).
¿O QUIÉN LE DIO A ÉL PRIMERO, PARA QUE LE FUESE RECOMPENSADO? Nadie puede darle nada a Dios, ni obras, justicias, buenas intenciones, para que le restituya salvación o bendiciones (Job 41:10b-11). Nada de lo que hagamos lo hace más o menos (Job 35:6-7), así nos rebelemos, lo rechacemos, blasfememos, lo distorsionamos, incluso si lo obedecemos. Él no depende de nosotros, nosotros sí de Él (Hc 17:24-25). Todo lo bueno que haya en nosotros, lo recibimos de Él, ¿por qué tendría la obligación de recompensarnos? (1 Co 4:7). Él tiene misericordia del que quiera, y deja al que quiera (Ro 9:18). No nos debe nada, a unos da misericordia, a otros da justicia, pero a nadie da injusticia, pues en Él no puede haber injusticia.
3. ¡SU GLORIA!
“Se refiere al Dios Trino (como las otras 2 citas)… Dios es la fuente de nuestra salvación; es por medio de su gracia y poder que la salvación se hace realidad en nuestras vidas; y es para él, por consiguiente, toda la gloria que haya. Él es la fuente, el realizador y la meta de nuestra salvación… Fue Él quien no sólo planificó nuestra salvación sino que hizo fuera una realidad. Por tanto, Él, y solo Él, debe recibir toda la gloria” (Hendriksen & Kistemaker).
PORQUE DE ÉL, Y POR ÉL, Y PARA ÉL, SON TODAS LAS COSAS. Todo le pertenece, la magnificencia, el poder, la gloria, la victoria, el honor, lo creado, el reino, las riquezas, (1 Cr 29:11-12). Todo lo creado, en el cielo y en la tierra, lo que vemos y lo que no (Col 1:16). Todo fue creado para Él, aún el impío (Pr 16:4). El hombre depende de Él para vivir (Hc 17:28). Fuimos creados solo para Él (1 Co 8:5-6).
A ÉL SEA LA GLORIA POR LOS SIGLOS. AMÉN. Suya es la Gloria (Mt 6:13). La Gloria es para el Rey eterno (1 Ti 1:17). Demos Gloria a Él (Is 42:12). Demos Gloria al que nadie ha visto (1 Ti 6:16). Demos Gloria al Padre (Fil 4:20). Démosle Gloria por medio de Jesucristo (Ro 16:27). Solo por Cristo podemos dar Gloria al Padre, démosle Gloria en la iglesia (Ef 3:21). Demos Gloria por la venida de Cristo al mundo como los ángeles (Lc 2:13-14). Demos Gloria al Cordero que fue inmolado (Ap 5:12b). Demos Gloria a Cristo por entregarse por nosotros y librarnos del presente siglo malo (Gál 1:4-5). Demos Gloria a Cristo que nos lavó con su sangre para hacernos reyes y sacerdotes para Dios (Ap 1:5-6). Demos Gloria a Cristo nuestro Dios y Salvador (Jud 1:25). Cristo merece la Gloria, aferrémonos a Él, para mantenernos firmes y no ser engañados (2 P 3:17b-18). Demos Gloria al Dios de paz (y al Espíritu Santo) que resucitó a Cristo de los muertos (Heb 13:20-21). Demos Gloria al Padre y al Hijo (Ap 5:13). Por su Salvación demos gloria (Ap 7:10b-12). Demos Gloria al Espíritu Santo por sellarnos (Ef 1:13b-14). Demos Gloria a Dios por crear todas las cosas (Ap 4:10). Demos Gloria a Dios que nos libra de toda obra mala (2 Ti 4:18). Demos Gloria a Dios que nos perfecciona en las pruebas (1 P 5:10-11). Demos Gloria a Dios porque juzgará a la Gran Ramera, y sus juicios son justos y verdaderos (Ap 19:1b-2). Los hijos de los poderosos deben darle Gloria (Sal 29:1-2). Todas las familias deben darle Gloria, que nuestras familias le den Gloria (Sal 96:7-8). La Gloria es para nuestro gran Dios, no para el hombre (Sal 115:1).
Demos alabanza al Dios Trino por sus designios, su mente y su Gloria. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! 34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35 ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo 19 de Noviembre de 2023: «¡SUS DESIGNIOS, SU MENTE, SU GLORIA!».
Comments