“Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida” (Job 2:4).
J. Gill comenta: “Satanás no quería admitir que Job era un hombre justo descrito por el Señor en el verso anterior, sino que quiso sugerir que era un hombre egoísta y materialista, y que lo que se le había hecho no era una prueba suficiente de su integridad; la cosa no había sido llevada lo suficientemente lejos como para descubrirlo; había perdido ciertamente sus bienes, la mayoría de sus sirvientes, y a sus hijos, pero todavía tenía, no sólo su propia vida, sino su salud y tranquilidad; y mientras gozara de ellas serviría a Dios; por tanto dice proverbialmente: “Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida”. Dará todo lo que posea para conservar su vida, ya que es muy querida para él… Satanás sugiere que Job no consideraba la pérdida de su ganado, sus siervos, ni siquiera de sus hijos, con tal de tener su propia vida y salud. Lo muestra como un amante de sí mismo, cruel, duro de corazón, y sin afecto natural hacia sus hijos; pero eso no es así como se muestra en Job 1:5… Satanás parece insinuar algo más; que cualquier hombre, y así Job aunque sea considerado un buen hombre, no sólo daría todas las pieles que tiene (bestias, siervos, hijos, propia), para salvar su vida, sino que daría su Dios, religión, profesión, por causa de ella. Esto es falso; pues hay algo más valioso que la vida para los hombres buenos; ellos consideran la bondad amorosa de Dios mejor que la vida, y preferirían perder sus vidas antes que arriesgarse a perder su interés en ella; están dispuestos perder sus vidas por causa de Dios, la verdadera religión, Cristo, su Evangelio, sus intereses, como muchos han hecho”.
1. Satanás contra el hombre.
Satanás viene por segunda vez a acusar a Job ante de Dios. La primera vez Dios permitió que tocara sus bienes, siervos, animales e hijos (Job 1:12-19), esta vez permite que ponga su mano sobre su salud, pero sin poder tocar su vida.
Su esposa no fue buena consejera, sus amigos contemplan asombrados su condición deplorable. Satanás conoce al hombre, consigue permiso de Dios para probar a Job con su salud (V1-6). Es una idea de Satanás. Satanás conoce muy bien la condición del ser humano y su temor a conservar su vida. “Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida”. Es natural en el ser humano. El miedo es la mayor arma de Satanás, y sus secuaces lo saben muy bien. Movió a reyes, príncipes, lideres religiosos, para manipular a las masas.
Satanás ataca a Job con una sarna maligna en todo su cuerpo (V7-10). Satanás busca zarandear al pueblo de Dios, pero siempre bajo la mano providencial de Dios con éste (Lc 22:31). Puede haber pérdidas económicas, muerte de seres queridos, enfermedades en ellos y en nosotros. Podemos quedarnos in apoyo de los que amamos. Todos (creyentes, impíos) estamos sometidos a las pruebas de la vida (Mt 7:25-27).
Los amigos de Job vienen a consolarlo, estaban asombrados de su lamentable condición (V11-13). Muchos pueden sentir lastima de nosotros (pruebas, tribulaciones). No saben que Dios nos está purificando. Podemos tener en medio de todo, consoladores molestos como los amigos de Job (Job16:2), que juzgan sin justo juicio, a la ligera. Sin embargo, y aunque, no sean por un pecado especifico, toda prueba, manifiesta pecado, debilidad, y algo por mejorar en nosotros. Dios la usa con su pueblo para hacerlo evidente; así hizo con Job, y así este lo reconoció (Job 42:5-6). Seremos atacados, Satanás anda como león rugiente, estemos en guardia (1 P 5:8-9).
El hombre sin Cristo teme mucho cualquier cosa afecte que su vida (muerte, salud, paz, seguridad, tranquilidad, bienestar). Hará cualquier cosa por no perderla, dará todo por mantener su vida. Satanás lo sabe muy bien. “Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida”.
2. Todo por su vida.
El hombre natural cuida su carne, y dará lo que sea por preservar su vida. Da todo lo que tiene por su vida.
El hombre sin Cristo teme la muerte, el Diablo esclaviza al hombre con la muerte (Heb 2:14-15). El hombre siempre busca la vida eterna, eso sí, fuera de Cristo (Gn 3:29). La gente teme morir, teme a la vejez, las arrugas, paga gimnasios, salones de belleza, hacen culto al cuerpo, gastan en salud, buscan la eterna juventud. El mundo hace lo que sea por no morir. Entregó hoy su libertad para “evitar” la muerte; pero no hacen nada por salvarse de la muerte eterna. La gente se muere todos los días (155.000 diarios), hay certeza que vamos a morir, la muerte es una realidad a la que todos nos vamos a enfrentar (Heb 9:27). El mundo teme a la muerte tanto, que no les importa incluso perder lo terrenal (Familia, amigos, trabajo, libertad), con tal de salvar su vida (Mt 16:25). Gastan todo su dinero en la salud, como la mujer con el flujo de sangre (Mc 5:25-27). Confía a ciegas en los médicos, no busca Dios, como el Rey Asa (1 Cr 16:12). Satanás tiene razón: “Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida”. Esto lo tienen claro las elites, por eso utilizan la salud para esclavizarnos (Derecho, Dictadura Sanitaria, médicos son dioses). Todos vamos a enfermar, todos vamos a morir, téngalo por seguro.
¿Está preparado si fuera hoy el día de su muerte? ¿Teme morir? ¿No es acaso de Cristo? ¿O no ha nacido de nuevo? ¿No lo ama? Si es así, entonces si debe temer, porque morirá, no solo su cuerpo, si no su alma eternamente en el infierno. Entréguese a Jesucristo. Con Él vivirá eternamente, en Él está la Vida Eterna, Él es el Árbol de la Vida. Con Él se quitará su temor a la muerte y no estará más sujeto a servidumbre del Diablo y sus ministros.
El temor a la muerte es uno de los temores más terribles. El temor a perder lo terrenal, también, como el joven rico (Mt 19:21-22). El hombre teme a todo lo que atente contra su vida terrenal: salud, vida, paz, tranquilidad, riquezas. No soporta el rechazo, la cárcel, sacrificar o perder sus posesiones, dinero, sueños y proyectos. Vivimos en una sociedad amadora de sí misma, una sociedad infantilizada, en un mundo de mentiras, que no quiere problemas ni pérdidas. Por eso hace todo por asegurar estas cosas, eso es lo que le da paz, como el rico insensato (Lc 12:18-19). Satanás tiene razón: “Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida”.
¿Qué pasaría si perdiéramos todo como Job? ¿Qué pasaría si no hay nada más de lo que pueda depender, más que de Dios? ¿Qué pasará cuando Dios nos deje sin nada más que Él? ¿Cuándo no tenga más que a Dios, qué hará? ¿Está dispuesto a perderlo todo? ¿Qué ha perdido por Él? ¿Qué ha dado por Él? Recuerde que al final de los tiempos el gobierno del anticristo ofrecerá “Paz y seguridad” (1 Ts 5:3), la gente estará buscando lo terrenal, como en los días de Noe y Lot, comiendo, bebiendo, comprando, vendiendo, plantando, edificando (Lc 17:26-28).
El hombre natural ama su carne (Ef 5:29), pero aborrece su alma (Jn 5:40). Pero todo lo que haga por esto, es vano e inútil (Mt 16:26).
3. Nuestra vida por Cristo.
El cristiano, aunque es tentado, piensa diferente al mundo. Su tesoro es Cristo, y está dispuesto a dar su vida por Él. “todo lo que el hombre tiene dará por su vida”. Por eso no teme morir, ni perder su vida.
Los que son de Cristo son librados del temor a la muerte y al juicio (1 Jn 5:17-18). No temamos morir, ni a los que matan el cuerpo, temamos a Dios (Mt 10:28-31). La gente se muere, todos vamos a morir, todos nos presentaremos ante el Trono de Dios (Ap 20:12-13). ¿Está más bien usted preparado para morir? ¿si hoy muriera, dónde pasaría la eternidad? Lo grave no es enfermar, o morir, lo terrible es morir sin Cristo. Nuestra salud, no es lo más importante, si enfermamos pidamos oración y tengamos fe en Dios (Stg 5:14-15). Y si enfermamos y morimos, haciendo la voluntad de Dios, con las botas puestas, gloria sea a Él. Si vivimos para el Señor vivimos, y si morimos para el Señor morimos (Rom 14:8-9). Que Cristo sea magnificado en nuestra vida o en nuestra muerte (Fil 1:20-24). Amemos nuestra alma, aborrezcamos nuestra carne, nuestra vida. Así se vence al Diablo, menospreciemos nuestras vidas hasta la muerte (Ap 12:11).
El cristiano no teme perder su vida terrenal, da su vida por Cristo. Pablo dio todo lo que tenía por ganarlo, y tenía todo, linaje, estatus, abolengo, posición religiosa, respeto social, moralismo (Fil 1:5-6); pero aborrecía al pueblo de Dios y a Cristo. Nada de esto le servía para ganar la vida eterna, estaba condenado por su propia justicia, no tenía la justicia que es por la Fe en Cristo; por eso, todo lo consideró basura, todo lo perdió por Cristo (Fil 3:7-10). Debemos morir a nosotros, perder nuestra vida, para hallar la Vida (Mt 16:24-25). Juan ilustra esta misma verdad (Jn 12:24-25). Da todo lo que tiene por el tesoro escondido y la Perla de gran precio (Mt 13:44-46). ¿Está dispuesto a dar su vida por Cristo? ¿a perderlo todo por Él? ¿vida, posesiones, paz, seguridad, tranquilidad, bienestar, comodidad, estatus, respeto, amor del mundo, su Yo, su pecado? ¿Está dispuesto a morir, negarse, tomar la cruz? Dios dio todo (a su Hijo) por nosotros (Jn 3:16). Cristo dio todo (Su vida) por salvarnos (Jn 10:11, 17). Debemos imitarlo, demos nuestra vida por Él (Fil 2:5-8).
Vemos casos de creyentes que tambalearon. Abraham traicionó a su esposa para salvar su vida. David renunció a su cordura para salvar su vida. Pedro negó a Jesús para salvar su propia vida. Ciertamente hay algo de verdad en la expresión, “todo lo que el hombre tiene dará por su vida”. Pero esto no es la normalidad, ellos murieron dando todo por el Señor. Si usted es un verdadero cristiano dará todo lo que tiene por Cristo.
El Diablo es muy astuto, conoce la condición humana, pero con nosotros no podrá. No temamos morir ni perder nuestras vidas. Demos nuestra vida por Cristo. Así piensa un cristiano. Satanás tiene razón: “Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida”.
X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.
Escucha el sermón del domingo (28 de Noviembre de 2021): «¡TODO LO QUE EL HOMBRE TIENE DARÁ POR SU VIDA!».
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