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¡UN PODEROSO SALVADOR!

  • mayesil
  • 13 abr
  • 7 Min. de lectura


«Y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo» (Lucas 1:69).

 

Algunas versiones traducen “cuerno de salvación”, en lugar de “poderoso Salvador”.

 

John Gill comenta: “El Mesías, a quien Dios ahora había levantado en la familia de David, concebido de una virgen; quien nacería en Belén, la ciudad de David. Se le llama “cuerno de salvación" porque es un poderoso Salvador. Es un poderoso Salvador, como lo muestra su obrar y sufrir; al cargar todos los pecados de su pueblo y reconciliarlos; obedeciendo todos los preceptos de la Ley y sufriendo su castigo; siendo hecho maldición y haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil 2:8); y también al librarlos del pecado, Satanás y la maldición de la Ley, lo que ningún otro podría hacer. Y su lucha, conquista, saqueo y destrucción de todos sus enemigos y los nuestros. "cuerno" significa poder real, honor, dignidad (Dn 7:24). No solo denota la obra de Cristo como Salvador, también su oficio de Rey (también Salvador); pues no solo gobierna, también protege, defiende y preserva a su pueblo con su poder”.

 

1. ANUNCIO DEL SALVADOR.

 

“Por medio del ataque y destrucción del enemigo, el cuerno se convierte en “cuerno de salvación” para el verdadero Israel. “en la casa de David su siervo”. No en “la casa de Leví”, aunque Zacarías era de esa tribu. Zacarías estaba pensando en Jesús, el hijo de María… quien por medio de su sufrimiento vicario destruiría el poder de Satanás y salvaría a su pueblo” (Hendriksen & Kistemaker).

 

EL CUERNO.

Denota poder y fortaleza. El cuerno de un animal es su arma de defensa y ataque, además de su ornamento y belleza. Los animales con cuernos grandes eran temidos, y los cuernos eran una representación de fuerza física. Cuando la Biblia menciona los cuernos para referirse a Dios o al hombre, generalmente se refiere a poder, autoridad o fortaleza. Denota poder para vencer como cuando Moisés bendice la tribu de José (Dt 33:17). Simbolizan fortaleza ante los enemigos (1 Ry 22:11). Simbolizan armas de guerra (Dn 7:21). Simbolizan reyes o reinos; su poder y autoridad (Dn 7:24). Personifican poderes malvados (Ap 13:1). Representan peligro (Sal 22:21). Eran un símbolo de la presencia y poder de Dios. Según la ley mosaica, cuando se realizaba un sacrificio, la sangre del animal era vertida en los cuernos del Altar en sus cuatros extremos (Éx 29:12; Lv 4:7, 18, 25, 30). Eran símbolo de refugio, al agarrarse de los cuernos del altar (1 R 1:50).

 

EL ANUNCIO DEL PRECURSOR DEL SALVADOR.

El precursor es Juan el Bautista, hijo de Zacarías. Zacarías era un sacerdote, y su esposa se llamaba Elisabet (v5). Ambos eran justos e irreprensibles (v6). No podían tener hijos (v7). El ángel Gabriel le anuncia que tendrían un hijo que llamarían Juan (v13). Este traería gran gozo por su santidad (v14-15). Sería usado para llevar un pueblo al Salvador (v16-17). Zacarías no creyó a sus palabras (v18); y Dios lo deja mudo (V20); no obstante, su hijo es concebido a los pocos días (v23-25), quien sería el precursor de Cristo.

 

ANUNCIO DEL NACIMIENTO DEL PODEROSO SALVADOR.

El ángel Gabriel anunció a María el nacimiento de Jesús, a quien daría el trono de David (v30-33). María cree al ángel (v34-38). La criatura en el vientre de Elisabet salta al oír a María (v41-45). María alaba a su Salvador (v46-55). Elisabet da a luz a su hijo, al cual le ponen por nombre Juan; y Zacarías recobra el habla (v57-63). Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetiza del poderoso Salvador (v67-75). Zacarías también profetiza de Juan y su ministerio abriendo el camino para el Mesías (v76-79). Zacarías estaba mudo, y prorrumpió con esta oración. Los mudos hablarán. Aunque Zacarías fue incrédulo de que tendría un hijo (no vio su ministerio), él si esperaba la promesa del Salvador. Zacarías es la representación de los creyentes Judíos que esperaban la aparición del Mesías.

 

BENDITO EL SEÑOR DIOS DE ISRAEL”.

Con esta exclamación inicia Zacarías su profecía, para dar gracias a Dios por el Salvador. David y Pablo también usaron esta expresión. David la usa para dar gracias a Dios por librarlo de sus enemigos (Sal 41:13). Pablo la usó para dar gracias a Dios por su misericordia y consolación (2 Co 1:3), y también por las bendiciones espirituales (Ef 1:3). Pedro también la usó para dar gracias por la regeneración (1 P 1:3). El Salvador nace en un pesebre, en pleno edicto de empadronamiento (censo) de Augusto César (Lc 2:7). El ángel habla a los pastores sobre las nuevas del nacimiento del Salvador (Lc 2:10-11). Unas huestes celestiales alabaron y dieron gracias a Dios por el Salvador (Lc 2:13-14). Simeón, hombre justo y piadoso, le fue revelado que no moriría sin ver al Ungido del Señor (Lc 2:26). Lo cargó en sus brazos, y alabó a Dios al ver con sus propios ojos la salvación (Lc 2:30-32). La fe de ellos es de admirar, debería avergonzarnos. Nosotros ya vimos el cumplimiento, ellos no. Habacuc dijo que esta visión aunque tardara, llegaría (Hab 2:3). Por eso Hageo llamó al Mesías que vendría, el deseado de las naciones (Hag 2:6-7).

 

2. UN PODEROSO SALVADOR.

 

“Cristo es el autor de la redención eterna… Sólo en él tenemos salvación… Esta es: UNA SALVACIÓN HONORABLE. Se eleva por encima de todas las demás salvaciones, ninguna de las cuales puede comparársele; en ella, la gloria, del Redentor y los redimidos, se elevan, y su cuerno es exaltado con honor. UNA SALVACIÓN ABUNDANTE. Un cuerno de la abundancia, una salvación en la que somos bendecidos con bendiciones espirituales, abundantemente. UNA SALVACIÓN PODEROSA. La fuerza de la bestia está en su cuerno. Él ha levantado una salvación que derribará a nuestros enemigos espirituales y nos protegerá de ellos” (Matthew Henry).

 

DE LA CASA DE DAVID.

Su descendencia sería perpetua (Sal 89:29). De él retoñaría el Salvador (Sal 132:17). Vendría del tronco de Isaí, el padre de David (Is 11:1-5). Sobre el trono de David levantaría su Imperio eterno (Is 9:7). En la genealogía de Cristo se le reconoce como el Hijo de David (Mt 1:1). La gente asombrada por sus milagros preguntaba si Él era el Hijo de David (Mt 12:22-23). Una mujer cananea clamó a Él por su hijo endemoniado llamándolo Hijo de David (Mt 15:22). En la entrada triunfal a Jerusalén la gente lo aclamó como el Hijo de David que vendría de parte de Dios (Mt 21:9). El ciego Bartimeo le clamo a Él como el Hijo de David para recibir la vista (Mc 10:47-48). Cristo pregunta en el Templo sobre este título (Mc 12:35-37). La gente sabía que el Cristo vendría del linaje de David (Jn 7:40-42). Los profetas declararon que el Salvador vendría del linaje de David (Ro 1:1-3). Pablo dice a Timoteo que recuerde a Jesucristo, del linaje de David, para hallar fuerza en sus tribulaciones (2 Ti 2:8-9). Cristo es la raíz de David, el único digno de desatar los sellos (Ap 5:5).

 

UN PODEROSO SALVADOR.

Dios haría retoñar el poder de David (Sal 132:17-18). Ana profetizó el Poder del Ungido de Dios (1 S 2:10). El Dios fuerte nacería (Is 9:6). Vendría con espíritu de Poder (Is 11:2). Juzgaría con justicia poderosa a los impíos (Is 11:4-5). Quebrantará y poseerá con vara de hierro a las naciones (Sal 2:7-9). Simeón dijo de Él a sus padres, José y María, que sería para caída y levantamiento de muchos (Lc 2:34). Cristo fue declarado Hijo de Dios con Poder (Ro 1:4). Él sostiene su creación con Poder (Col 1:17). En Él habita toda la plenitud del Poder de Dios (Col 1:19). Él es más poderoso que Satanás (Lc 11:22). Nos libró de su poder (He 2:14-15). Los que confían en Él están firmes por su Poder (Mt 7:25). Es la Roca indestructible sobre la cual se edifica la iglesia (Mt 16:18). Es la Roca fuerte con la cual se estrellan los incrédulos (1 P 2:7-8). Cristo es el Todopoderoso (Ap 1:8).

 

3. CONFIANDO EN EL PODEROSO SALVADOR

 

Así como los judíos piadosos esperaron al Poderoso Salvador, nosotros esperamos su gloriosa segunda venida de nuestro gran Salvador, y esperamos confiados en su poder.

 

Job esperaba la primera venida del Redentor y su resurrección; y también su segunda venida y nuestra resurrección (Job 19:25-27). Cristo vino la primera vez a ofrecerse por nuestros pecados, y volverá por segunda vez sin relación con el pecado (He 9:29). Lo esperamos anhelando su retorno (Ap 22:17). La esperamos viviendo en santidad (Ti 2:12-13). Lo esperamos con fe paciente (He 10:36-38). Lo esperamos confiando en Su Poderosa Gracia (1 Co 12:9-10). Somos guardados por el poder de Dios, en Cristo (1 P 1:5). Lo esperamos anunciando su evangelio; pues juzgará a vivos y muertos con poder (2 Ti 4:1-2). Para el mundo, Cristo es locura y tropiezo, para nosotros es el Poder de Dios (1 Co 1:23-24). Su evangelio de la cruz es poder de Dios para nosotros, por eso debemos anunciarlo (1 Co 1:18). Su evangelio es poder de Dios, no nos avergoncemos (Ro 1:16). Es poderoso para salvar eternamente (He 7:25). Juzgará al mundo con poder; todos deben arrepentirse; volverá un día (Hc 17:30-31). Juzgará a la gran Babilonia con poder (Ap 18:7-8). Vencerá y juzgará a los reyes impíos con poder (Ap 17:14). Con los fuertes repartirá despojos (Is 53:12).

 

Derramará también Gracia salvadora sobre la casa de David (Zac 12:10-14). Vendrá con poder a libertar a Jacob (Ro 11:26-27). Vendrá con poder y gran gloria a reunir a su pueblo (Mt 24:29). Vendrá con Poder a resucitar a su pueblo, por tanto, “alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Ts 4:16-17).

 

¡Tenemos un poderoso Salvador que volverá por nosotros un día. Ya vino, y volverá! “Y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo”.



X SU GRACIA: Comunidad Cristiana.


Escucha el sermón del domingo 13 de Abril de 2025: ¡UN PODEROSO SALVADOR!



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